Otros dos jóvenes fueron asesinados en las plantaciones industriales de palma aceitera de la empresa Plantations et Huileries du Congo (PHC). Los bancos de desarrollo europeos han financiado a PHC durante años y acordaron entregar las plantaciones a un turbio fondo de capital privado después de que la propietaria anterior, Feronia Inc., quebrara en 2020, luego de haber recibido más de 100 millones de dólares en fondos para el desarrollo.