Cerca de la frontera sur del parque nacional de Mount Elgon la tierra es verde y los suelos volcánicos son fértiles. Pero desde que se lo declaró parque nacional en 1993, en Mount Elgon ha estallado un conflicto, a veces violento, entre los aldeanos y la administración del parque nacional.
En julio de 2006 visité el parque nacional de Mount Elgon junto con Jutta Kill y Timothy Byakola, de las organizaciones Sinkswatch y Climate Development Initiatives respectivamente. La visita era parte de la investigación para un informe del WRM sobre un proyecto de plantación de árboles para compensar emisiones de carbono a cargo de la fundación holandesa FACE y la Autoridad Ugandesa para la Vida Silvestre (UWA). Hasta ahora el proyecto UWA-FACE ha plantado unas 8.500 hectáreas, de un total de 25.000, con árboles indígenas en los bordes en torno al parque nacional. El proyecto obtuvo el certificado de buen manejo de parte de SGS Qualifor según el sistema del Consejo de Manejo Forestal (FSC por sus siglas en inglés).
Un presidente del consejo de la aldea nos dijo que algunas personas habían muerto como resultado de los desalojos del parque nacional en 1993. “Obtuvimos la tierra en 1980. Luego de que Mount Elgon fuera declarado parque nacional, nuestras propiedades fueron destruidas y nuestros hogares incendiados. Desde entonces hemos vivido aquí, en este centro comercial”, nos dijo, y añadió que la UWA había prometido una compensación que nunca llegó.
“El año pasado plantamos nuestros cultivos”, contó el presidente del consejo de la aldea, “pero cuando fuimos al bosque nos golpearon. Unas seis personas murieron. Informamos al tribunal de lo ocurrido, pero todavía estamos esperando que el tribunal decida”. Relató también que a comienzos de 2006 el presidente vio que la gente estaba desesperada y dijo que los aldeanos podían regresar a la tierra. “Pero hemos vuelto con miedo. La UWA no nos está tratando como seres humanos”, explicó.
Varios aldeanos relataron historias de violencia y amenazas por parte de los guardas forestales de la UWA, por ejemplo que un aldeano había sido obligado a comerse los intestinos de un ratón muerto y otro a tener relaciones sexuales con un chivo. También se contaron historias sobre hombres de la aldea obligados a tener relaciones sexuales entre sí por los guardas forestales de la UWA.
Les dije que la Fundación FACE reconoce que hubo algunos problemas en 1993 pero declara que en general las cosas están mejor en el parque nacional. “No. Los problemas empeoraron”, replicó un aldeano. “Lo que estamos describiendo ocurrió hace poco”, añadió otro.
Les dije que la Fundación FACE alega que el proyecto está brindando empleos. Empezaron a reírse. “No, la Fundación FACE no está dando ningún empleo en la aldea”, respondió una persona del lugar. Les pregunté si alguien de la Fundación FACE había visitado la aldea alguna vez. La respuesta fue que en 1994 UWA y FACE habían plantado árboles en la zona por última vez.
Ninguno de los aldeanos había oído hablar del Consejo de Manejo Forestal.
Visitamos un centro comercial en el municipio de Buwabwala, adonde los aldeanos se mudaron en 1993 después de haber sido expulsados del parque nacional. Muchos de los habitantes habían comprado tierras a los funcionarios forestales a fines de los años 1970 y principios de los 1980. Hacía meses que los guardas forestales no recibían su paga, por lo que estaban ansiosos por ganar dinero con las entregas por la adjudicación de tierras. Al mismo tiempo, durante los regímenes de Idi Amin y luego Milton Oboto, el gobierno alentó la tala del bosque para que los grupos antigubernamentales no pudieran esconderse allí. Los aldeanos vendieron sus tierras en la parte baja de la ladera del Monte Elgon para poder pagar a los guardas forestales las tierras más altas. Pero cuando el gobierno declaró ilegales estas transacciones, se quedaron sin tierra.
Un aldeano se presentó como representante de los desalojados, no solamente en la aldea sino también ante la Suprema Corte. “En los viejos tiempos la gente y el Parque vivían en forma amistosa. Queremos que el bosque esté aquí. Conocemos los beneficios del bosque”, nos dijo.
