En su gran mayoría los Ayoreo de Paraguay (ver Boletín Nº 96 del WRM) fueron contactados a la fuerza y deportados a lugares fuera de sus extensos territorios ancestrales entre 1959 y 1987, así como desplazados por la ocupación de sus tierras para actividades agropecuarias. Esa situación los sometió a un alto grado de dependencia de las misiones religiosas y del mercado regional.
Al presente son más de 2000 Ayoreo integrantes de la etnia que viven sedentarizados en 13 asentamientos -- diez comunidades en Bolivia y tres en el Paraguay -- todas ellas situadas al margen de su hábitat tradicional. Su cultura se ve crecientemente influenciada y obstaculizada por el modelo de vida moderno, la que apenas le cede un espacio marginal, insuficiente para poder discernir y reorientar su camino al futuro.
Solamente un grupo local, los Totobiegosode, se encuentra todavía en el bosque, sin contacto con los demás ayoreos o extranjeros, en una zona denominada Amotocodie, en el Norte del Chaco Paraguayo. Continúan su vida nómada sustentada en la caza, en la recolección de frutos silvestres y miel, y también en la pesca y en pequeños sembradíos que hacen “al andar”, durante la época de lluvias. Constituyen con su hábitat -- bosques altos y bajos, palmares, campos abiertos, cauces secos, arroyos y lagunas -- una unidad inseparable y una comunidad de vida. Si bien nadie tiene contacto directo con ellos, su presencia puede ser sentida y comprobada a través de señales de presencia tales como huellas y huecos en árboles que señalan que estuvieron cosechando miel. En algunos casos incluso pueden ser repentinamente percibidos desde lejos.
La mayor parte del territorio habitado por los grupos en aislamiento voluntario está en manos de propietarios privados: paraguayos y extranjeros; estancieros e inversionistas; individuos y empresas. Menos del 10% del territorio son Parques o Áreas Protegidas Nacionales. Los desmontes de bosques vírgenes para instalar estancias ganaderas diezmaron substancialmente los territorios habitados por los grupos indígenas, fragmentándolos en partes aisladas y divididas entre sí por cordones sin monte y rutas cada vez más transitadas. Los grupos del bosque no pueden ya transitar como antes por sus antiguas sendas de migración anual y acceder a partes del hábitat que son vitales para su vida y supervivencia.
La expansión acelerada de las fronteras de la civilización occidental en el Norte del Chaco Paraguayo constituye una amenaza concreta tanto para los grupos Ayoreo en aislamiento voluntario como para los aún extensos bosques con los cuales conviven.
En estos momentos enfrentan una grave amenaza concreta. La organización paraguaya Iniciativa Amotocodie – que procura acompañar desde “afuera” y desde la distancia a los grupos no contactados – ha denunciado que una empresa de nombre Ganadera UMBU S.A. compró 40.000 hectáreas de bosques primarios intactos en el centro de Amotocodie, de las cuales 24.000 serán deforestadas para la instalación de fincas ganaderas. Ya cuenta con los permisos correspondientes y los trabajos podrían comenzar en cualquier momento. Con el desmonte existe una alta probabilidad de contacto con grupos aislados. Ello constituiría una grave violación de los derechos humanos y de vida de esos grupos que siempre han vivido allí. Además, según advierte Iniciativa Amotocodie, la misma puede conducir a un baño de sangre, tal como ya ocurrió en el pasado.
Iniciativa Amotocodie ha tomado todas las medidas legales del caso, pero no ha logrado parar el proyecto de desmonte hasta el momento. Los Ayoreo por su lado, a través de la UNAP (Unión de Nativos Ayoreo de Paraguay), han presionado a las autoridades competentes y han hecho pública esta grave situación.
Se ha organizado una campaña para tratar de detener lo que los Ayoreo califican de “atentado” contra la vida de su gente en el monte y el futuro de su pueblo. En la página web de Iniciativa Amotocodie se invita a enviar una carta a las autoridades paraguayas competentes. Para mayor facilidad, la carta ya está redactada (en español http://www.iniciativa-amotocodie.org/actual/files/carta_grave_amenaza.pdf) y basta con reenviarla a los nombres y direcciones que figuran al final de la misma.
Los Ayoreo están decididos a luchar por la integridad de sus hermanos del monte y del territorio ancestral del Pueblo Ayoreo, mirando hacia un futuro donde la recuperación de lo propio, tanto de los territorios perdidos como de su modelo de vida ancestral, comienza a cobrar sentido. Los grupos en aislamiento voluntario dan testimonio de un paradigma de relación con la naturaleza que todos los pueblos indígenas practicaron también, pero que tuvieron que abandonar a la fuerza. Este paradigma sirve para la reflexión vital de la propia historia de esas etnias, y de fuente de inspiración para la búsqueda de alternativas de supervivencia y futuro.
Artículo basado en: “Grave Amenaza en Amotocodie”, Iniciativa Amotocodie, http://www.iniciativa-amotocodie.org/actual/20070425_graveamenaza.html; información enviada por Guadalupe Rodríguez, Rettet den Regenwald (Salva la Selva Tropical), correo electrónico: guadalupe@regenwald.org, http://www.regenwald.org/international/spanisch/; Atlas de las Comunidades Indígenas en el Paraguay, http://www.dgeec.gov.py/Publicaciones/Biblioteca/
Web%20Atlas%20Indigena/171%20Plantilla%20
Ayoreo%20toto.pdf