A pesar de los anuncios formulados por las autoridades, el precio del aceite comestible no ha bajado en el mercado interno indonesio. Por el contrario, en junio continuó subiendo.
Hace un año, Malasia e Indonesia, los principales productores mundiales de aceite de palma, decidieron destinar casi el 40 por ciento --seis millones de toneladas-- de su producción de aceite de palma crudo a la producción de biodiesel. Algunos analistas industriales habían advertido que esa medida podría provocar un aumento de los precios del aceite comestible, encareciendo la compra de aceites vegetales tanto para alimentación como para uso en energía.
El aumento de la demanda de combustibles así como también los altos precios de otros aceites vegetales --como el aceite de soja en los Estados Unidos--, también fue una de las causas de la suba de los precios del aceite de palma. Esto ha provocado que los hogares pobres de Indonesia consuman aceite comestible usado, el cual se vende luego de haber sido utilizado para cocinar.
El auge de los agrocombustibles no ha demostrado traer beneficios a las poblaciones locales. El precio del aceite comestible trepó hasta llegar a la cifra máxima de 9.000 rupias por kilo. Y la condición más grave es el caso de una aldea indonesia en el distrito de Tebo, un centro de plantaciones de palma aceitera en la Provincia de Jambi, donde en junio el precio del kilo de aceite comestible alcanzó las 10.000 Rupias --equivalente a 250 dólares-
Las compañías palmicultoras están obligadas en Indonesia a destinar un porcentaje del aceite de palma crudo para su procesamiento como aceite comestible. Sin embargo, en la Provincia de Riau, aproximadamente 18 compañías nunca cumplieron la exigencia. En la región de Sumatra, la empresa está más interesada en vender el aceite de palma crudo en el mercado internacional que venderlo al precio más bajo del mercado interno.
El aceite comestible es uno de los nueve alimentos básicos de Indonesia. La escalada del precio del aceite comestible pone en riesgo las fuentes de trabajo de la gente, impactando en industrias familiares tales como las que venden papas fritas, torta de soja fermentada y tofu, las cuales han comenzado a dar quiebra.
Los altos precios del aceite comestible han afectado no solamente los ingresos de la gente sino también su salud. Las comunidades pobres que no pueden pagar el aceite de palma comestible compran el aceite oplosan –aceite de cocinar usado. En otros casos, los vendedores de aceite comestible que no quieren perder sus niveles de ingresos mezclan el aceite usado que venden para su reutilización, con un producto químico que le aclara el color. En ambos casos, el resultado se aparta mucho de los criterios de salud.
En efecto, es un precio muy alto el que tienen que pagar los pobres para sostener la fiebre de los agrocombustibles.
Artículo basado en: “Biofuel for machine, ‘Jelantah Oil’ for human”, SETARA, enviado por Rivani Noor CAPPA, e-mail: rivani@cappa.or.id, www.cappa.or.id; “Malaysia - Indonesia Set Palm for Fuel, Market Soars”, Naveen Thukral, Reuters News Service 2007, http://www.planetark.com/avantgo/dailynewsstory.cfm?newsid=37356