Cada vez que el Banco Asiático de Desarrollo (ADB por sus siglas en inglés) financia un proyecto, crea un problema para el gobierno que recibe el préstamo. El proyecto debe producir dinero para que el gobierno pueda pagarle el préstamo al Banco. Esto parece ser un concepto simple de economía, pero cuando el Banco otorga préstamos a proyectos de explotación forestal, significa que los bosques deben producir ganancias. La forma más fácil de convertir los bosques en ganancias es talar sus árboles. Los impactos sociales y ambientales de esta acción son a menudo devastadores. Por otra parte, los proyectos que garantizan los derechos de las comunidades a acceder, usar, proteger y vivir en los bosques o en sus cercanías, a menudo son menos populares entre los gobiernos ya que no es muy probable que aporten grandes sumas de dinero a las arcas gubernamentales.
Teniendo en cuenta este problema fundamental de los préstamos del ADB al sector forestal, la formulación de una nueva política de bosques podría resultar positiva, especialmente si establece un sistema regulatorio que asegure la protección de los bosques de la región y las formas de vida y sustento de sus pobladores. Una política que se basara, por ejemplo, en salvaguardas para los derechos de los Pueblos Indígenas y en la realización obligatoria de evaluaciones de impacto ambiental y social para todos los proyectos que afecten a los bosques, podría ser al menos un buen comienzo.
En junio de 2000, el ADB comenzó una revisión de su política sobre bosques de 1995. Dos años más tarde, esta revisión se convirtió en un "Borrador de Política Forestal". El borrador de política no es en absoluto una política. Más bien es un documento de posicionamiento del Banco que expresa sus puntos de vista sobre los bosques de la región.
Es de esperar que una política forestal contenga, por ejemplo, una explicación de las políticas, los principios y las normas que el Banco aplicará en aquellas operaciones de préstamo que afecten a los bosques. Podría explicar la forma en que el Banco pretende garantizar el cumplimiento de la política por parte del personal del Banco. Por el contrario, el borrador de política forestal de junio de 2002 es apenas algo más que un documento de opinión basado en informes escritos por consultores contratados por el ADB.
Si bien el ADB resalta que los mil millones de dólares que prestó para proyectos de explotación forestal entre 1980 y 1999 representan sólo 1,5% del total de préstamos del Banco, muchos otros proyectos financiados por el Banco han causado impactos sobre los bosques. La financiación otorgada por el Banco a represas hidroeléctricas, programas de irrigación y redes de carreteras y transporte, transmisión eléctrica y proyectos que promueven cultivos y agricultura comercial han tenido impactos importantes sobre los bosques. El borrador de política se centra en proyectos de explotación forestal y excluye cualquier mención sobre el impacto que tienen en los bosques los proyectos de infraestructura y otros proyectos financiados por el Banco.
Como sugiere el subtítulo del borrador de política forestal, "Bosques para todos y para siempre", el Banco y sus consultores presentan una opinión optimista de la participación del ADB en el sector forestal. Por ejemplo: "El ámbito de política en el cual la asistencia del ADB ha tenido el mayor impacto es el manejo comunitario de los recursos naturales. La participación de las comunidades en el desarrollo y la gestión de los recursos de los bosques es importante en función de la trascendencia que el ADB otorga al tema de la pobreza". Sin embargo, en Laos, un "Proyecto de Plantaciones Industriales de Árboles" financiado por el ADB ha apoyado a una compañía privada que ha reemplazado bosques, tierras agrícolas y de pastoreo manejados por comunidades, por plantaciones de monocultivos de eucalipto. Las comunidades locales han sido efectivamente excluidas de la gestión de sus recursos por el proyecto de explotación forestal del ADB.
En Camboya, el ADB ha apoyado en forma sistemática a compañías privadas y concesiones madereras, que excluyen totalmente a las comunidades locales. En 2000, el Banco publicó una evaluación de las concesiones otorgadas en la que describía el "fracaso total del sistema" de concesiones; sin embargo, el Banco omitió recomendar que las concesiones debían ser canceladas.
La frase de Walden Bello "congestión de metas" se podría usar perfectamente para describir el borrador de política forestal del ADB de junio de 2002. En un documento reciente, Bello describe cómo el personal del Banco está intentando desesperadamente cumplir las distintas condiciones que los accionistas han adjuntado a los préstamos en los últimos años: reducción de la pobreza, desarrollo social, desarrollo sustentable, promoción del bienestar de la mujer y políticas de buen gobierno. El borrador de política forestal hace igualmente hincapié en estas condiciones, pero los proyectos que se van a instrumentar son las mismas intervenciones tecnocráticas de siempre. Los nombres de los proyectos pueden cambiar, por supuesto. Por ejemplo, la Fase II del "Proyecto de Plantaciones Industriales de Árboles" del ADB en Laos, cuyo comienzo está previsto para este año, se llamará "Plantaciones de Árboles para el Mejoramiento del Sustento". Ambos proyectos incluyen el establecimiento de aproximadamente 10.000 hectáreas de plantaciones de árboles de crecimiento rápido, básicamente para el sector de la producción de celulosa y papel. Pero las plantaciones que en la fase I eran "industriales", en la fase II se transformaron milagrosamente en plantaciones "para el mejoramiento del sustento".
Bello cita las declaraciones de un miembro anónimo de personal superior del Banco que afirmó: "La gente está perdida y desconcertada, y la mayoría no tiene idea siquiera de cómo comenzar... Se plantean todas estas nuevas metas, pero las viejas herramientas, las antiguas metas, no desaparecieron. Hay que lograr de alguna forma incluir "mujer y desarrollo" en el diseño del proyecto, y nos amonestan si no sabemos introducirlo de la forma que sea. El resultado es una incoherencia".
El borrador de política forestal del ADB pone en evidencia el dilema al que se enfrenta el Banco. Si bien habla de sustentabilidad ambiental y alivio de la pobreza, la realidad es que sus proyectos deben producir ganancias. El borrador de política forestal analiza "sendas paralelas" de crecimiento económico y sustentabilidad ambiental:
"La meta esencial de la nueva política forestal es apoyar a los gobiernos de los PMD [Países Miembros en Desarrollo] para aprovechar todo el potencial de conservación y desarrollo de sus bosques y a maximizar el impacto de sus inversiones en el sector forestal sobre la reducción de la pobreza. Esto requiere enfoques que transiten por sendas paralelas. Una senda debe apoyar medidas tendientes a obtener el mayor crecimiento económico posible en base al bosque y el desarrollo social dentro de las restricciones impuestas y las oportunidades generadas por la segunda senda que promueve la sustentabilidad ambiental".
La metáfora del Banco es un buen ejemplo de la visión distorsionada de la realidad que impera en el ADB. El personal y los consultores del Banco parecen ignorar tranquilamente que "el crecimiento económico más rápido posible en base al bosque" (talar los bosques y vender la madera) tiene muy poco que ver con el desarrollo social y la sustentabilidad ambiental.
Por Chris Lang, correo elecrónico: http://chrislang.org
Una crítica de la política forestal del ADB estará próximamente disponible en el sitio www.wrm.org.uy . Amigos de la Tierra Internacional está coordinando la recolección de firmas de adhesión para una carta al ADB; para obtener más información, contactar a Rod Harbinson, correo electrónico: rod@foei.org , antes del 28 de mayo de 2003.