Tal vez sea ingenuo de mi parte, pero realmente creía el Banco Mundial tendría una posición sobre los árboles transgénicos. El primer ensayo de campo con árboles transgénicos fue en 1988. Seguramente, pensé, 16 años es tiempo suficiente como para que a los expertos en políticas del Banco se les haya ocurrido algo. Cuando apareció la novísima política forestal del Banco hace dos años, fue a continuación de un “proceso consultivo con las partes interesadas” que estuvo “apoyado por profusos estudios analíticos, técnicos y económicos, algunos encomendados por el Banco Mundial y otros por instituciones independientes y ONGs, sobre una amplia variedad de temas”, según el Banco. Seguramente la nueva política tendría algo que decir sobre los árboles transgénicos.
Bueno, no. La Política Forestal del Banco Mundial no hace mención alguna a los árboles transgénicos. Tampoco la Estrategia Forestal del Banco Mundial, un informe de 99 páginas (más apéndices), que según el Banco “proporciona una guía pormenorizada sobre las diferentes acciones que deben considerarse en diferentes circunstancias”.
La Política Forestal del Banco sí establece que el Banco sólo financiará plantaciones que sean “ecológicamente apropiadas, socialmente beneficiosas y económicamente viables”. Esto, en un mundo justo y honesto, excluiría a cualquier plantación de árboles transgénicos, ya que éstas no son ni “ecológicamente adecuadas” ni “socialmente beneficiosas”. Pero algunos de los expertos del Banco Mundial tienen ideas bastante extrañas sobre qué es “apropiado” y “beneficioso” para las comunidades rurales que viven a miles de kilómetros de Washington DC.
El Banco Mundial, a través de su Unidad Financiera de Carbono, está entusiasmado en financiar proyectos de carbono, entre los que se incluyen las plantaciones de árboles como sumideros de carbono. Desde diciembre de 2003, el Protocolo de Kioto admite a las plantaciones de árboles transgénicos como sumideros de carbono a ser incluidos bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio. Hasta ahora no se han establecido plantaciones de árboles transgénicos como sumideros de carbono, pero los científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, por ejemplo, están trabajando en la producción de árboles transgénicos que almacenen carbono.
Tenía la curiosidad por saber si esto significaba que el Banco Mundial podría estar financiando los sumideros de carbono de árboles transgénicos en el futuro, así que el 21 de julio de 2004 escribí a Jason Steele de la Unidad Financiera de Carbono del Banco Mundial planteándole algunas preguntas sobre los árboles transgénicos. Una semana después me dijo que “todavía estaba tratando” de encontrar las respuestas.
Un par de meses después, todavía sin noticias, pensé que debía refrescarle la memoria. Le escribí nuevamente, explicando que estaba trabajando en un artículo, que la fecha límite era mediados de noviembre y que me gustaría tener una respuesta oficial. Steele respondió inmediatamente pero solo para transferirme a la Oficial Principal de Comunicaciones de la Unidad Financiera de Carbono, Anita Gordon.
Le hice a Anita Gordon las mismas preguntas que le había hecho a Jason Steele dos meses antes. Gordon también respondió inmediatamente, pero solo para pasarme con el Especialista encargado de las relaciones con las partes interesadas de la Unidad Financiera de Carbono, Charles Cormier.
Me encontré con Charles Cormier en junio de 2004 en la Carbon Expo organizada por el Banco Mundial en Colonia, Alemania. Le pedí una entrevista en relación a Plantar, un proyecto de plantación industrial de árboles en Brasil que financia el Fondo Prototipo de Carbono (FPC) del Banco Mundial. En términos del volumen de emisiones de carbono que se supone ahorrará el proyecto, Plantar es por lejos el proyecto más grande en los libros del FPC. Cormier rechazó mi solicitud de entrevista. “No sé nada sobre Plantar” dijo.
El contrato del FPC con Plantar requiere que Plantar obtenga el certificado de buen manejo del Consejo de Manejo Forestal (FSC por sus siglas en inglés). Si el FSC, por cualquier razón, retira la certificación, el FPC detendrá los pagos a Plantar. Las normas del FSC establecen que “se prohibirá el uso de los organismos genéticamente modificados”. Así que, al menos en el caso de Plantar, el Banco Mundial no financiará plantaciones transgénicas.
“Charles Cormier responderá su consulta”, me prometió Anita Gordon en setiembre. Todavía no he tenido noticias suyas. Quizás no debería estar muy sorprendido.
Revisé la página de “Quién es quién” del sitio web del Banco Mundial sobre Bosques y Forestación y le escribí a los 18 integrantes del staff del Banco que aparecen en la página para preguntarles sobre la política del Banco Mundial sobre árboles transgénicos. Inclusive cliqueé sobre un pequeño botón y envié un e-mail al “Servicio de Consulta” del Banco. El sitio web del Banco describe a estas personas como “expertos y especialistas”. Deberían, al menos en teoría, conocer la posición del Banco sobre temas forestales de importancia como los árboles transgénicos. Pero, aparte de cuatro respuestas automáticas de “fuera de la oficina”, no he sabido nada de ninguno de ellos.
Para el registro, aquí están cuatro de las preguntas que me gustaría que alguien del Banco Mundial contestara:
1. ¿Tiene el Banco Mundial algún tipo de directivas para financiar proyectos que incluyan árboles transgénicos?
2. En una hoja de preguntas y respuestas de su nueva política forestal, el Banco Mundial declara que “la estrategia no compromete al Banco con ninguna de esas actividades [i.e. forestación para el secuestro de carbono y comercio de carbono] a menos que estén específicamente permitidas por el Mecanismo de Desarrollo Limpio o los mecanismos de Implementación Conjunta del Protocolo de Kioto…”. Dado que los árboles transgénicos están incluidos en el Protocolo de Kioto ¿esto significa que el Banco puede financiar plantaciones de árboles transgénicos como sumideros de carbono?
3. ¿Tiene el Fondo Prototipo de Carbono (o cualquier otro mecanismo de financiación del carbono del Banco Mundial) algún tipo de directivas para financiar proyectos que incluyan árboles transgénicos? Si es así, por favor detalle.
4. Si existen documentos del Banco Mundial que aclaren la posición del Banco sobre los árboles transgénicos ¿sería tan amable de enviarme copias?
Estoy seguro de que no puedo ser el único al que le gustaría saber las respuestas a estas preguntas. Así que si alguien del Banco Mundial está leyendo este artículo, estaría encantado de recibir noticias suyas.
Por: Chris Lang, correo electrónico: http://chrislang.org