India: ¿Hacia dónde va la ‘Conservación Sin Gente’?

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Gram sabha

La Ley de los Derechos sobre los Bosques (FRA por su sigla en inglés), una histórica ley de conservación promulgada en 2006 en la India, estaba destinada a poner fin a las políticas y leyes de conservación verticalistas que a menudo se remontan a la era colonial y discriminan a las comunidades del bosque. También debía fortalecer la autoridad de las comunidades y sus instituciones, como los Gram Sabhas, sobre sus bosques. Para apartarse radicalmente del modelo colonial y explotador, la FRA declara a los Gram Sabhas como la entidad principal para decidir cómo usar, manejar y conservar los bosques que las comunidades usan tradicionalmente, así como para protegerlos contra amenazas internas y externas. La Ley también requiere el consentimiento libre, previo e informado de los Gram Sabhas para poder destinar un bosque consuetudinario a cualquier otro uso. Sin embargo, en lugar de un cambio de paradigma, el proceso de ‘conservación’ en la India continúa cercando los bosques comunales que pertenecen legítimamente a las comunidades. La forma en que esto ocurre es a través de la violación sistemática de la FRA, en un intento deliberado y prolongado por parte de la burocracia del Departamento Forestal de la India, los actores empresariales y numerosas ONG conservacionistas de, si es posible, sabotear la FRA.
 
En las últimas décadas, numerosas tierras boscosas han sido declaradas unilateralmente Parques Nacionales y Reservas de Tigres, sin el consentimiento de las comunidades que viven en esas zonas. Estas violaciones a la FRA se han generalizado y cientos de comunidades que viven en las llamadas Áreas Protegidas se han vuelto cada vez más vulnerables. Varias comunidades fueron obligadas a abandonar sus territorios bajo el eufemismo de ‘reubicación voluntaria’.

Es necesario recordar que en febrero de 2019, la Corte Suprema de India ordenó el desalojo de las comunidades cuyas reclamaciones por numerosos derechos sobre el bosque habían sido ‘finalmente rechazadas’ considerándolas inadmisibles en el marco de la FRA. Sin embargo, hasta donde se ha podido determinar, las comunidades dentro de las Áreas Protegidas que reclaman derechos sobre los bosques han sido, por lo general, completamente ignoradas en todo el país, más aún cuando las autoridades del Parque y la Autoridad Nacional de Conservación del Tigre (NTCA, por su sigla en inglés) ya habrían marcado la reubicación de los reclamantes, en flagrante violación de la FRA.

Las Áreas Protegidas en la India: un largo historial de expulsión y desplazamiento

Hasta el 2019, según datos oficiales de la NTCA, 56.247 familias de 751 pueblos han sido desalojadas de 50 Reservas de Tigres desde el inicio del Proyecto Tigre en 1972 –cuyo objetivo es proteger a la población de tigres de la India. De éstas, hasta el momento fueron ‘reubicadas/reasentadas’ alrededor de 12.327 familias de 173 pueblos, lo que significa que más de 44.000 familias –aproximadamente 220.000 personas– siguen sin reubicación. Conforme a la FRA, los habitantes de los bosques que fueron desalojados sin programas de reubicación y compensación adecuados antes de la promulgación de la ley, podrían regresar y reclamar sus tierras. Pero los administradores de las Áreas Protegidas y la NTCA están ocupados diseñando estrategias de ‘reubicación’ para que las Áreas Protegidas, en particular las Reservas de Tigres, estén sin gente. Aunque no del todo. Estas Reservas de Tigres estarán abiertas para turistas adinerados y personal de ONGs, agencias de safaris y grupos científicos que pagan mucho dinero para ver tigres y bosques preservados. El paradigma racista de la conservación, de hecho, apunta a que estas zonas estén ‘sin los habitantes de los bosques’.
 
La amenaza de desalojo también llega a comunidades que no viven dentro de las Áreas Protegidas pero que necesitan libre acceso a esos bosques para su sustento y para satisfacer otra serie de necesidades. No se dispone de cifras exactas sobre cuántas personas que viven en las Áreas Protegidas y sus alrededores se ven afectadas por las políticas y medidas de conservación en India. Es razonable suponer que todas las reclamaciones por derechos sobre los bosques en las zonas ‘centrales’ de las Reservas de Tigres y otras Áreas Protegidas están siendo rechazadas, para zanjar así el camino a desalojos legalizados.
 
