El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) es el principal mecanismo intergubernamental para tratar los problemas ambientales "mundiales", con inclusión de la pérdida de la biodiversidad. Es también el principal vehículo de financiación del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de la ONU. Desde que el FMAM sefundó en 1991, entre el 30% y el 50% de su gasto anual en conservación ha sido destinado a proyectos relacionados con los bosques. Hasta junio de 2003 el FMAM había financiado 150 proyectos de conservación de bosques por un total de US$ 778 millones. La mayor parte de estos proyectos han sido ejecutados por el Banco Mundial, y en su mayoría han apoyado el establecimiento o la expansión de zonas protegidas, que continúan siendo la "piedra fundamental" del apoyo del FMAM a la conservación de la biodiversidad. Muchos de estos proyectos asistidos por el FMAM han afectado tierras tradicionalmente ocupadas y utilizadas por Pueblos Indígenas. Sin embargo los Pueblos Indígenas han declarado reiteradas veces que estos planes de conservación a menudo no respetan sus derechos y socavan sus formas de sustento tradicionales.
Basándose en una serie de estudios de caso --pasados, recientes y actuales-- de proyectos del FMAM para la conservación y el uso sustentable (en Perú, Guyana, México, Panamá, Camerún, Uganda, India, Filipinas y Bangladesh), un estudio reciente elaborado por elPrograma para los Pueblos de los Bosques ha procurado analizar estos problemas. El estudio concluye que aunque en algunos temas se ha progresado, en especial gracias al Programa de Pequeños Subsidios del FMAM,a algunos proyectos y programas de conservación del FMAM todavía les cuesta respetar los derechos y formas de subsistencia de las comunidades indígenas.
Una de las conclusiones clave es que los proyectos del FMAM siguen tendiendo a tratar a los Pueblos Indígenas como “beneficiarios” más que como titulares de derechos. Los programas de biodiversidad del FMAM también financian el establecimiento legal de zonas protegidas sin garantizar primero que existan los mecanismos para asegurar el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades indígenas afectadas. Algunos proyectos del FMAM han provocado la merma de los medios de subsistencia, el reasentamiento forzoso y el incremento en la aplicación de leyes antipopulares y de políticas de conservación excluyentes, especialmente en los proyectos del FMAM en África y Asia. Otras conclusiones preocupantes son que los proyectos del FMAM no han logrado la participación adecuada de las comunidades afectadas en la elaboración de los proyectos y que en las evaluaciones sociales no se enumeran los asuntos críticos relacionados con la ley, los derechos y la cultura. Además, este estudio encontró que:
- A veces, intervenciones "alternativas" erradas en los medios de subsistencia dejan a las familias y comunidades afectadas en peor situación económica, con menor seguridad y mayor dependencia del mercado y el trabajo asalariado.
- A menudo se sigue considerando que las subvenciones grandes y medianas son intervenciones verticales, de arriba a abajo, de parte de organismos gubernamentales o grandes ONG conservacionistas internacionales.
- En los proyectos del FMAM, los Pueblos Indígenas no participan en forma efectiva en la toma de decisiones; esto ocurre incluso en algunos proyectos dirigidos específicamente a Pueblos Indígenas.
- Las comunidades indígenas no siempre tienen conciencia de la participación del FMAM en los proyectos que las afectan.
- Algunos proyectos dirigidos específicamente a Pueblos Indígenas no aplican los componentes progresistas establecidos en los acuerdos sobre las subvenciones o en los planes de los proyectos, como por ejemplo la protección de los derechos sobre la tierra, la protección y el respeto de los conocimientos tradicionales.
- Muchas veces en los proyectos se introducen nuevas instituciones que no se apoyan en las instituciones y estructuras decisorias tradicionales del lugar, y que pueden incluso debilitarlas.
Si se analiza la administración, la responsabilidad y las políticas del FMAM, puede concluirse que muchos de los problemas corrientes de los proyectos delFMAM se originan, al menos parcialmente, en un marco para sus políticas anticuado e incompleto y en errores en los mecanismos de aplicación y control. A este respecto se hace resaltar que los organismos encargados de la aplicación, como el Banco Mundial, siguen sufriendo de fallas sistémicas en la aplicación de sus propias políticas sociales y ambientales obligatorias: un problema continuado, señalado en las recientes revisiones oficiales de la aplicación de parte del Banco de suPolítica sobre Pueblos Indígenas (OD 4.20).
Se señala que hay indicios de que el FMAM procura responder a algunas de las críticas antes mencionadas. Por ejemplo, ha lanzado una revisión de los beneficios locales en los proyectos del FMAM (que se publicaría en 2005) y ahora tiene planes para la elaboración de indicadores sociales y de participación. En América Latina, el FMAM ha comenzado a dar su apoyo a zonas de conservación comunitarias, y hay unos pocos casos de proyectos medianos que empiezan a ser preparados y aplicados por Pueblos Indígenas. Sin embargo, este tipo de proyecto progresista todavía tiende a ser la excepción más que la regla. Otra información fundamental aportada por el estudio es que incluso los proyectos del FMAM-Banco Mundial cuya intención es "hacer el bien" pueden terminar haciendo daño en caso de que los mecanismos de administración, aplicación y participación del proyecto fracasen al ponerlos en práctica [por ejemplo, el Proyecto de Participación Indígena en el Manejo de Áreas Naturales Protegidas de la Amazonía Peruana - PIMA].
Las organizaciones indígenas y las ONG que las apoyan insisten en que no alcanza con enfocar por partes el tema de los Pueblos Indígenas en los proyectos del FMAM: lo que hace falta es un análisis completo de las políticas y los procedimientos de supervisión del FMAM. Como dijo una portavoz indígena en una reunión con elFMAM paralela a la séptima conferencia de las partes del CDB:
"Recibimos con agrado el apoyo creciente del FMAM a las zonas conservadas por indígenas en algunas partes de América Latina, pero siguen quedando preguntas: ¿Cómo garantizará el FMAM que se reconozca y respete nuestros derechos en todos sus proyectos de conservación en todos los continentes donde actúa? Por ejemplo, queremos saber de qué forma las políticas y los proyectos del FMAM respetarán el derecho de los Pueblos Indígenas al libre consentimiento previo e informado”. [Esther Camac, febrero de 2004]
La parte final de este estudio exhorta al FMAM a adoptar un enfoque fundamentado en los derechos, fortalecer sus propios mecanismos de instrumentación y rendición de cuentas y adoptar una política específica obligatoria sobre Pueblos Indígenas. Al mismo tiempo, se recomienda que el FMAM actualice todas sus políticas sobre biodiversidad para garantizar el pleno acuerdo de las mismas con las normas internacionales sobre Pueblos Indígenas y conservación, con inclusión de las normas establecidas en virtud del CDB y las mejores prácticas acordadas en el Plan de Acción y la lista de Recomendaciones de la UICN,redactado en Durban en 2003.
Por Tom Griffiths, Forest Peoples Programme, correo-e: tom@forestpeoples.org , http://www.forestpeoples.org