Un plan de United Fiber Systems para este mismo año es abrir una nueva fábrica de astillas de madera en Alle-Alle, en la isla de Pulau Laut. La fábrica es el primer paso de los proyectos celulósicos de UFS para Kalimantan. Las astillas se exportarán para abastecer las fábricas de celulosa y papel de China.
Hace más de un año que UFS está negociando la adquisición de la planta de celulosa de Kiani Kertas (525.000 toneladas anuales) en Kalimantan del Este. En julio de 2005 UFS firmó un acuerdo por el que pasa a administrar las operaciones de la muy endeudada fábrica. “Todavía estamos discutiendo con los propietarios nuestra oferta pública de adquisición para asumir el control de Kiani Kertas”, dijo al WRM el director de UFS, Wong Vun Khi. Además, UFS planea construir una fábrica de celulosa de 600.000 toneladas anuales en Satui, Kalimantan del Sur. “En principio el trabajo preliminar para el proyecto de fábrica de pulpa de Satui está pronto, pero todavía no se ha decidido la fecha de comienzo de la construcción de la fábrica”, afirmó Wong.
El nuevo informe “No Chip Mill Without Wood” (No hay fábrica de astillas sin madera), elaborado por Betty Tio Minar y publicado por Down to Earth, documenta los problemas relacionados con la fábrica de astillas de UFS y los planes de producción de celulosa que se proponen para Kalimantan. Betty Tio Minar y Deddy Ratih, de Walhi - Kalimantan del Sur, visitaron Europa recientemente para discutir los proyectos propuestos con las ONG, el público en general y los potenciales financiadores de UFS en Alemania, Austria y Países Bajos.
Durante una reunión organizada por Watch Indonesia! en Berlín, Minar explicó que las ONG locales no han podido acceder a la evaluación de impacto ambiental de la fábrica de astillas de UFS. La empresa necesita la autorización del Ministerio Forestal para construir la fábrica y la del Ministerio de Transporte para construir un puerto unido a la fábrica. UFS no tiene ninguna de estas autorizaciones. “El gobernador de Kalimantan del Sur todavía no ha dado su vistobueno al proyecto”, dijo Minar.
Añadió que los pescadores locales ya habían sufrido los impactos de la fábrica de astillas, pues para la construcción del puerto se utilizaron los arrecifes de coral que rodeaban la isla.
Deddy Ratih explicó que UFS pagó precios por debajo de los precios de mercado por la tierra donde piensa construir la fábrica. De los 320 empleos que ésta generará, solamente 30 serán para habitantes de la isla de Pulau Laut y nada más que seis para los aldeanos de Alle-Alle. “La gente que vendió su tierra para que se construyera la fábrica esperaba empleos”, dijo Ratih y añadió que “Ahora no tienen ni tierra ni trabajo”.
UFS declara que sólo utilizará madera de plantaciones en sus operaciones. Les pedí que me facilitaran copias de los estudios independientes sobre el origen de la madera. “Todos los estudios forestales preparados por los consultores independientes contratados por UFS son documentos confidenciales”, respondió Wong Vun Khi, director de la empresa. Down to Earth comenta que “UFS no ha podido brindar información sobre la posible fuente de madera y esto indica que es probable que para cubrir sus necesidades, se destruyan - legal o ilegalmente - los bosques naturales de Kalimantan Sur y más allá”.
Down to Earth calculó la superficie de las plantaciones necesarias para alimentar cada una de las actividades para la producción de celulosa propuestas por UFS. La fábrica de astillas exigirá una superficie de 85.895 hectáreas. La fábrica existente de Kiani Kertas necesita 170.000 hectáreas de plantaciones para funcionar a plena capacidad. La fábrica de celulosa de Satui que propone UFS necesitaría casi 200.000 hectáreas de plantaciones.
La empresa estatal de plantaciones Inhutani II tiene una plantación de acacia de 50.000 hectáreas en Pulau Laut, que potencialmente podría abastecer en parte a la fábrica. Pero en mayo de 2006, Inhutani II se unió a la Red Internacional de Bosques y Comercio, el plan del WWF para promover la madera “ecológica” entre los compradores internacionales. La Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial viene trabajando con Inhutani II desde hace casi tres años, brindando asesoría y asistencia técnica.
Darius Sarshar, del WWF, explicó que cerca del 20% de la producción actual de Inhutani II alcanza la calidad de trozas para aserrío. Es probable que esto aumente. “Los precios de los troncos para celulosa jamás alcanzarán los de las trozas; si así fuera, las fábricas de celulosa se irían a pique enseguida”, dijo. “Por lo tanto, Inhutani II tiene interés comercial en aumentar al máximo la producción de trozas para aserrío y creemos que seguirá haciéndolo”.
A través de la subsidiaria PT Hutan Rindang Buana (PT HRB), UFS tiene una concesión para plantaciones que abarca unas 250.000 hectáreas. El director de UFS Wong Vun Khi dijo al WRM que PT HRB había plantado 75.000 hectáreas pero la empresa consultora forestal Jaakko Pöyry calcula que se plantaron solamente unas 60.000, en tanto Down to Earth cita a una ONG local que afirmó que apenas 15.000 hectáreas están en condiciones de suministrar materia prima.
“Se parece un poco al truco de las tres tazas y la moneda”, dijo Liz Chidley de Down to Earth. “UFS intenta crear la ilusión de que tiene plantaciones suficientes para los tres emprendimientos, pero si observamos de cerca veremos que no las tiene”.
Down to Earth hace una serie de recomendaciones, entre ellas la inmediata revisión independiente de la sustentabilidad del suministro de madera de todos los emprendimientos propuestos por UFS. “UFS debe, como cuestión prioritaria, trabajar para mitigar los impactos sociales y ambientales de su fábrica de astillas de Alle-Alle; el proyecto celulósico de Satui no debe autorizarse”, declara el informe.
Pero el problema no es solamente la falta de plantaciones. Las plantaciones a gran escala son en sí mismas social y ambientalmente destructivas. Como explica el informe, las inversiones en celulosa son a expensas del sustento de la población local. Down to Earth recomienda que en lugar de “dar prioridad a los intereses de los inversores”, el gobierno de Indonesia debería “apoyar las iniciativas de manejo forestal basadas en las comunidades y que sean sustentables desde las perspectivas tanto ambiental como del sustento”.
El informe “No chip mill without wood” de Down to Earth está disponible en internet en inglés o bahasa indonesia en http://dte.gn.apc.org/camp.htm. La versión impresa puede obtenerse a través de dtecampaign@gn.apc.org (inglés) o dteindocamp@gn.apc.org (bahasa indonesia).
Por Chris Lang, correo-e: http://chrislang.org, www.chrislang.blogspot.com