Grupos conservacionistas como WWF, Conservación Internacional, Wild Life Protection Society of India, Wild Life Trust of India y Satpura Foundation, quienes, entre otros, siguen aplicando un modelo de conservación que propone el destierro total de las comunidades del bosque, han atacado sistemáticamente a la FRA.
 
Si bien todas las comunidades de los bosques de la India están amenazadas, quienes viven en las montañas centrales corren un riesgo particular: la región no solo tiene varias zonas turísticas famosas por ser hábitats de tigres, como Kanha, Bandhavgarh, Pench, Tadoba y Achanakmar, sino que los bosques donde hay tigres también tienen superposiciones significativas con zonas mineras. Para comprender la importancia de esto es primordial tener en cuenta que el programa de reubicación de la NTCA se financia cada vez más con el fondo CAMPA, que es dinero que las empresas mineras y otros promotores de proyectos de ‘desarrollo’ pagan para compensar la destrucción de los bosques que utilizan y destruyen.
 
La Ley del Fondo de Forestación Compensatoria (CAFA, por su sigla en inglés), de 2016, legitimó este proceso (1). La CAFA especifica que el uso del dinero de CAMPA debería estar sujeto a la consulta de los Gram Sabhas, pero esto suele ser ignorado.
 
Es imperioso y urgente denunciar los estrechos vínculos entre la expansión de la ‘conservación sin gente’ por un lado, y la expansión de la minería y la deforestación a gran escala por el otro. Ambos procesos implican el desplazamiento y el despojo de comunidades del bosque, y se retroalimentan.
 
Las comunidades del bosque que viven en las montañas de la India central, principalmente Pueblos Indígenas como los Gonds y los Baiga, son quienes a pesar de todo custodian los bosques. Esas comunidades y sus instituciones podrían proteger los bosques de la destrucción y de los desalojos sin sentido; ellas y solo ellas podrían continuar manteniendo vivos sus bosques, no solo como hábitats de tigres sino también como intrincados sistemas sostenedores de la vida. La FRA podría desempeñar un papel fundamental porque representa un proceso de conservación descentralizado, autónomo  y que viene desde las bases.
 
Desafortunadamente, en gran medida, la FRA se ha proyectado y tal vez también percibido como una ley sobre derechos de tierra y derechos tribales, en lugar de una ley sobre conservación. Los claros intereses comerciales y gubernamentales en juego hacen que se torne imperativo destacar los aspectos de conservación de la FRA. Esto significa permitir que la FRA se presente como lo que realmente es: un proceso intrínsecamente social y político que apoya a las comunidades en su lucha por defender, preservar y reclamar sus bosques comunales. Los habitantes de los bosques de la India han estado haciendo esto por generaciones y no tiene ningún sentido excluirlos deliberadamente de cualquier programa de conservación. Pero entonces surge la pregunta, ¿las Áreas Protegidas y las Reservas de Tigres están hechas realmente con fines de conservación?
 
En septiembre de 2020, grupos y activistas asociados con All India Forum of Forest Movements (AIFFM – Foro de toda la India de Movimientos de los Bosques) y otros procesos organizativos con presencia en los bosques con tigres de India central, iniciaron una campaña intensiva para posicionar a la FRA como legislación ambiental. Esta campaña trata de involucrar activamente a segmentos de la sociedad civil, incluida la comunidad jurídica y los medios de comunicación, y presentar adecuadamente las voces de las personas que viven en los bosques y que son amenazadas por un inminente desalojo.
 
En primer lugar se formaron tres grupos de activistas e investigadores para visitar las comunidades que viven dentro y alrededor de varias Áreas Protegidas y potenciales corredores de vida silvestre propuestos para los estados de Maharashtra, Madhya Pradesh y Chhattisgarh. El objetivo de cada grupo era la recopilación de datos a nivel estatal sobre la situación en el terreno, incluidos los intentos de desalojo por parte del Departamento Forestal del Estado (o la administración del distrito), instancias de violaciones de FRA, CAFA y otras leyes relacionadas, y casos de actividades de conservación iniciadas por las comunidades. Pero la pandemia del Covid-19 retrasó la misión. No obstante, se recopilaron algunos datos y se preparó un informe sobre la situación de las comunidades que viven en las montañas de la región central de la India (2). Aún así, es necesario hacer mucho más.

