Los cisnes de cuello negro tenían como hábitat el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter del río Cruces, sitio Ramsar, ubicado en la zona norte de la ciudad de Valdivia, en la X región. El cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus) es un ave migratoria nativa de América del Sur. Su paisaje son los humedales del sur de Brasil, Uruguay, casi toda la Argentina y Chile desde la IV hasta la XI región. Se alimenta de vegetales y en el río Cruces de un alga, el luchecillo. Además de que el cisne de cuello negro pasó a formar parte de la identidad local, el Santuario del Río Cruces permitió el desarrollo de una importante corriente turística que resultaba una fuente de ingresos y de trabajo importante para los lugareños.
A principios de 2004, 32 kilómetros al sudoeste del humedal comenzó a funcionar la fábrica de celulosa Arauco y Constitución (CELCO), filial forestal del Grupo Angelini. La fábrica funciona con sistema de blanqueo ECF (que utiliza dióxido de cloro) alimentada de pinos de extensas plantaciones de monocultivos, y descarga sus efluentes en el río Cruces.
No había transcurrido un mes de que hubiera comenzado a funcionar la fábrica cuando las comunas de San José de la Mariquina por el Oeste (a cerca de 6 Km de la planta), Lanco y Loncoche por el Norte (a unos 30 Km) y Valdivia por el sur (a cerca de 60 Km), protestaron por los insoportables olores que provenían de la fábrica (Ver Boletín Nº 83 del WRM). En octubre del mismo año surge la alerta por una anormalidad en el humedal, que se corroboró ante la presencia de cisnes muertos y moribundos, lo cual se atribuyó a la falta de alimento, pues se encontró que el luchecillo y otras algas estaban secos. La Universidad Austral de Valdivia presentó un informe en el que demostró que los metales pesados (aluminio incluido) que la papelera arrojaba al agua habían destruido el luchecillo, provocando la muerte de 500 aves sobre un total de 5.000 que rápidamente emigraron.
Por otra parte, el diagnóstico de un informe de la World Wildlife Foundation dado a conocer el 22 de Noviembre 2005, confirma las reiteradas denuncias que el movimiento ciudadano de Valdivia había venido realizando durante más de un año, y que han permanecido sin respuesta por parte de las autoridades. A su vez, el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile llevó a cabo un análisis de concentración de dioxinas y furanos policlorados en tejidos de cisnes de cuello negro (“Estudio sobre origen de mortandades y disminución poblacional de aves acuáticas en el Santuario de la naturaleza Carlos Anwandter en la provincia de Valdivia”), realizado por un laboratorio de Estados Unidos. Los resultados muestran presencia de dioxinas y furanos policlorados, lo que da cuenta de que las fábricas de celulosa que realizan el blanqueo con dióxido de cloro emiten dioxinas y furanos, sustancias de extrema toxicidad, persistentes y bioacumulables en el ambiente.
Ante la catástrofe del río Cruces, la población de Valdivia, con sus 320 mil habitantes, respondió de inmediato con la creación de una asociación: Acción por los Cisnes. La multitudinaria e incesante participación y denuncia le dio al problema ambiental una estatura política que llevó el caso al ámbito internacional. Incluso, algunos eurodiputados se interesaron por la catástrofe y promovieron una revisión del Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Chile. No obstante, esto resulta irónico ya que los países del Norte son los que han promovido un consumo insustentable del papel y su demanda de materias primas es un factor que incentiva la exportación de celulosa desde el Sur, con los desastres sociales y ambientales que ello acarrea. La producción de celulosa para exportación se ha venido instalando en muchos países del sur, pródigos en tierras productivas, climas benignos, mano de obra barata y gobiernos endeudados. El buen negocio para algunos se hace a costa del ambiente y las poblaciones locales, que sufren a dos puntas: por los efectos destructivos de los monocultivos forestales y por la contaminación de la industria de la celulosa.
Si bien durante 2005 la fábrica de CELCO fue objeto de multas y clausuras temporarias impuestas por la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), la empresa sigue contando con el apoyo del gobierno chileno. Para muchos ecologistas, la CONAMA había sido presionada bajo la presidencia de Eduardo Ruiz-Tagle para aprobar el proyecto de la planta.
Mientras tanto, los cisnes han muerto o emigrado, la fábrica sigue contaminando, los vecinos continúan empobreciéndose con la desaparición de las actividades turísticas y la contaminación de sus cultivos, y su salud es afectada por las emisiones y efluentes de la fábrica. Pero también continúa sin tregua la movilización del pueblo de Valdivia en defensa de su biodiversidad. El Movimiento Ciudadano Acción por los Cisnes, el Consejo de Lonko de Pikunwijimapu, la Comunidad Indígena del Tralcao y la Asociación Gremial de los Armadores de Valdivia han presentado dos acciones legales, que están en tramitación: una investigación criminal en la Fiscalía de Valdivia y una demanda ante el Consejo de Defensa del Estado. Además, desde que la Planta Valdivia de CELCO entró en operación se han interpuesto dos Recursos de Protección, si bien ambos fueron revocados. Tampoco han cesado las movilizaciones. En enero de este año, más de 2 mil personas marcharon en contra de la contaminación de los ríos valdivianos y reclamando el cierre de Celco.
La consigna es: ¡por una nueva región de los ríos, sin contaminación! "No queremos que en un año nos digan que el Santuario está contaminado, porque eso todos lo saben, nosotros pedimos que se cierre Celco, ya que es un secreto a voces que esa empresa es la responsable del desastre ecológico”, señaló José Araya, del grupo Acción por los Cisnes.
Artículo basado en información obtenida del sitio de Acción por los Cisnes, http://www.accionporloscisnes.org/ ; “Las papeleras de Michelle”, Por Eduardo Basz, http://www.rionegro.com.ar/arch200602/01/o01j01.php; “Plantas de celulosa que utilizan dióxido de cloro emiten dioxinas y furanos: la evidencia chilena”, comunicado de RAPAL-Uruguay, 8 de noviembre 2005, http://www.guayubira.org.uy/celulosa/evidencia.html