Para facilitar la transparencia y obtener orientación durante la implementación de su nueva política de bosques, el Banco anunció que establecería un Grupo Asesor Externo (EAG) con el que interactuar. El grupo ‘tendría la tarea de proporcionar asesoramiento independiente” sobre bosques al Banco, ‘y tendría derecho a hacer públicas esas recomendaciones’. Este grupo incluiría integrantes provenientes de los gobiernos clientes, los pueblos indígenas, las comunidades locales, la sociedad civil, el sector privado, la ‘comunidad internacional de los bosques’, y las agencias bilaterales y multilaterales. 1
Nada de esto es cierto. Por el contrario, el Banco eligió a dedo a un pequeño grupo de personas que integran el EAG por sus capacidades individuales pero que provienen de RECOFTC, IUCN, CIFOR, FAO, CoFO, el gobierno de Ghana, Forest Trends y una ONG de Papua Nueva Guinea. No hay representantes de las comunidades locales, los pueblos indígenas, el sector privado o las agencias bilaterales. El EAG se ha reunido tres veces desde 2003 pero, a pesar de las solicitudes del propio EAG, el Banco no ha emitido ningún tipo de información sobre su estructura, membresía, o términos de referencia. Tampoco se han puesto a disposición fuera del Banco las minutas de sus reuniones y las recomendaciones del EAG.
Las ONGs han pedido repetidamente aclaraciones al Banco sobre el EAG, pero el proceso sigue siendo opaco. Lejos de actuar como un mecanismo de transparencia, y no obstante las buenas intenciones de los miembros del EAG, en realidad el grupo no es más que una cortina de humo detrás de la cual el Banco puede esconder el incumplimiento de su nueva política.
La efectividad del EAG fue puesta a prueba por el caso de la participación del Banco en el sector forestal de la República Democrática del Congo (RDC). Éste ha sido uno de los mayores problemas de manejo forestal que ha debido enfrentar el Banco desde que adoptara su nueva política de bosques, y ha sido muy polémico (ver el artículo “República Democrática del Congo: después de la guerra, la lucha por el bosque” en esta edición). Rainforest Foundations se puso en contacto con los miembros del EAG en febrero de 2003, y les informó que las acciones del Banco estaban poniendo en peligro el futuro de la segunda área de bosque tropical del mundo, al igual que el futuro de los millones de personas que dependen de él, y que era una flagrante violación de la Estrategia Forestal del Banco. En respuesta, se le informó a la Fundación que varios miembros del EAG compartían sus principales preocupaciones, pero que el Presidente del grupo era “la única persona autorizada a hablar en nombre del grupo”.
En su respuesta de marzo de 2004 el Presidente del EAG, comunicaba que “el grupo está actualmente en una etapa de formación y aún no cuenta con mandato, metodología ni medios para abordar la clase de temas que ustedes han puesto a consideración. De mi parte, estoy intentando tener una reunión con los funcionarios del Banco Mundial y convocando a una reunión anticipada del EAG para agilizar el proceso. Los mantendremos informados”.
Desde entonces no ha habido ninguna noticia.
Por Marcus Colchester, Forest Peoples Programme, correo-e: Marcus@forestpeoples.org , http://www.forestpeoples.org , y Simon Counsell, The Rainforest Foundation UK, correo-e:simonc@rainforestuk.com , http://www.rainforestfoundationuk.org