Unas pocas corporaciones controlarán más del 75% de las tierras de labranza del distrito de Pujehun para realizar cultivos industriales a gran escala, principalmente de palma aceitera. Esos proyectos despojarán a las comunidades agrícolas locales de sus tierras y árboles – sus principales medios de supervivencia.
Siguiendo una tendencia mundial, compañías e inversores, por medio del arriendo a gran escala, están apoderándose de extensiones considerables de Sierra Leona, un país de cerca de 7,2 millones de hectáreas, el 74% de las cuales están consideradas aptas para la agricultura, y donde aproximadamente el 60% de la población – unos 3,5 millones – depende para su subsistencia de la agricultura a pequeña escala.
Una investigación realizada por el Oakland Institute y Green Scenery a fines de 2010 mostró que más de 500.000 hectáreas han sido o están por ser adquiridas por inversores extranjeros en Sierra Leona, especialmente en el distrito de Pujehun.
Realizando el seguimiento del proceso, en un informe reciente basado en cifras referentes a los arriendos registrados, Green Scenery calcula que el 60% de la superficie total del distrito de Pujehun ya ha sido, o lo será pronto, dedicado a la agricultura industrial, principalmente a las plantaciones de palma aceitera. Esto parece indicar que unas pocas corporaciones controlarán más del 75% de la tierra arable del distrito. Una sola de ellas, Biopalm Energy Limited, inscripta en Singapur y que forma parte del grupo indio SIVA, controla casi 98.500 hectáreas, o sea casi la cuarta parte (23,9%) del distrito de Pujehun.
La investigación descubrió que un grupo reducido de personas estaba detrás de varias compañías diferentes involucradas en negocios de bienes raíces en el distrito de Pujehun, lo cual revela que la principal intención de esas adquisiciones de tierras es la especulación, dada la rentabilidad de las transferencias, y no la creación de nuevas oportunidades para que los agricultores y las comunidades locales mejoren su nivel de vida, ni la generación de ingresos para al Estado.
El arriendo a inversores de grandes extensiones de tierra durante 50 a 100 años privará a las comunidades agricultoras locales de su tierra y sus árboles, dejándolas con muy poca cosa para vivir. En la mayoría de los casos, las consultas resultaron carecer de legitimidad, puesto que muy pocas partes interesadas participaron en la etapa inicial, que las mujeres y los jóvenes fueron excluidos de la toma de decisiones, que las autoridades sub-distritales no estaban plenamente informadas sobre los documentos inscriptos o sobre sus detalles –como el tamaño, los planos de mensura, la duración del arriendo, las formas de pago– y que no parecían saber que esos contratos eran documentos legales.
A fin de cuentas, son las grandes compañías las que obtienen mayor provecho, mientras que los pequeños propietarios, que son los pilares de la seguridad alimentaria del país gracias a sus cultivos de arroz, mandioca, boniatos, maní y palma aceitera, se enfrentarán a una dramática reducción de las tierras de labranza.
Inevitablemente, esto afectará la seguridad alimentaria, dice Green Scenery, que ha publicado un comunicado de prensa en el que denuncia la situación y llama a los socios internacionales de Sierra Leona a reconocer los hallazgos de las organizaciones de la sociedad civil y las quejas de los sub-distritos y comunidades. Green Scenery reclama que el gobierno reexamine su política de atraer inversiones privadas extranjeras para el monocultivo a gran escala, y de declarar y aplicar una moratoria sobre las grandes inversiones agrícolas, antes de que sea demasiado tarde.
Artículo basado en el comunicado de prensa “Is our country part of the ‘wild west’? A moratorium on large-scale land leases for agriculture is urgently needed in Sierra Leone,” Green Scenery,www.greenscenery.org/publications, y en el informe “Land Investment Deals in Sierra Leone. Green Scenery Briefings Part I – IV,”http://www.oaklandinstitute.org/sites/oaklandinstitute.org/files/2011_10_GS%20Briefings_layout_web.pdf