El Reino de Tonga se encuentra al suroeste del Pacífico central. Su territorio comprende más de 175 islas, con un total de 750 km2 y una población de unos 100.000 habitantes, que viven en 166 poblados esparcidos en 43 islas. El clima es subtropical. La temperatura a lo largo del año oscila entre los 17 y los 30ºC y las precipitaciones son de aproximadamente 2.700 milímetros anuales.
Es razonable suponer que en alguna época Tonga estuvo completamente cubierta de bosques, los cuales, según un estudio realizado en las áreas boscosas aún existentes, eran muy ricos en especies. Estos bosques remanentes están confinados a pequeñas áreas en zonas con características físicas que vuelven su uso muy difícil. La mayor superficie boscosa se encuentra en la escarpada costa de 'Eua. Otros relictos están esparcidos a lo largo del país, en varias islas relativamente remotas, de difícil acceso --como Kao, Tofua y Late-- en zonas de manglares y algunos pocos segmentos en Vava’u y Tongatapu.
Según un estudio realizado en el país, hay dos causas fundamentales e interconectadas que explican el serio proceso de deforestación y degradación de los bosques: el crecimiento poblacional y la monetarización de la economía. Las restricciones ecológicas y espaciales constituirían la razón del efecto del aumento de la población (de unos 20.000 habitantes en 1891 a 100.000 habitantes en 1996) sobre los bosques. Sin embargo, la incidencia de la presión de población fue acelerada y exacerbada por los cambios registrados en la economía y su impacto sobre el patrón de uso del suelo. La transformación más importante y abarcativa desde el punto de vista económico ha sido la transición de Tonga de una economía no monetaria --basada primordialmente en la agricultura de subsistencia-- a la economía monetaria, sobre una base más amplia y comercial. La entrada de Tonga en la economía globalizada comenzó hace unos 50 años y, hoy en día, teniendo en cuenta el aumento de la demanda de dinero en efectivo, dicha transición puede ya considerarse completa.
A medida que la interacción entre Tonga --que hasta entonces había sido un país relativamente aislado-- y el mundo externo aumentaba, también lo hacían los riesgos de la intensificación de la presión sobre los recursos naturales, incluídos los bosques. De hecho, entre 1980 y 1992 los niveles de exportación se triplicaron. Considerando que los productos de la agricultura de monocultivo --destinados especialmente al mercado japonés-- representan el 75% o más de los ingresos por exportaciones, no resulta sorprendente que el avance de la frontera agrícola haya provocado la progresiva pérdida de los bosques.
Artículo basado en información obtenida de: “Deforestation and Forest Degradation in the Kingdom of Tonga”, Denis Wolff, Tonga Community Development Trust (El estudio completo en inglés también está disponible.