Resumen de los resultados: la persecución continúa en nombre de la ‘conservación’

El informe revela claramente que continúa dominando el prejuicio oficial contra las comunidades tribales y no tribales que habitan los bosques. En las Áreas Protegidas visitadas por los grupos quedó claro que la administración forestal continúa tratando a las comunidades como meras ‘perturbaciones’, y considera que deben ser eliminadas en aras de la conservación de la vida silvestre. También quedó claro que las llamadas acciones de conservación en las Áreas Protegidas, en explícita violación de la FRA, solo alienan aún más a las comunidades del bosque, en lugar de reconocer su histórico y legítimo papel en la conservación.
 
El principal problema de las Áreas Protegidas es la falta de oportunidades adecuadas para la subsistencia de las comunidades, algo que se agrava inexorablemente por las restricciones a menudo ilegales sobre el uso del bosque y la tierra, la reubicación forzada/involuntaria y el desplazamiento sin rehabilitación ni compensación. Las comunidades también sufren los impactos de las industrias extractivas y otras actividades de ‘desarrollo’ que tienen lugar en las cercanías de las Áreas Protegidas, así como la tala ilegal y el turismo sin restricciones. Todo esto que sucede es en flagrante violación de la FRA.
 
La siguiente sección se enfoca en algunas de las innumerables ilegalidades e infamias del Departamento Forestal en las Áreas Protegidas visitadas por los grupos de activistas en los estados de Maharashtra, Madhya Pradesh y Chhattisgarh (3).
 
La Reserva de Tigres de Tadoba Andheri (Maharashra)
Ubicada en el distrito Chandrapur de Maharashtra, la Reserva de Tigres Tadoba Andheri (TATR, por su sigla en inglés) comprende el Parque Nacional Tadoba y el Santuario de Vida Silvestre Andheri y los bosques adyacentes. El Parque Nacional y el Santuario de Vida Silvestre Andheri fueron registrados como Hábitats Críticos de Tigres en 2007, pocos días antes de que entrara en vigor la FRA. La categoría de Hábitat Crítico de Tigres califica para la conservación del tigre y permite la reubicación de humanos solo con el consentimiento previo e informado de las comunidades. Cinco de los 6 pueblos de la Reserva de Tigres -Kolsa, Botezari, Palasgaon, Jamni y Ramdegi- ya han sido ‘reubicadas’ parcial o totalmente.
 
El pueblo de Rantalodhi y algunas familias restantes del pueblo de Kolsa todavía están dentro de la reserva, desafiando los persistentes esfuerzos de ‘reubicación’ del Departamento Forestal, que han adoptado varios tipos de amenazas y medidas punitivas. Se les cercó la entrada, se negó el acceso a alimentos y a otros víveres distribuidos a través del Sistema Público de Distribución, se cortó la conexión eléctrica a las casas de los comuneros, y a los activistas comunitarios que exigían el reconocimiento de los derechos garantizados por la FRA les iniciaron una serie de causas penales. Los pueblos fuera de la reserva tampoco se salvaron ya que sin consultarlas se creó unilateralmente una ‘zona de amortiguación’ que afectó a 90 pueblos. Desde que comenzó la promoción del turismo para ‘ver tigres’, proliferó una cadena de nuevos centros turísticos. Mientras tanto, las minas de carbón nuevas y viejas continúan en actividad justo al lado de los bosques de la reserva.
 
La Reserva de Tigres de Bor (Maharashtra)
Ubicada en el Distrito Wardha de Maharashtra, la Reserva de Tigres de Bor ya no alberga a ningún pueblo en su área principal, pero hay 36 pueblos en la zona de amortiguación.
 
