Wangari Maathai y Florence Wambugu tienen enfoques diametralmente opuestos sobre la plantación de árboles en Kenia. El enfoque de Maathai es anti-colonialista y empodera a quienes plantan los árboles. El de Wambugu es neo-colonialista y hace a las personas que plantan los árboles dependientes de la biotecnología.
Wangari Maathai es la ganadora del Premio Nobel de este año. Su movimiento “Green Belt Movement” capacita a las mujeres para que establezcan sus propios viveros. “Las convertimos en personas independientes capaces de cuidar por sí mismas el medio ambiente en que viven” dice Maathai. Además de plantar árboles, Maathai es la co-presidenta africana de Jubileo 2000 y está haciendo campaña por la cancelación de la deuda del Tercer Mundo.
Florence Wambugu es la fundadora de “A Harvest Biotechnology Foundation International”. Hasta 2002 era la directora del Instituto Internacional de Adquisición de Aplicaciones Biotecnológicas (ISAAA por su sigla en inglés).
En 1997, el ISAAA inició un Proyecto de Biotecnología de árboles (“Tree Biotechnology Project”). Este proyecto es una asociación del Departamento de Bosques de Kenia, el Instituto de Investigación en Forestación de Kenia y Mondi Forests, el gigante sudafricano de la celulosa y el papel. El financiamiento del proyecto proviene de la Fundación Gatsby del Reino Unido.
Mondi suministró los híbridos clónicos de árboles de eucalipto para el proyecto, una cruza entre Eucalyptus grandis y Eucayptus camaldulensis. El Proyecto de Biotecnología de árboles plantó los árboles clónicos en parcelas de ensayo para ver cuáles crecían mejor en los suelos y el clima de Kenia. El proyecto estableció un vivero en Karura, cerca de Nairobi, que ahora produce más de un millón de gajos por año para ser entregados a los granjeros.
El ISAAA promueve la modificación genética. “Las cultivos transgénicos comercializados siguen produciendo significativos beneficios económicos, ambientales y sociales para los agricultores grandes y pequeños, en los países en desarrollo y en los países industrializados”, escribe el directivo del ISAAA Clive James. Florence Wambugu trabajó anteriormente para Monsanto en un proyecto sobre boniatos transgénicos resistentes a los virus. Entre los fundadores del ISAAA están Bayer CropScience, Monsanto, Syngenta, Pioneer Hi-Bred y el Consejo de Investigación de Ciencias Biológicas y Biotecnología (Biotechnology and Biological Sciences Research Council). Entre los miembros actuales y anteriores del directorio del ISAAA se encuentran representantes de Monsanto, Syngenta y AusBiotech Alliance.
Las declaraciones del ISAAA sobre su proyecto de plantación de árboles (así como la palabra “biotecnología” en el título del proyecto) apuntan a la modificación genética. ISAAA declara que el “eucalipto genéticamente superior” de Mondi crece más rápido y que “el híbrido tolera la sequía y el frío”. El proyecto “tiene por objetivo proporcionar material clónico superior, tanto a las comunidades rurales como urbanas de Kenia”.
En un artículo de julio de 2004, Eco Terra acusó a Florence Wambugu de usar el proyecto para importar árboles genéticamente modificados de Sudáfrica a Kenia. En el Reino Unido, The Guardian reportó que “los eucaliptos transgénicos reemplazarán la cubierta boscosa del país”.
El ISAAA niega que los árboles sean genéticamente modificados. “El proyecto no involucra árboles transgénicos sino árboles genéticamente mejorados que son el resultado de programas tradicionales de cruza de Mondi Forests” me dijo Catherine Ngamau del ISAAA.
Peter Gardiner, Gerente de Recursos Naturales de Mondi Forest, niega que Mondi haya producido alguna vez árboles transgénicos. “No utilizamos ningún material transgénico en la investigación, en una parcela de investigación ni comercialmente en ninguna parte. No lo hemos hecho en ninguna parte. No tenemos ninguna intención de hacerlo” me dijo Gardiner.
Flic Blakeway fue una de las científicas forestales de Mondi que conoció Florence Wambugu cuando visitó los viveros de Mondi en Sudáfrica. Blakeway es co-autor de una ponencia presentada en el Congreso Forestal Mundial de 1997 en Turquía, que describe cómo los científicos en los laboratorios de Mondi habían iniciado un “trabajo preliminar” con árboles transgénicos, incluyendo “la transformación de cultivos de hojas y células de eucalipto utilizando procedimientos con agrobacterias”. Según la ponencia de Blakeway los experimentos no produjeron ningún árbol transgénico.
Si bien no he encontrado evidencia que respalde la afirmación de Eco Terra de que Mondi y Florence Wambugu han introducido furtivamente árboles de eucalipto transgénicos en Kenia, el Proyecto de Biotecnología de árboles del ISAA no está a salvo de problemas.
Los árboles de eucalipto de crecimiento rápido provocan la sequía de los cursos y espejos de agua, y la caída de la napa freática allí donde son plantados. Uno de los nombres kikuyu para el eucalipto es “munya maai”, que significa “bebedor de agua”. Poco o nada crecerá debajo de los árboles.
En 1995, en una presentación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer en Beijing, Wangari Maathai explicó que durante la época colonial “las especies de árboles como el eucalipto, el zarzo negro y las coníferas reemplazaron a las especies indígenas, no solo en las tierras de cultivo sino también en las áreas boscosas”. Como resultado, continuaba, “las tierras de cultivo han perdido agua, y ciertos cultivos como las bananas, la caña de azúcar y las especies locales de almidón ya no prosperan en las tierras de cultivo que están cada vez más secas afectando así la seguridad alimentaria de las comunidades locales.”
Por otra parte, está la pequeña avispa negra conocida como Blue Gum Chalcid, que amenaza a los árboles de eucalipto de Kenia. Los árboles afectados por las larvas de este insecto no sirven para madera ni para postes. En noviembre de 2004, el diario Daily Nation informó que esta plaga podía amenazar hasta el 40 por ciento de las plantaciones de Kenia. Eston Mutitu del Instituto de Investigación en Forestación de Kenia comentó que los árboles más afectados son aquellos producidos a través de la biotecnología, como en el caso del proyecto del ISAAA.
“Ahora estamos experimentando el ataque de plagas exóticas a árboles exóticos. Parece que estamos experimentando el lado malo de la incorporación de árboles exóticos,” dijo Mutitu a Biosafety News en abril de 2004.
Hace tres años, en una conferencia en Sudáfrica, Wangari Maathai declaró: “estamos tratando de impedir que el gobierno actual expanda el área de plantaciones. El gobierno ve a los bosques indígenas como inútiles”. Al parecer nadie en el gobierno keniata, ISAAA o Mondi estaba escuchando. Tal vez sí presten atención ahora, que los problemas causados por la plantación de eucaliptos están siendo tan evidentes.
Por Chris Lang, correo electrónico: http://chrislang.org