Los bosques son muy importantes para las personas que viven dentro de ellos o en sus alrededores y que obtienen su sustento de los mismos. Sin embargo el uso de los bosques que hacen los pueblos para su subsistencia diaria, su provisi�n de alimentos, medicinas, cobijo y producci�n agr�cola, y para su bienestar social, cultural y espiritual, en general se menosprecia o se ignora. La visi�n dominante reflejada con frecuencia en la toma de decisiones y elaboraci�n de pol�ticas en el �rea forestal es considerar los bosques como un recurso f�sico con un valor econ�mico y comercial que puede proporcionar ingresos al estado, empresas privadas y personas individuales, y no como un recurso social.
El "control estatal de tierras y recursos forestales" fue un concepto introducido e impuesto durante el per�odo colonial, cuando ya exist�an otros sistemas tradicionales de uso del recurso y de manejo de la propiedad. Este conflicto entre pueblo y estado por visiones diferentes sobre la tierra y los bosques est� aumentando, especialmente porque est� afectando a pueblos o grupos cuyo sustento depende de los bosques. Entre ellos, las mujeres han experimentado impactos graves debido a los cambios en el manejo de los bosques, la p�rdida de recursos forestales y los cambios en las formas de sustento producidos por esas pol�ticas estatales.
Estos impactos se analizan en detalle en el libro sobre G�nero, Bosques y Sustento Rural, publicado recientemente por Vanessa Griffen de APDC (Asian and Pacific Development Centre) "Seeing the Forest for the People". Los estudios muestran los cambios m�s importantes que se producen en las formas de sustento y las relaciones de g�nero cuando las mujeres pierden acceso a los recursos del bosque o pierden el control sobre ellos. Las mujeres "se est�n volviendo cada vez m�s marginadas e invisibles, al mismo tiempo que sus derechos tradicionales, conocimientos y uso de la tierra y los bosques son cambiados por leyes sobre la tierra y pol�ticas forestales que reducen el acceso de la mujer a los recursos productivos".
Los estudios documentan que los cambios "han afectado principalmente a las mujeres, dado que las mujeres tienen menos opciones econ�micas que los hombres en todos los pa�ses". Las mujeres tambi�n est�n perdiendo su posici�n social tradicional y su poder de toma de decisiones en el hogar y la comunidad, a medida que aumenta su dependencia f�sica y econ�mica de los hombres. "El conocimiento tradicional y el uso de los recursos del bosque por parte de las mujeres se est�n perdiendo a medida que los sistemas de producci�n tradicionales cambian debido a la p�rdida de recursos y a la instrumentaci�n de proyectos forestales en los que participan s�lo hombres, que por lo tanto ganan acceso a nuevos conocimientos, capacidades t�cnicas e ingreso".
La globalizaci�n tambi�n est� ejerciendo su impacto sobre las comunidades del bosque y los hombres se ven forzados a emigrar para buscar trabajo, "mientras que las mujeres se quedan con las responsabilidades productivas y reproductivas y deben mantener sus hogares. Las mujeres deben responder a problemas de suministro de alimento, agua y combustible, y tambi�n se deben hacer cargo del cuidado de los hijos y los adultos mayores".
Como parte del proceso de globalizaci�n, los bosques est�n siendo convertidos en plantaciones de monocultivos orientados al mercado mundial, lo que lleva a la p�rdida de biodiversidad. Para las mujeres, la p�rdida de ecosistemas con los que est�n familiarizadas implica la desaparici�n de recursos productivos que ellas utilizan para obtener alimentos, combustible y agua, y para satisfacer otras necesidades.
Los comentarios finales del libro son de extrema importancia para ser tomados en cuenta en el debate internacional sobre bosques: "Los bosques no significan solo �rboles y recursos f�sicos. Son un medio ambiente social y cultural, adem�s de ser vitales para el sustento rural, la identidad cultural y la sustentabilidad de los pueblos. Las desigualdades econ�micas, sociales y culturales generadas por la p�rdida de recursos del bosque y formas de sustento rural afectan principalmente a las mujeres. Si esta visi�n sobre los bosques no cambia dentro del sector forestal, se fortalecer�n nuevas formas de desigualdad de g�nero y dominaci�n masculina y patriarcal".