El pueblo de Nawargaon fue el último en ser reubicado en 2017, luego de lo cual no quedó ni un ser humano en esa área. La mayoría de los comuneros que viven en los bosques de Bor y sus alrededores son pastores, por lo que la creación de una Reserva de Tigres restringió severamente el acceso a las pasturas utilizadas tradicionalmente y provocó una gran miseria. Durante las reuniones celebradas en 2020, los comuneros confirmaron que la FRA no se ha implementado en la Reserva de Tigres de Bor y varios señalaron que no se había convocado al Gram Sabhas en el curso de lo que el Departamento Forestal denominó ‘reubicación voluntaria’. Mientras tanto, la compensación para los pueblos en el área de amortiguación en casos de conflictos entre humanos y vida silvestre es sumamente inadecuada y en gran parte tardía. Un par de días antes de la visita del grupo, un tigre mató a un niño de 15 años en la aldea de Jungli Amgaon. El Departamento Forestal se negó a pagar una compensación y, en cambio, arrestó a algunos de los familiares de la víctima por ‘crear disturbios’.
 
El Embalse de Bor, dentro de la zona central de la Reserva (declarada también Hábitat Crítico de Tigres) actúa como control para la protección de la vida silvestre, al tiempo que brinda muy pocas oportunidades de subsistencia a las comunidades. El Embalse fue abierto al turismo.
 
La Reserva de Tigres de Pench (Maharashtra)
La Reserva de Tigres de Pench de Maharashtra, comparte su límite norte con la Reserva de Tigres de Pench de Madhya Pradesh.
 
De los dos pueblos en la zona central de la Reserva de Tigres, el pueblo de Totladoh fue desalojado violentamente en 2002 y desplazado a la zona de amortiguación, mientras que el pueblo de Fulzari permanece en la Reserva. Según los comuneros que ahora se encuentran en el pueblo Nueva Totladoh, en la zona de amortiguación, su desalojo se produjo sin previo aviso ni compensación. Los habitantes, cuyo principal sustento era la pesca en el Embalse Pench —ahora reconocido por la FRA como un derecho de la comunidad—, continúan siendo acosados ​​por las autoridades del parque. Sujetos a atrocidades incalculables entre las que se incluyen arrestos sumarios, maltratos físicos y ataques con palos y pistolas de perdigones, los comuneros viven bajo una grave presión económica, sin ninguna fuente de sustento. Solo unas pocas familias practican algo de agricultura ya que muchas no tienen tierra, pero incluso aquellas que la tienen, ésta no es cultivable.
 
Después de que el reclamo de los comuneros de Totladoh –amparados en su derecho como comunidad del bosque a pescar en el embalse– fuera procesado formalmente en el correspondiente Comité Distrital de la FRA, y que el Recaudador del Distrito les informara formalmente que su reclamo había sido reconocido, repentinamente el proceso se suspendió. Una carta reveló que la NTCA había emitido una directiva que disponía que tales reclamos no pueden procesarse en zonas de Hábitats Críticos de Tigres, luego de un cabildeo agresivo por parte de ONG conservacionistas locales. En vano, los comuneros y los grupos activistas señalaron que la NTCA no tiene jurisdicción legal para arbitrar en asuntos relacionados con reclamos admitidos bajo la FRA, y que la retención de los derechos comunitarios era manifiestamente ilegal. El grupo de presión conservacionista ha estado utilizando los medios de comunicación para calumniar y vilipendiar a los comuneros; se ha acusado a la gente de Totladoh de ser cazadores furtivos, en gran parte involucrados en la matanza de tigres. Las protestas de los comuneros fueron reprimidas por las autoridades, y varios fueron arrestados, golpeados e incriminados falsamente.

Las restricciones sobre el acceso a los bosques y al Embalse para la pesca sigue haciéndoles la vida extremadamente difícil.
 
La Reserva de Tigres de Panna (Madhya Pradesh)
El área central de la Reserva de Tigres de Panna, ubicada en los dos distritos de Panna y Chhatarpur, Madhya Pradesh, incluye el Parque Nacional de Panna y el Santuario de Vida Silvestre de Panna (Gangua). La zona fue declarada Hábitat Crítico de Tigres en 2007. Los habitantes de Kota Gunjapur, en su mayoría indígenas Gond, y las familias del pueblo de Umrawan, se negaron a irse durante la campaña de reubicación de 2017. Desde entonces se han enfrentado a la ira de los funcionarios del Departamento Forestal, los pueblos fueron cercados y les impusieron restricciones de entrada y salida. En 2015, 61 de las 70 familias del pueblo de Umrawan fueron reubicadas. Las familias restantes presentaron una demanda legal ante el Tribunal Superior de Jabalpur, citando una implementación deficiente de la FRA. En octubre de 2019, el Departamento Forestal envió un aviso a las familias restantes para que se mudaran. Los habitantes alegan que las familias que ya fueron ‘reubicadas’ ahora viven en condiciones más pobres y duras, con viviendas, instalaciones de agua y electricidad inadecuadas y sin una fuente de ingreso apropiada.
 
