Indonesia es un gran productor de aceite de palma, habiendo alcanzado una producción de 16 millones de toneladas en 2006, tras haber triplicado la superficie de tierras plantadas con palma aceitera entre 1995 y 2005.
Si bien el gobierno de Indonesia había establecido una moratoria a la conversión de bosques en plantaciones de cultivos estatales, no estaba claro cuánto tiempo había que mantener esta moratoria ni si se trataba de una verdadera moratoria a la conversión real de la cobertura forestal o de una moratoria al cambio de categoría de las tierras boscosas para permitir la plantación (véase el boletín Nº 124 del WRM). Sin embargo,la política del país en cuanto al desarrollo del aceite de palma parece seguir la tendencia al alza. Existen planes para añadir unos 10 u 11 millones de hectáreas a los seis millones de hectáreas ocupadas con plantaciones de palma aceitera, como respuesta al aumento de la demanda global de aceite de palma.
El aceite de palma se usa en numerosos productos alimenticios y bienes de consumo y es una de las principales materias primas en la producción de biodiésel, que se ha puesto tan de moda. A principios de 2007 la Unión Europea decretó que para 2020 los biocarburantes constituirán por lo menos el 10% del combustible utilizado para el transporte.
El objetivo de aumentar la producción de aceite de palma en Indonesia a 40 millones de toneladas para 2020 y la necesidad de sumar unas 300.000 hectáreas de plantaciones por año van de la mano. Según un informe del Ministerio de Bosques indonesio y la Unión Europea citado en un artículo de Hilary Chiew (1), inevitablemente la mayoría de las nuevas plantaciones se establecerán en humedales, puesto que las tierras secas más cotizadas ya están ocupadas.
Recientemente la refinería india de aceites comestibles Jhunjhunwala Vanaspati Ltd anunció sus planes de comprar 20.000 hectáreas de plantaciones de palma aceitera en Indonesia por un valor de US$ 38 millones. Según Reuters (2), el director de la empresa, S.N. Jhunjhunwala, dijo que estaban “buscando plantaciones tanto vírgenes como desarrolladas [sic] en Indonesia”. Para la empresa india, la operación tiene dos propósitos. Primero, reducir costos. Los costos de producción del aceite comestible están aumentando, por lo que la oportunidad de comprar plantaciones en el extranjero representa para las empresas indias una oportunidad de reducir los costos generados por la importación de aceite de palma crudo.
De este modo las empresas indias en Indonesia, además de reducir costos, pueden evitar las leyes que en su país limitan la compra de las enormes superficies que necesitan. Es por eso que están yendo hacia países del sudeste asiático o Sudamérica, donde hay menos reglamentaciones protectoras.
Sin embargo, este negocio tan feliz es también una dura carga para las personas y el medio ambiente. Casi un cuarto de las plantaciones de palma aceitera de Indonesia se sitúan en la provincia de Riau, donde abundan las turberas. Estos depósitos de turba, ricos en carbono, se hacen secar y quemar para hacer lugar para las plantaciones de palma aceitera, liberando en este proceso enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. Según Wetland International, esto otorga a Indonesia un notorio tercer lugar como emisor de carbono y contribuyente al calentamiento global después de Estados Unidos y China.
La Agencia indonesia para la evaluación y la aplicación de la tecnología (BPPT) declaró que este cálculo no incluye el poder de absorción de carbono de los bosques de Indonesia, que reduciría la cantidad total.
Sin importar si el puesto que ocupa como emisor de carbono es el tercero o el decimocuarto, la destrucción de los bosques tropicales para plantar palma aceitera en Indonesia representa, en palabras del último Informe sobre Desarrollo Humano 2007/2008 del PNUD, “la merma de un recurso que desempeña una función vital en la vida de los pobres, la prestación de servicios ecosistémicos y el sostenimiento de la biodiversidad”. El informe del PNUD reconoce también que “La rápida expansión del mercado [del aceite de palma] ha ido de la mano con el menoscabo en los derechos de los pequeños campesinos y pueblos indígenas”. Entonces, ¿buenos negocios para quién?
Artículo basado en información publicada en:
(1) “Eco-conscious palm oil”, Hilary Chiew, The Star Online, http://thestar.com.my/lifestyle/story.asp?
file=/2008/1/1/lifefocus/19561783&sec=lifefocus;
(2) “India firm eyes oil palm plantations in Indonesia”, Reuters, http://in.news.yahoo.com/071121/137/6nj6g.html; “Indian firms scout for farms overseas”, M.R. Subramani, The Hindu Business Line,http://www.thehindubusinessline.com/2007/12/03/stories/2007120350860500.htm; Informe sobre Desarrollo Humano 2007/2008, PNUD, http://hdr.undp.org/en/media/hdr_20072008_sp_complete.pdf