Un artículo de Jennifer Mourin, vicedirectora ejecutiva de la oficina regional para Asia y el Pacífico de la red de acción contra los plaguicidas Pesticide Action Network (PAN AP), hace referencia a una situación para nada singular en el sector de la palma aceitera de Malasia: “Rajam trabajaba aplicando plaguicidas en un campo y ganaba un jornal diario de RM18. El principal herbicida que usaba era el paraquat. No se le brindó ninguna prenda protectora como botas, máscara, guantes, lentes o delantal.
El 1º de abril de 1998, Rajam estaba fumigando Gramoxone (paraquat) cuando resbaló y se cayó. Debido a las lluvias de la noche anterior el suelo estaba húmedo y resbaladizo. El impacto de la caída hizo que la manguera de la bomba lanzara el producto directamente a sus ojos. De inmediato Rajam sintió una intensa sensación de ardor en rostro, labios y ojos. Desgraciadamente no había agua para que se lavara la cara. Luego fue caminando hasta la policlínica del lugar, adonde llegó más de dos horas después. Para ese entonces sus ojos estaban rojos y se habían hinchado mucho. En la clínica le lavaron los ojos y la mandaron al hospital público. Estuvo en el hospital una semana. Un año después de este incidente, Rajam quedó ciega del ojo izquierdo. En el otro ojo sigue sintiendo dolor y una sensación de ardor y experimenta un lagrimeo excesivo todo el tiempo.”
El 27 de agosto de 2002 entró en vigor la prohibición del paraquat y la Junta de Plaguicidas se mantuvo firme en la decisión a pesar de las fuertes presiones ejercidas por la industria, en especial Syngenta, el mayor productor de paraquat del mundo. Según PAN AP, “poco después de que la decisión se hiciera pública hubo visitas de representantes de Syngenta Malaysia Ltd. a funcionarios del gobierno. Luego aparecieron artículos en los principales periódicos apoyando el paraquat en tanto “Seguro para Usar en la Agricultura” y exhortando a levantar la prohibición y la eliminación paulatina.”
El gobierno de Malasia decidió levantar temporalmente la prohibición del peligroso plaguicida paraquat a partir del 1º de noviembre de 2006 para permitir “un estudio exhaustivo de sus numerosos usos”. Malas noticias, especialmente para los trabajadores de las plantaciones de palma aceitera. Como hace notar PAN AP, “el paraquat es un pilar en el sector de las plantaciones, especialmente en la producción de palma aceitera. Muchos en este sector lo consideran la forma ‘más barata’ de controlar las malezas”.
Podrá ser “barato” para la industria porque son los trabajadores y trabajadoras quienes pagan los costos. PAN AP explica que “en Malasia el paraquat ha sido un importante motivo de preocupación debido a los continuos envenenamientos sufridos por los trabajadores y trabajadoras de las plantaciones, especialmente quienes fumigan los plaguicidas, que en su mayoría son mujeres. A menudo se contratan trabajadoras rurales para que apliquen plaguicidas seis días por semana, diez meses o más por año, y por lo tanto el grado de exposición al producto es alto. Las etapas de mayor riesgo de accidentes fatales o graves son al momento de la mezcla del producto y la carga del equipo de fumigación, cuando hay contacto con el concentrado químico. También se han descrito accidentes fatales debidos al contacto prolongado con el paraquat diluido durante la aplicación.”
El informe conjunto de Berne Declaration, Pesticide Action Network (PAN UK) y PAN AP, “Paraquat – Unacceptable Health Risks for Users” revela que “el paraquat se utiliza antes de sembrar o plantar el cultivo, en aplicación pre-emergente (luego de la plantación) y como defoliante antes de la cosecha. En las plantaciones los trabajadores no tienen oportunidad de decidir si utilizar o no plaguicidas tóxicos.”
“El paraquat, junto con los organofosfatados y el endosulfán, es responsable de numerosos casos de envenenamiento agudo y varias muertes en el trabajo.”
“El clima cálido y húmedo, los bajos ingresos, la falta de conocimiento y de control sobre el lugar ponen en riesgo a una gran proporción de agricultor@s y trabajador@s. Incluso cuando se usa equipo protector puede haber riesgos inaceptables para la salud de los trabajadores y trabajadoras a causa del paraquat. Las condiciones inapropiadas de trabajo, entre las que se cuenta la protección insuficiente de los trabajadores, ocurre en gran escala en muchos países tanto desarrollados como en desarrollo. Para la mayoría de los trabajadores no es posible utilizar suficientes elementos protectores personales, pues éstos no existen o son demasiado caros o incómodos en climas cálidos y húmedos. Por lo tanto la carga de la responsabilidad no puede atribuirse a los trabajadores, pues hay pruebas convincentes del alto riesgo para su salud que suponen las exposiciones al paraquat durante el uso diario. La exposición de l@s trabajador@s a los plaguicidas es mayor allí donde no se dispone de agua para lavar la piel contaminada con plaguicidas.”
Citando a PAN AP, coincidimos en que “la reconsideración de la prohibición de uno de los venenos más peligrosos del mundo tiene graves consecuencias para la protección de trabajador@s y agricultor@s y su derecho a un ambiente laboral seguro. La prohibición, que debería haber entrado en vigor en julio de 2005, hubiera sido un acto ejemplar de parte del gobierno malayo que habría puesto por sobre toda otra consideración la salud y el bienestar de miles de trabajadores y trabajadoras agrícolas (mujeres en su mayoría) y agricultor@s. La presente acción del gobierno, sin embargo, parecería implicar que en Malasia el lucro de las industrias está por encima de las consideraciones sanitarias.”
Artículo basado en información de: “Lifting the paraquat ban - in whose interest?”, febrero de 2007, Jennifer Mourin, oficina regional para Asia y el Pacífico de Pesticide Action Network (PAN AP), Aliran, http://www.aliran.com/content/view/197/10/; “Paraquat – Unacceptable Health Risks for Users”, setiembre de 2006, Berne Declaration, Pesticide Action Network (PAN UK) y PAN Asia y el Pacífico (PAN AP), http://www.evb.ch/cm_data/Paraquat_Report_final_rev2.pdf