Santuario de Vida Silvestre Achanakmar, Chattisgarh
Este Santuario de Vida Silvestre fue declarado Hábitat Crítico de Tigres y se incorporó al Proyecto Tigre en 2009. Achanakmar es también el hábitat de los Baiga, uno de los grupos indígenas más antiguos de esta región. De acuerdo con las pautas revisadas del Proyecto Tigre, los Departamentos Forestales tienen que identificar espacios inviolables y reubicar a los pueblos de los Hábitats Críticos de Tigres dentro de un marco de tiempo, proporcionando un mejor programa de reubicación. Los Departamentos Forestales también serían los encargados de establecer los derechos de las comunidades del bosque que viven en estos pueblos. Estas pautas fueron fuertemente cuestionadas por grupos de base que señalaron que la reubicación está sujeta al consentimiento del Gram Sabha. Pero el Departamento Forestal de Chhattisgarh ha violado constantemente estas pautas en la Reserva de Tigres de Achanakmar.
 
De 25 pueblos en la zona central de la Reserva, seis fueron desplazados en diciembre de 2009. Estas ‘reubicaciones’ se realizaron de manera unilateral y sin cumplir con la FRA. A los habitantes se les prometió un programa de compensación fija de 10 lakhs Rs (1 millón de rupias o aproximadamente 13.000 dólares) y servicios básicos en los nuevos asentamientos: 5 acres de tierra laborable para cada familia (aproximadamente 2 hectáreas), casas, escuela, mejor atención médica y oportunidades de sustento. Sin embargo, cuando terminó el proceso de ‘reubicación’, las nuevas ubicaciones no estaban listas y cada hogar recibió solo unas escasas 5.000 Rs en efectivo (aproximadamente 68 dólares) y 45.000 Rs en sus cuentas bancarias (aproximadamente 616 dólares). A las familias ‘reubicadas’ que ahora viven en el borde del bosque se les ha restringido estrictamente la recolección de cualquier cosa, incluida la leña. La tierra agrícola que les dieron es de mala calidad y no es realmente viable para la agricultura. Los indígenas Baiga y otras comunidades del bosque dicen que no tienen otras opciones para su sustento fuera de los bosques y ahora se ven obligados a trabajar en labores de construcción en zonas urbanas.

¿A dónde se encamina la Conservación Sin Gente?

Estos casos son solo ejemplos característicos de cómo el paradigma de conservación dominante actúa en desmedro de las comunidades del bosque.
 
¿Por qué el gobierno de la India y su burocracia forestal son tan implacables a la hora de desplazar a las comunidades del bosque de sus hogares y bosques comunales, en manifiesta violación de su propia ley? ¿Por qué algunas de las grandes ONG conservacionistas siguen promoviendo un paradigma de conservación racista que discrimina a las comunidades del bosque?
 
Estas preguntas se acentúan cuando se permite que agencias de desarrollo y grandes empresas, como las constructoras de carreteras y represas y las mineras, destruyan bosques, incluso dentro de las zonas de conservación de vida silvestre designadas oficialmente. Una mirada a las actas publicadas recientemente por la Junta Nacional de Vida Silvestre, la organización nodal para la conservación de la vida silvestre en la India, revela que los bosques bajo Áreas Protegidas están siendo masacrados con una frecuencia que causa alarma. (4)
 
