Más de 7 meses lleva la lucha del pueblo de Esquel, en la Patagonia argentina, contra las pretensiones de la canadiense Meridian Gold Inc. de explotar una mina de oro en el Cerro 21. De las movilizaciones y los "escraches" (manifestaciones masivas frente al domicilio de las personas responsables) al plebiscito popular y las acciones legales, de la clausura simbólica del acceso al campamento y las pintadas y murales a los "pu trawun" (parlamentos) del Pueblo Mapuche y el Foro del NO. La ciudad cordillerana ubicada a 2000 km al sudoeste de Buenos Aires se ha convertido en un referente nacional de la lucha contra la minería y el avance de las corporaciones en la vida económica y política del país.
Esta localidad del noroeste de la provincia de Chubut fue sede del "Primer Foro del NO" organizado por la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel (VAE). Entre los días 4 y 7 de junio confluyeron allí miembros de organizaciones de derechos humanos, sindicales, sociales, indígenas, ambientalistas, asamblearias, de mujeres, medios comunitarios de comunicación y plataformas de lucha contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y las consecuencias de la globalización neoliberal. La misma lucha contra la minería y la preservación del medioambiente que permitió a muchos esquelenses comprender las demandas del Pueblo Mapuche y solidarizarse con él, despejó el terreno para que durante 4 jornadas el ¡No a la Mina! también fuera ¡No! al ALCA, al remate de la Patagonia, a los desalojos de las familias aborígenes, a la entrega de los recursos naturales, a la judicialización del conflicto social, a la guerra. Todos esos NO que sintetizaban un Sí a la Vida.
Si bien en los últimos meses en la ciudad no se registraron nuevas amenazas contra los vecinos devenidos referentes 'antimina', ni intimidaciones por parte de los miembros de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y otros sectores cercanos al gobierno provincial, la tensión se trasladó a las comunidades mapuche. A mediados de marzo la policía local intentó desalojar a la familia Fermín de la comunidad Vuelta del Río. El operativo incluyó la destrucción total de una vivienda, aunque el juez de Instrucción de Esquel, José Colabelli, dijo haber ordenado sólo el 'lanzamiento' de los originarios. Actualmente existe la posibilidad de que se inicie un juicio político al magistrado por presunta aversión hacia el Pueblo Mapuche y porque su esposa es titular de una mina de cuarzo en la región.
En esa misma área, noroeste de Chubut, unas 20 familias de la comunidad originaria Cushamen recibieron notificaciones de cateo por parte de la empresa Teck de Argentina (subsidiaria de la canadiense Teck Gold), que está interesada en localizar minerales de primera y segunda categoría en una superficie de 10 mil hectáreas. También a la comunidad Cerro Centinela (en la Cordillera de los Andes) llegaron notificaciones: la pretensión de catear otras 10 mil hectáreas, pero ya no de árida (aunque viva) estepa, sino de bosques y nacientes de agua.
En tanto, quedó en evidencia la engañosa legislación provincial sancionada después del plebiscito del 23 de marzo (donde el 81% de los esquelenses dijo No a la Mina). En efecto, recientemente se supo que muy pocas ONGs ambientalistas participarán de las comisiones de reglamentación de la norma que prohibiría la minería a cielo abierto y la lixiviación con cianuro, aunque contemplaría zonas de excepción. Los vecinos de Esquel y la comarca quedarían excluidos del debate por no tener personería jurídica. El ánimo de las autoridades una vez más quedó en evidencia: jugar a escuchar al pueblo pero gobernar a sus espaldas.
Por otra parte la reciente llegada del justicialista Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación despierta expectativas dispares. Su origen patagónico alimenta las esperanzas de algunos, al igual que su aparente honestidad en la gestión pública. Sin embargo, otros no olvidan que siendo gobernador de Santa Cruz inició la explotación del yacimiento aurífero Cerro Vanguardia.
Actualmente las obras en el Cerro 21 se encuentran paralizadas por un dictamen judicial, aunque ello no implica que Meridian Gold haya renunciado al Proyecto Cordón Esquel. La compañía aclaró que se tomará un año para rediseñar su estrategia comunicacional y revertir su mala imagen; hasta lograrlo trasladaría su enclave administrativo a un pueblo de la meseta.
En tanto, los vecinos de Esquel siguen buscando nuevas formas y espacios para expresar y enriquecer su oposición a la explotación de la mina de oro. De la asamblea local al debate sobre la sociedad global, del plebiscito al Parlamento Mapuche, de la marcha al mural. La resistencia al proyecto minero adquiere diferentes formas y continúa proyectándose hacia el resto del país.
Por: Hernán Scandizzo, correo electrónico: herscan@data54.com