Desde 1979 han ocurrido más de cien derrames de petróleo a lo largo del Oleoducto Norperuano – una mega-construcción de 1.106 km que va desde la Amazonía hasta la costa peruana, y es operado por la empresa estatal Petroperú. Gran parte de los derrames se produjeron después del año 2008 en Loreto, hogar de 27 pueblos indígenas, incluyendo pueblos indígenas viviendo en aislamiento. Los recientes cambios a la Ley Orgánica de Hidrocarburos exponen una tendencia preocupante: la intención de debilitar las instituciones ambientales y los derechos de los pueblos indígenas para promover la inversión y la expansión de la industria petrolera en Perú. Lea la publicación del Instituto Chaikuni aquí.
La serpiente negra de la Amazonia peruana: el oleoducto norperuano
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