El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST) recibió a fines de abril en su Escuela Nacional Florestan Fernandes (Guararema, Sao Paulo) a casi 80 integrantes de movimientos y organizaciones sociales de América del Sur, Asia, África y Europa, participantes del Encuentro Internacional sobre Monocultivo de Eucaliptos. El objetivo de este encuentro fue el definir una agenda de acción conjunta para el futuro en relación al avance de los monocultivos forestales y las empresas de celulosa a nivel del sur global.
Este Encuentro fue resultado de una decisión estratégica de la red de movimientos Vía Campesina Internacional respecto a identificar el modelo de los monocultivos como una de las principales amenazas para la soberanía alimentaria a nivel local, regional y mundial.
Una de los primeras conclusiones de los debates y testimonios presentados fue la necesidad de entender este fenómeno como una combinación de políticas financieras, corporativas, de los organismos técnicos de la órbita de Naciones Unidas como la FAO, y de los gobiernos, que tienen como denominador común en su aplicación concreta el control de territorios con fines empresariales y la destrucción de los recursos naturales.
El enemigo no es el eucalipto per se, sino el modelo general impuesto, que no es solo un modelo técnico sino un modelo económico y de ocupación territorial que impacta directamente en las condiciones de vida y producción de las comunidades indígenas, campesinas y de la agricultura familiar. Destinar inmensas cantidades de tierra, agua, recursos de crédito público y garantías para las empresas tiene como principal resultado la destrucción de los sistemas locales de producción de alimentos.
Según el dirigente campesino vasco Paul Nicholson, integrante del Secretariado de la Vía Campesina Internacional, “cuando se hizo la acción de Aracruz (8 de marzo 2006) por parte de las mujeres de Vía Campesina, no nos dimos cuenta de que estábamos tocando el corazón del modelo, y que fue una acción muy importante incluso desde el punto de vista histórico. Las mujeres pusieron de una manera clara y muy gráfica una realidad que estaba ante nuestros ojos. Fue una constatación: las mujeres tocaron el corazón del modelo neoliberal. Estamos ante una ofensiva enorme del modelo neoliberal, con sus muchas variantes, que son por ejemplo el modelo energético, los agrocombustibles, el monocultivo de la soja, el avance del desierto verde, el cambio climático. Los mayores responsables de los cambios climáticos y ambientales son la agricultura y la ganadería industriales, mediante una mercantilización sin control de la tierra, los recursos naturales y la alimentación. Este es un modelo de agricultura sin campesinos para obtener el control total de la alimentación. Debemos abordar este tema de los monocultivos forestales en la globalidad del problema”.
Según Ricardo Carrere, secretario internacional del Movimiento Mundial por los Bosques (WRM), “las luchas contra el eucalipto son un símbolo, desde las primeras luchas en India, Malasia, Tailandia, o Indonesia, hasta hoy con las luchas en Chile contra los pinos, que también han secado aguas subterráneas y provocado desastres sociales de magnitud. En Colombia es similar, ya que los primeros monocultivos fueron de pinos, y luego vinieron los eucaliptos. Lo que quiero decir es que el problema no es la especie, sino el modelo. Estamos contra este modelo forestal caracterizado por ser plantaciones a gran escala, ocupando millones de hectáreas, con especies de rápido crecimiento. De esto hablamos cuando decimos que el modelo del monocultivo es nefasto”.
Desde los movimientos campesinos de Brasil se visualiza el avance de los monocultivos de eucaliptos como uno de los principales frenos al proceso general de la reforma agraria. Como dijo una dirigente del Movimiento de Mujeres Campesinas, “desde los movimientos de las mujeres que componen la Via Campesina Brasil, pensamos que hay un antes y un después de la acción del pasado 8 de marzo del 2006 cuando se invadió el predio de Aracruz Celulose”. Esta acción a la cual se hicieron varias referencias en el Encuentro marcó un punto de inflexión a nivel de la lucha contra los monocultivos forestales en este país en tanto se emitió un mensaje hacia la opinión pública que marcó claramente que el modelo de las empresas forestales expulsa y afecta directamente a los campesinos y campesinas sin tierra y a la agricultura familiar. En la medida que estos movimientos de masas luchan por la reforma agraria e identifican como un obstáculo al modelo del monocultivo forestal, la estrategia contra éste tiene como uno de sus principales componentes la movilización.
Otro criterio estratégico es la acción en red de movimientos, organizaciones y activistas, para revertir la promoción que los grandes medios corporativos de comunicación hacen del modelo forestal y celulósico; es necesario divulgar y difundir por los canales de comunicación al alcance de estos movimientos y redes. Tal como dijo un indígena del estado de Espirito Santo en Brasil, donde la empresa Aracruz robó tierras a las comunidades indígenas Tupinikim y continua aún hoy violando sus derechos ancestrales y culturales, “los paisajes se modifican con una velocidad que no se puede controlar, se modifican de un día para otro. Las mejores tierras de mi estado están ocupadas por los eucaliptos, tierras con buena agua. La forma en la cual las empresas controlan a los medios de comunicación es directamente por medio de la publicidad; se abren medios en las ciudades cercanas a donde hay muchas plantaciones y se ofrece alguna propaganda a las empresas y así se establece un nuevo medio cooptado por parte de las empresas. Eso genera una gran desorientación entre los movimientos de base, que pierden de vista quiénes son los enemigos, con quién se relacionan estos enemigos”.
Un primer balance de esta actividad nos indica que la confluencia de varios movimientos y organizaciones para definir una estrategia regional contra el avance de los monocultivos forestales es la estrategia misma. Construir una estrategia regional desde los movimientos sociales es necesario porque el modelo es regional, los capitales y las empresas operan regionalmente. En nosotros está volver posible esa necesaria estrategia.
Por Sebastián Valdomir, REDES – Amigos de la Tierra Uruguay, correo electrónico: svaldomir@gmail.com, http://www.redes.org.uy/