Uruguay es un país con una base productiva agropecuaria en la cual la producción lechera ocupa un lugar importante. La producción lechera se ha desarrollado básicamente en tres departamentos, dos de los cuales – San José y Colonia - presentan una matriz diversa de explotaciones familiares y una sociedad local organizada que ha logrado buenos niveles de ingreso y de vida conformándose en una de las regiones más productivas y exitosas del medio rural uruguayo.
Pero esta situación se ve amenazada por la expansión de la industria foresto-celulósica, una producción que se transforma en excluyente por el acaparamiento de tierras que conlleva.
La corporación Montes del Plata – consorcio formado por la empresa chilena Arauco y la empresa sueco finlandesa StoraEnso – es propietaria actualmente de 235.000 hectáreas de tierra y se encuentra en proceso de construcción de la que pasará a ser la mayor fábrica de celulosa del país. Dicha fábrica se está construyendo en el departamento de Colonia, uno de los departamentos lecheros, ubicado en el suroeste del país.
En la industria de la celulosa, es conocido que los costos de transporte de la madera desde el lugar de cosecha a la fábrica de celulosa es un factor central para el “éxito” económico del emprendimiento. En este caso las plantaciones de árboles que la alimentarán se encuentran a una distancia superior a los 200 kms, en los departamentos de Rio Negro, Paysandú y Soriano mayoritariamente, lo cual es un inconveniente para la empresa.
Recientemente, a raíz de las gestiones de un fiscal de la Nación, fue dado a conocer que el Gobierno nacional otorgó, a través de un contrato secreto de inversión (ver boletín 166 del WRM), una serie de beneficios únicos y extraordinarios a Montes del Plata.
Un comunicado de prensa del grupo Guayubira (1) denuncia que “entre la serie de beneficios que el gobierno negoció secretamente se hacía referencia al hecho de que el Gobierno y Montes del Plata acordaron hacer los 'mejores esfuerzos para lograr una superficie forestable de 100.000 hectáreas de [nuevos suelos declarados de aptitud forestal] con posibilidad de ser plantadas dentro del radio de 200 kilómetros de la futura fábrica'.”
Para ello, las autoridades recalificarían los suelos de tal manera que tierras donde hasta ahora se ha desarrollado exitosamente la producción láctea serían incluidas en la lista de suelos de prioridad forestal. Esta decisión beneficia enormemente a Montes del Plata, pues podría forestar en un radio de 200 kilómetros de distancia de su fábrica de celulosa.
Para el Departamento de San José, esta modificación implica que el departamento pasaría a tener –potencialmente –un 22% de su superficie con suelos pasibles de ser plantados con monocultivos de árboles. En números, hablamos de 109.163 hectáreas de tierra.
En el caso de Colonia, se trata de un 27% del territorio, lo que equivale a 164.251 hectáreas pasibles de ser forestadas.
El comunicado de Guayubira alerta que la llegada de las plantaciones de árboles a ambos departamentos para la producción de celulosa – una producción muy extensiva en el uso del suelo con relación a la producción agropecuaria existente – pone en serio riesgo la supervivencia de las explotaciones familiares.
“La competencia por la tierra sin duda alguna elevará los precios y las rentas de la tierra, agravando aún más un problema tradicional de la cuenca lechera y de la región intensiva del suroeste del país e incrementando los costos de producción. Al mismo tiempo, todos los impactos y externalidades de las plantaciones agregarán múltiples conflictos que llevarán a una transformación profunda de la región y la sociedad local. Sus rubros estrellas, la quesería en Colonia y la producción de leche fluida en San José, pagarán esta factura, y sin duda su contracción se reflejará en la industria láctea, en las exportaciones, en los proveedores de insumos y servicios, y en la demanda de empleo”, expresa el comunicado.
El grupo señala que “la empresa ya ha comenzado a comprar campos en el departamento de San José”, y en su comunicado termina alertando que “en aras de mejorar el rendimiento económico de una corporación muy poderosa, como lo es el consorcio Montes del Plata, no se incurra en esta nueva y grave afectación del ordenamiento territorial de una región emblemática”, y exhorta al Gobierno, al sistema político y a los sectores productivos a que “discutan y revisen esta medida para lograr un genuino desarrollo rural del país”.
Artículo basado en información obtenida de: (1) “La cuenca lechera del Uruguay en jaque: 5.02 b es la clave”, Comunicado de prensa del Grupo Guayubira, 25 de octubre de 2011, http://www.guayubira.org.uy/2011/10/la-cuenca-lechera-del-uruguay-en-jaque-5-02-b-es-la-clave/