Luego de una dura lucha, los habitantes de Collingwood Bay, Papúa Nueva Guinea, han reconquistado sus tierras de manos de madereros malayos y compañías de palma aceitera.
En 2012 se había otorgado originalmente dos arriendos a dos compañías, sobre un total de 38.350 hectáreas. Más tarde, la compañía malaya de palma aceitera Kuala Lumpur Kepong (KLK), miembro de la Mesa Redonda para el Aceite de Palma Sostenible (RSPO), junto con la compañía inversora Batu Kawan, adquirieron derechos sobre esas tierras arrendadas por intermedio de una tercera compañía: Collingwood Bay Plantations.
En señal de protesta, las comunidades presentaron una demanda ante la Corte Nacional de Port Moresby, la cual declaró recientemente que esos arriendos eran nulos e inválidos y ordenó al Estado que cancelara los contratos correspondientes. En el caso de Collingwood Bay, la corte reconoció que los propietarios tradicionales nunca habían dado su consentimiento al arriendo de sus tierras, y que las solicitudes de arriendo contenían graves irregularidades.
En abril de 2013, los propietarios de tierras de Collilngwood Bay también presentaron una queja formal ante la RSPO, señalando que la participación de KLK en los arriendos infringía las políticas de la RSPO. Sin embargo, la RSPO no tomó ninguna medida contra KLK.
La victoria judicial obtenida pondrá ahora en un serio aprieto a KLK, BatuKawan y la RSPO.