Nos contó que luego de las expulsiones de 1993 la tierra que el gobierno dejó a los aldeanos era demasiado poca. “La UWA y las UPDF (Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda) nos echaron por la fuerza de las armas. Todas nuestras propiedades fueron demolidas y nuestras tierras anexadas al parque nacional”.
“En 1998 reclamamos ante los tribunales”, explicó. “La corte nos ha ayudado. Nos ha dado tierras para que usemos hasta que tome su decisión. Pero los guardas forestales de la UWA no están permitiendo que la gente use la tierra. Hemos plantado en esa tierra, pero nos amenazan día y noche. A veces la UWA destruye nuestros cultivos. Tenemos títulos y documentos de la corte, incluso los 'Certificados de título'. Hemos pedido al gobierno que nos ayude a mantener a la UWA en su lugar hasta que el tribunal tome su decisión”.
Los aldeanos del lugar también nos contaron que los guardas forestales de la UWA los atacaban. Uno fue golpeado y llevado a la policía; otro nos mostró heridas en el mentón, ocasionadas cuando los guardas forestales de la UWA lo golpearon con un rifle. Otro tiene la mano quebrada, resultado de una golpiza propinada por guardas forestales de la UWA. Un hombre fue colocado boca abajo en el piso con una pesada piedra sobre la espalda; ahora está enfermo. Otro fue golpeado y ahora está postrado. “Estos son apenas algunos ejemplos de los muchos casos ocurridos”, dijo el representante de la aldea. “La UWA nunca fue demandada judicialmente por ninguno de ellos. Muchas veces hemos informado a las autoridades de las acciones de la UWA, pero somos pobres y por eso nunca pasó nada”, añadió.
“Ayer la UWA desenterró las cebollas de nuestras huertas”, dijo un aldeano. “Hoy de mañana hubo un tiroteo”, añadió otro.
Pregunté si el proyecto de UWA-FACE había creado empleos en esta aldea. “Ninguno de nosotros jamás tiene trabajo en el parque nacional. Ninguno”, fue la respuesta. Además, nadie de la Fundación FACE ha visitado jamás esta aldea.
Les pregunté sobre el FSC. Una vez más, nunca habían oído hablar de él. En todo caso, cuando alguien viene a la aldea, tiene sus propios planes, explicó un aldeano. “Cuando preguntas, oyes un balazo”, dijo.
Un aldeano abrió un sobre que contenía casquillos de balas. “Las balas fueron disparadas por gente que intenta matarnos. Algunas personas murieron. Otras han sido heridas”, explicó.
Los derechos a la tierra son clave para el bienestar de los habitantes de la aldea. “Llevar un niño a la escuela es casi imposible sin tierra”, nos dijo una persona. “No queremos todo el Parque Nacional, solamente queremos nuestra tierra de vuelta”, dijo otra.
El primer paso para resolver los derechos territoriales de las personas que viven en el parque y sus alrededores es reconocer que el límite del parque nacional (así como gran parte del parque en sí) es una zona muy disputada. Cualquier solución limítrofe impuesta desde arriba resultará en nuevos conflictos entre la administración del parque y los residentes locales. La Fundación FACE contribuye a la tensión porque el carbono almacenado en los árboles debe protegerse de los daños que podrían ocasionar las comunidades locales. A través del proyecto UWA-FACE se están fijando los límites del parque, no en piedra sino en carbono. Más que centrarse en los “derechos” de la UWA a administrar el parque nacional y los “derechos” del Norte a seguir contaminando, existe la necesidad urgente de partir de la perspectiva de los derechos de la gente que vive en el Parque Nacional Mount Elgon y sus alrededores.
Por Chris Lang, correo-e: http://chrislang.org, www.chrislang.blogspot.com. El libro "A funny place to store carbon: UWA-FACE Foundation's tree planting project in Mount Elgon National Park, Uganda", de Chris Lang y Timothy Byakola, está disponible -en inglés- en: http://www.wrm.org.uy/countries/Uganda/book.html