La conferencia de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) sobre manejo sustentable de plantaciones de crecimiento rápido (“Forest Plantations Meeting: Sustainable Forest Management with Fast Growing Plantations”, realizada del 10 al 13 de octubre de 2006) se encontró con la dura oposición de varios grupos de medio ambiente y justicia ecológica.
Los grupos que participaron en esta campaña de oposición actuaron en solidaridad con quienes en el Sur sufren a causa de los monocultivos de eucalipto a gran escala, desde Asia (India, Indonesia, Tailandia, Malasia, Camboya, Laos, Birmania, Vietnam) hasta África (Sudáfrica, Zimbabwe, Nigeria, Uganda, Ghana), pasando por América Latina (Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Ecuador, Perú) y Oceanía (Aotearoa/Nueva Zelanda, Australia).
El sur de Estados Unidos, donde se llevó a cabo la reunión de la IUFRO, alberga algunas de las mayores plantaciones madereras del mundo (un quinto de la superficie total cubierta con árboles corresponde a plantaciones), principalmente pinos loblolly [Pinus taeda L.]. La zona ha vivido la tremenda conversión de bosques nativos a plantaciones industriales de madera y los pobres del medio rural han sufrido graves impactos. También en Carolina del Sur está la sede de ArborGen, emprendimiento conjunto de International Paper, MeadWestvaco y la neozelandesa Rubicon. ArborGen fue uno de los patrocinadores de la conferencia y está al frente de la investigación y desarrollo de árboles de ingeniería genética, o transgénicos. Carolina del Sur alberga la mayor parte de los ensayos de árboles transgénicos en Estados Unidos.
Algunos de los mejores momentos de esta campaña de oposición:
• Un mes antes de la conferencia, las organizaciones Dogwood Alliance, Global Justice Ecology Project, ForestEthics y STOP GE Trees Campaign hicieron una gira por el sudeste estadounidense para generar conciencia sobre los efectos de los grandes monocultivos madereros en esa región y en el Sur, en especial la amenaza de que se introduzcan árboles transgénicos en dichas plantaciones.
• Inmediatamente antes de la conferencia de la IUFRO realizamos nuestro foro público "A Tree Farm Is Not A Forest" (una plantación no es un bosque). Al principio habíamos reservado el ala de ciencias del Colegio de Charleston, pero la decana se opuso al enterarse de que la industria no participaría. Nos prohibió el uso del edificio. Sin amilanarnos, celebramos la apertura del foro en el auditorio del centro comercial del Colegio. La controversia provocada por la decana contribuyó a aumentar la concurrencia a nuestra actividad.
• El día que comenzó la conferencia de la industria, las organizaciones Earth First! y Rising Tide se nos unieron para enviar a la conferencia industrial un mensaje contra las plantaciones (y contra los árboles de ingeniería genética). Durante un viaje en ferry para visitar Fort Sumter, el primer evento oficial de la conferencia de la industria, los manifestantes se mantuvieron a los lados del ferry en botes, mostrando varias pancartas, algunas de ellas en español y portugués en solidaridad con nuestros amigos de Chile y Brasil. La acción causó mucho revuelo en el ferry, tanto entre los participantes de la conferencia como entre los otros 200 turistas. Aparentemente el capitán del ferry aprobó la acción, pues mostró a los manifestantes los pulgares en alto.
• Luego presentamos nuestro informe "The Ecological and Social Impacts of Fast Growing Timber Plantations and Genetically Engineered Trees" (Los impactos ecológicos y sociales de las plantaciones madereras de rápido crecimiento y los árboles transgénicos) en la conferencia de la industria. Danna Smith, de Dogwood Alliance, habló de los impactos de las plantaciones a gran escala de pinos loblolly sobre los ecosistemas y comunidades rurales del sur de EEUU, en tanto la exposición de Neil Carman, de Sierra Club, versó sobre la destrucción ecológica masiva que ocurriría si los bosques nativos se contaminaran con polen y semillas de árboles transgénicos. La co-directora de Global Justice Ecology Project, Anne Petermann, habló sobre la resistencia activa a las plantaciones de árboles a gran escala por parte de comunidades indígenas, como el pueblo Mapuche en Chile y los Tupinikim y Guaraní en Brasil, y de movimientos sociales como el Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil. Petermann describió también los posibles impactos sociales que podrían tener las plantaciones de pinos o eucaliptos transgénicos sobre las comunidades rurales e indígenas de esos países.
En esa presentación se mostraron fotos tomadas en noviembre del año pasado de las aldeas construidas por los pueblos indígenas Tupinikim y Guaraní en tierras recuperadas de las vastas plantaciones de eucalipto propiedad de Aracruz Celulose, el mayor exportador mundial de pulpa de eucalipto blanqueada. También había fotos de la aniquilación de estas aldeas a manos de fuerzas gubernamentales que usaron los equipos de Aracruz. Se vieron imágenes de la resistencia Mapuche a las plantaciones en Chile y la represión que tuvieron que afrontar por parte del gobierno, que llegó a desempolvar viejas leyes de la época de Pinochet para utilizarlas contra los activistas Mapuche.
Las presentaciones generaron mucha controversia en la conferencia de la industria. Un representante de Aracruz Celulose se ofendió con la descripción que de su empresa se hizo, en especial en la presentación de Petermann, que incluyó la acción del Día Internacional de la Mujer de este año en un vivero de Aracruz Celulose, en Brasil, donde 2.000 mujeres enmascaradas de la Vía Campesina destruyeron aproximadamente ocho millones de plantines de eucalipto. El representante respondió invitando a conocer las instalaciones y plantaciones de la empresa en Brasil para que la gente viera por sí misma. Reenviamos su invitación a nuestros amigos de Brasil, que quizás quieran aceptarla.
• De las actividades de Charleston surgió un grupo local cuya primera acción oficial fue una función de teatro de guerrilla contra ArborGen durante el desayuno en el hotel DoubleTree de los participantes de la conferencia de la industria. Este grupo local será extremadamente importante, sobre todo porque ArborGen queda a unas 20 millas de Charleston.
• Todos estos esfuerzos ayudaron a concebir una posible red “de Sur a Sur” de oposición a los grandes monocultivos madereros y a los árboles transgénicos (básicamente una red entre el sur de Estados Unidos y el Sur global), que están vinculados debido a las amenazas de las plantaciones madereras y los árboles transgénicos que ambos enfrentan. Creemos que es importante para la resistencia en el Sur global saber que en el sur de Estados Unidos también hay personas que luchan contra las plantaciones y se solidarizan con las comunidades del Sur global. Esta iniciativa “de Sur a Sur” puede ayudar a tender algunos puentes en lo internacional. Además, en el Sur global se están generando movimientos importantísimos que son inspiradores para la gente del Norte industrializado.
Por Orin Langelle y Anne Petermann, Global Justice Ecology Project, correo-e: langelle@globaljusticeecology.org, globalecology@gmavt.net