En nuestra edición anterior (boletín del WRM Nº 110) publicamos una sección sobre “lo peor en certificación de plantaciones” que incluyó el caso del Consejo del Sistema Pan Europeo de Certificación Forestal (PEFC, por su sigla en inglés), un programa de promoción de planes de certificación nacionales.
El sistema australiano de certificación forestal AFS (Australian Forestry Standard), creado por la industria maderera y el gobierno de ese país y sus agencias, es el miembro australiano del Consejo del PEFC. Es también un elemento importante del sistema de certificación AFCS (Australian Forest Certification Scheme), iniciado en 2000 para brindar un “programa australiano de certificación forestal”.
Al igual que otros planes de certificación, AFS contribuye a la expansión de grandes monocultivos de árboles al permitir la conversión de bosques a plantaciones. Otro atributo negativo es que ha recibido duras críticas de ONGs ambientalistas locales. Ya en 2002 las organizaciones no gubernamentales ecologistas habían expresado en una carta su completo rechazo al sistema AFS.
Las ONG explicaban que como resultado de que sus inquietudes seguían sin ser tenidas en cuenta, a principios de ese año se habían retirado del proceso de formulación de la norma AFS pues “no había ningún compromiso con los intereses ambientales en los términos de referencia de la Norma ni en el Comité Directivo. El gobierno federal australiano y la industria maderera elaboraron los términos de referencia sin consultar a las ONG ambientalistas ni a otras partes interesadas”. También refirieron que “los reiterados intentos de las ONG ambientalistas por resolver esas desigualdades fueron rechazados por quienes conducían el proceso de formulación de la Norma”.
Standards Australia – que se describe a sí mismo como el máximo organismo no gubernamental normativo australiano que garantiza la formulación efectiva de normas, había recibido las objeciones de las ONG ambientalistas pero no hizo intento alguno de responder a sus inquietudes ambientales, especialmente la tala de bosques primarios, la conversión de bosques y de vegetación nativa a plantaciones, la tala rasa y el uso inapropiado de productos químicos.
Todas las ONG ambientalistas se retiraron del proceso en 2002 debido a la falta de participación significativa y por el contenido de la norma preliminar. Puesto que desde entonces se desarrolló y concluyó la AFS sin participación, apoyo ni aprobación del sector de las ONG ambientalistas, éstas temen que el gobierno australiano y la industria maderera intenten hacerse propaganda con otros programas de certificación o hacer pasar engañosamente esta norma como independiente y apoyada por las partes interesadas ambientalistas.
En una carta abierta publicada en octubre de 2005, las ONG ecologistas nacionales de Australia denunciaron que “a pesar de que no hay una Norma formal acreditada y de que no hubo participación de las ONG, de los materiales de una organización acreditada parece desprenderse que su acreditación se dio en virtud de una ‘Norma’ AFS, mientras que los materiales que están en el sitio web de AFS Ltd parecen implicar la participación continuada de ONGs ambientalistas”. Declararon que “las ONG ambientalistas no respaldan, ni lo han hecho en el pasado, ninguno de los procesos de establecimiento de normas dado que las normas preliminares provisionales presentes y pasadas autorizan la certificación de la madera proveniente de la tala de bosques nativos (incluidos los que son hábitat de especies amenazadas y los bosques primarios) para convertirlos en plantaciones de una única especie, así como el envenenamiento de la vida silvestre nativa, y siguen excluyendo a las ONG de toda participación significativa en los procesos de establecimiento de normas”.
El mal desempeño de AFS, que no es independiente ni tercero, se suma a su responsabilidad en tanto promotor de los “desiertos verdes” y su pesada carga para el medio ambiente y las comunidades.
Artículo basado en información obtenida de: “Open letter to European Union Environment and Trade Ministers, timber retailers, consumers and other interested parties”, junio de 2003; “Open letter from Australian national ENGO’s campaigning for forest protection and sustainable forest management”, octubre de 2005, enviados por Jutta Kill, FERN, correo-e: jutta@fern.org