El macizo boscoso de Itombwe está situado al noroeste del lago Tanganica (28º02′ – 29º04′ E, 2º41′ – 3º52′ S) y se extiende sobre una vasta región de 1.600 km2 que abarca los territorios Mwenga, Fizi y Uvira. El relieve forma parte de la cordillera de Mitumba; la altura sobre el nivel del mar pasa de 60m en la zona oeste a 3.475m (monte Mohi) en el norte, con varios picos de 2.000m o más, para descender luego abruptamente a 770m en el este, al nivel del lago Tanganica.
El macizo de Itombwe es mundialmente conocido como sitio de conservación debido a la riqueza de su diversidad biológica endémica que es necesario proteger racionalmente. El potencial agrícola y los recursos mineros, forestales, hidrográficos, turísticos y culturales de esta región son motivo de codicia, y están en el origen del calvario que han sufrido sus pobladores debido a las guerras permanentes por obtenerlos. El aislamiento no ha facilitado la reactivación económica de esta región del mundo tan rica en biodiversidad pero olvidada por el resto del planeta.
Los pueblos del bosque del macizo de Itombwe nunca se opusieron a su conservación o a su clasificación como reserva. Su buena fe se ha manifestado de varias maneras, tanto en el recibimiento ofrecido a visitantes y delegaciones en misión de investigación sobre la región como en la respuesta a las diversas invitaciones para asistir a reuniones sobre este tema o en las declaraciones de sus Jefes consuetudinarios.
Sin embargo, los Jefes consuetudinarios de Itombwe se oponen tenazmente a todo intento de convertir el bosque en reserva natural de tipo integral, porque de él depende íntegramente su vida.
En los encuentros realizados en Kamituga el 23 de setiembre de 2005 y en Bukavu el 9 de abril de 2006, a los que se agregaron el encuentro de Kitopo/Itombwe realizado el 28 y 29 de junio de 2007 y el foro que tuvo lugar del 24 al 25 de junio de 2008 en Bukavu, capital de la provincia de Kivu del Sur, los Jefes tradicionales del macizo reiteraron su deseo de ver protegidas la fauna y la flora pero garantizando al mismo tiempo la integridad física y cultural de la población local, pues el macizo de Itombwe cumple una función esencial para la supervivencia de sus prácticas tradicionales, culturales y espirituales. También subrayaron que aún ven sombras en el proceso de clasificación del macizo con relación a la aplicación de la legislación forestal, sobre todo en lo referente a los intereses de las comunidades locales y los pueblos indígenas cuando se trata de implementar mecanismos de conservación participativa.
Con el fin de armonizar los puntos de vista de todas las partes sobre el tema de la conservación del bosque de Itombwe, se organizó en Bukavu un foro convocado por el Instituto Congolés para la Conservación de la Naturaleza (ICCN) y el WWF, el cual tuvo lugar del 24 al 25 de junio de 2008. Los Jefes del macizo de Itombwe tuvieron una vez más la oportunidad de explicar las cinco maneras tradicionales que han permitido conservar el bosque desde tiempos inmemoriales. Como introducción, dijeron que “el método de conservación de la tribu Bembe, mayoritario en el macizo boscoso, es tan antiguo que se remonta a la noche de los tiempos de la humanidad”. Este método se resume en 5 puntos que, hasta hoy en día, han hecho de su entorno un motivo de orgullo:
1. El año se divide en dos períodos, el de caza y el de prohibición de caza.
2. Está formalmente prohibido cazar ciertas especies de animales guardianes de la tradición, bajo pena de sanciones que pueden llegar hasta la pena de muerte o incluso la exterminación de toda la familia del cazador.
3. Las mujeres y los niños tienen prohibido consumir ciertas especies animales y vegetales.
4. Algunos animales o vegetales sólo pueden ser consumidos por los Jefes tradicionales, comúnmente llamados “los BAMI”.
5. Está prohibido cazar en ciertas zonas reservadas para la reproducción o para la preservación de los usos y costumbres, tales como los lugares destinados a las ceremonias y sacrificios rituales.
Por otra parte, los Jefes consuetudinarios y las ONG que defienden los derechos de los pobladores del bosque del macizo no cesan de manifestar a la opinión nacional, internacional y local que cualquier intento de gestión que excluya a las comunidades estará condenado a fracasar.
En el macizo de Itombwe, es imperativo que la conservación sea participativa, pues debe tener en cuenta los puntos de vista de las comunidades del bosque y los cinco enunciados sobre la conservación tradicional enumerados por los Jefes. El sistema que se aplique debe correr parejo con los métodos que permiten satisfacer las necesidades económicas inmediatas, para que la diversidad biológica del macizo de Itombwe pueda ser conservada de manera comunitaria y sostenible, en el interés y con la participación de las poblaciones, integrando la conservación y el desarrollo en función de las potencialidades del medio.
El foro organizado del 24 al 25 de junio de 2008 para conciliar las divergencias de los diferentes actores tuvo como resultado la implementación de un marco de concertación permanente donde todas las partes puedan hacer valer sus necesidades y expectativas. Habrá que ver entonces cómo se desarrolla el proceso.
Por: TRAFFED,
ONG congoleña de las Montañas de Itombwe, correo electrónico: traffedbukavudrc@yahoo.fr. Artículo enviado por el Pastor Jean-Pierre Ibucwa Lipanda, Coordinador de TRAFFED.