Por ejemplo, la Junta autorizó que se instalara una mina de carbón en la periferia de un Santuario de Vida Silvestre en Telengana, para lo cual ‘derivó’ unas 3.300 hectáreas de bosques de una zona eco-sensible (zona que rodea las Áreas Protegidas donde no se permiten actividades de desarrollo) el 7 de agosto de 2021. De manera similar, el 5 de enero de 2021 se autorizó la construcción de una carretera de cuatro carriles en la zona eco-sensible fuera de la Reserva de Tigres de Rajaji en Uttarakhand, donde los funcionarios del Departamento Forestal siguen persiguiendo a la comunidad indígena seminómada Van-Gujjar, ignorando todos los reclamos presentados en el marco de la FRA. (5) También se aceptó otro proyecto vial que implica la destrucción de unas 60 hectáreas de bosques dentro del Santuario de Vida Silvestre Dibang en Arunachal Pradesh, en el noreste montañoso. Se permitieron más actividades de tala de bosques en Arunachal, para la construcción de líneas de transmisión dentro de la Reserva de Tigres de Namdapha. Además, en el Santuario Trans-Himalaya Changthang en Ladakh, donde viven, entre otros animales en peligro de extinción, el escurridizo leopardo de las nieves y el Kiyang (caballo salvaje del Himalaya), se cedieron 188 hectáreas para la construcción de carreteras. Hubo más proyectos de autopistas y trenes rápidos que obtuvieron las aprobaciones finales en Rajasthan (carretera Greenfield de ocho carriles en la Reserva de Tigres de Mukundra) y en Maharashtra (proyecto de trenes rápidos Mumbai-Ahmedabad en el Parque Nacional Sanjay Gandhi). Además, se autorizó la presentación de más propuestas de construcción de carreteras en el estado de Sikkim, en el Himalaya.
 
El 27 de abril de 2022, las autoridades del parque de la Reserva de Tigres de Sariska en Rajasthan –la infame Área Protegida sin tigres (se han introducido tigres desde que se extinguieron en 2004)– (6) comenzaron a reubicar un pueblo entero mientras numerosas minas son operadas por poderosos grupos mafiosos. (7) Se prevé la reubicación de seis comunidades más en 2022, según las autoridades. (8) Una estimación reciente de la Autoridad Nacional para la Conservación del Tigre (NTCA) cuenta hasta 46.000 familias que residen en las Reservas de Tigres (9), y por aproximadamente 60.000 millones de rupias crores (más de 744.000 millones de dólares) los irían a despojar de sus bosques y tierras.
 
Para la NTCA, el Departamento Forestal y sus ONG aliadas, éste es el camino a seguir, porque, para ellos, no puede haber ‘conservación’ a menos que de una forma u otra se excluya y desplace a las comunidades del bosque. Ésa es la base de este modelo profundamente racista de ‘conservación sin gente’ ¡que ignora totalmente a la FRA e incluso a la constitución del país!
 
Reconocer los derechos de las comunidades que han vivido en y con el bosque durante generaciones resulta claramente una amenaza para los intereses de las grandes ONG conservacionistas, los funcionarios forestales, los políticos locales, un sector de los medios y la NTCA.
 
Soumitra Ghosh
All India Forum of Forest Movements (AIFFM  – Foro de toda la India de Movimientos de los Bosques)
 
 
(1) Por más información ver: Boletín 217 del WRM, La deforestación financia más plantaciones: el nuevo Proyecto de ley del Fondo de Forestación Compensatoria en la India, 2015; Boletín 250 del WRM, La pandemia en los bosques en India: escalada de ataques a las comunidades, 2020; y Boletín 246 del WRM, India: dinero de la minería, la deforestación y la conservación, 2019.
(2) Luchas por el derecho a vivir en bosques declarados Áreas Protegidas en India.
(3) Idem (2)
(4) Ministerio sobre Medioambiente, Bosques y Cambio Climático, Actas de la 66va Reunión del Comité Actual de la Directiva Nacional para la regulación de la Vida Silvestre, 2022.
(5) Counter Currents, Covid becomes excuse to attempt eviction of Rajaji National Park forest dwellers, 2022.
(6) Hidustan times, Sariska’s tiger population goes up to 20 with three new cubs, 2022.
(7) Down to Earth, Despite ban, mines thrive in Sariska reserve, also SCC Blog, Forest Guard mowed down by mining mafia in Sariska: Tribunal asks authorities to take further remedial measures to enforce law of land, 2021, and Down to Earth, Order of the National Green Tribunal regarding illegal mining in Sariska, Rajasthan, 2021.
(8) The Times of India, Rajasthan: Villagers leave their homes so tigers can live, 2022.
(9) Gobierno de la India, Actas de la 18a Reunión de la NTCA, 2020.