Continuamos hacia el 21 de setiembre, Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles, trabajando en la recopilación de sentires, vivencias y testimonios que dan cuenta de la pródiga vida del bosque, tan alejada de la yerma uniformidad de las plantaciones industriales de árboles.
Las mitologías, leyendas y cuentos constituyen una riquísima fuente de conocimiento y observación colectiva que rescata los elementos esenciales y simbólicos de todo aquello que resulta significativo al ser humano.
Y es por eso que seguramente el bosque se refleje allí, con sus luces y sombras, sus misterios y aromas, definiendo su enorme diversidad y su función de hogar y alimento de innumerables vidas vegetales, animales y humanas.
Los y las invitamos a enviarnos cuentos, leyendas, mitos, poemas del bosque, el monte, la selva, para que sean los pueblos que lo conocen y lo aman quienes lo definan.
Les recordamos también que seguimos adelante con las distintas propuestas de nuestra campaña por una verdadera definición de bosques. Las mismas se detallan en el sitio de la campaña:
http://wrm.org.uy/bosques.html
Porque la selva es pulmón,
oxígeno y pezón,
defendamos la selva.
La selva es barro dulce,
agua dulce, raíz planetaria,
cántaro habitado, pluma libertaria,
huracán amoroso todavía ignoto,
más nido de pájaros con voz y voto.
De la selva no se burla ni se juega.
La selva no es río mudo, ni lanza ciega.
La selva es jerarquía mundial,
útero y raíz seminal.
La selva, es eterno germinal.
Etnia fulgurante y cosmogonía mítica.
Defendamos la selva.
(Poema de Carlos Villacorta Valles, oriundo de Moyobamba, Región San Martín, Perú, quien dirige el grupo literario Generación Caoba)