La Asociación para la Biología Tropical y la Conservación – una importante asociación mundial de profesionales en materia de bosques tropicales – publicó recientemente una resolución “exhortando a las Naciones Unidas a modificar sus definiciones de bosque potencialmente engañosas”. La resolución establece:
“CONSIDERANDO, que la actual definición de ‘bosque’ utilizada por las Naciones Unidas no distingue entre bosques naturales, bosques naturales modificados y plantaciones de árboles;
CONSIDERANDO, que las plantaciones de árboles están a menudo compuestas por monocultivos de especies no-nativas que tienen un valor muy limitado para la conservación de la biodiversidad en peligro;
CONSIDERANDO, que en muchos países tropicales bosques complejos, biodiversos, que fueron declarados reservas forestales permanentes, están siendo talados y reemplazados por plantaciones;
CONSIDERANDO, que esta grave laguna jurídica implica que dichos cambios no se considerarían causantes de modificación alguna en el bosque, permitiendo así que la degradación y la pérdida forestal se produzcan sin sanciones;
CONSIDERANDO, que la conversión de turberas o bosques naturales ricos en carbono en plantaciones de palma aceitera, de árboles para madera o para celulosa, puede generar importantes emisiones netas de peligrosos gases de efecto invernadero;
CONSIDERANDO, que las distinciones antedichas son cruciales para las actuales negociaciones que buscan reducir las emisiones provenientes de la pérdida y degradación de bosques (REDD) como parte de las negociaciones climáticas en curso;
EN VIRTUD DE LO CUAL, la Asociación para la Biología Tropical y la Conservación, la mayor organización científica a nivel mundial dedicada al estudio, la protección y el uso sustentable de los ecosistemas tropicales:
EXHORTA al Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA) de las Naciones Unidas a aclarar de inmediato las definiciones de bosque sobre la base de un bioma (como ‘templado cálido’, ‘húmedo tropical’ y ‘bosque de pantano’) para reflejar las variadas diferencias de estos biomas en cuanto a valores de biodiversidad y carbono, distinguiendo claramente entre bosques nativos y aquellos dominados por monocultivos de árboles y especies no-nativas; y
RECOMIENDA ENÉRGICAMENTE que los países desarrollados y en desarrollo implementen de inmediato estas nuevas definiciones de bosque para asegurar que se incorporen en las actuales y futuras negociaciones sobre REDD.”