En el noreste del país, una comunidad lucha contra la minería y necesita nuestro apoyo. Llamamos a organizaciones de todo el mundo a adherir a esta carta de solidaridad con el grupo de mujeres y hombres defensores de los derechos humanos (W/HRDs) del Grupo de Conservación del Bosque Khao Lao Yai-Pha Jun Dai.
Hace 26 años, la empresa minera de canteras Thor Silasitthi Co. comenzó a realizar actividades dentro de un zona de bosque en el subdistrito Dong Mafai de la provincia Nong Bua Lamphu. Desde entonces, al menos seis aldeas que dependen de este bosque para su sustento han estado sufriendo los impactos negativos de las actividades de la empresa. Perdieron el acceso a los alimentos que solían encontrar en el bosque y se ven afectadas por explosiones diarias en la zona minera que causan contaminación acústica y provocan daños en los hogares con la caída de escombros. Dentro de la zona minera se encuentran importantes sitios arqueológicos; según la nueva Ley de Minería de 2017, allí no se podrían realizar explotaciones mineras
Las mujeres desempeñan un papel crucial en esta lucha, que está liderada por un grupo llamado “mujeres y hombres defensores de los derechos humanos (W/HRDs) del Grupo de Conservación del Bosque Khao Lao Yai-Pha Jun Dai”.
Sabiendo que el permiso de uso de la mina por parte de la empresa vencía el 3 de septiembre de 2020, en los últimos meses el grupo comunitario intensificó su lucha para recuperar el bosque. Entre las demandas se encuentra el reclamo a las autoridades de que rehabiliten la zona dañada. Debido a que no han obtenido una respuesta positiva del gobierno a sus demandas, y a que la empresa no intentó renovar su permiso, las comunidades iniciaron una ocupación.
Guiados por rituales y ceremonias tradicionales y la siembra de plantines de flores y árboles, desde el 4 de septiembre, 300 mujeres y hombres de las comunidades ocuparon parte de la zona minera y la declararon “Zona de bosque comunitario”. Asimismo, pidieron justicia para los cuatro pobladores que en el período 1995-1999 fueron asesinados en el marco de esta lucha. Hasta ahora, nadie ha sido responsabilizado ni castigado por esos asesinatos. El 25 de septiembre, miembros de la comunidad ocuparon otra zona, el molino de piedra. El permiso para este lugar expiró el 24 de septiembre. Durante la movilización, activistas comunitarios y un activista de derechos humanos que los apoya, recibieron amenazas de muerte.
Les pedimos que firmen la siguiente carta en apoyo a la lucha de las comunidades. Lea la carta completa debajo del formulario.
[emailpetition id="16"]
Carta completa:
Para: Defensores de los derechos humanos de mujeres y hombres (W/HRDs) del Grupo de Conservación del Bosque Khao Lao Yai-Pha Jun Dai
Los y las abajo firmantes, activistas e integrantes de organizaciones y movimientos sociales de diferentes regiones del mundo, tomamos conocimiento de su importante lucha por recuperar la tierra y los bosques que han sabido cuidar. Sabemos que la empresa minera Thor Silasitthi Co. invadió sus tierras hace 26 años. Muchos de nosotros estamos comprometidos con las luchas de movimientos de base contra la minería y otros proyectos destructivos, y hemos encontrado una indiferencia similar de parte de las autoridades gubernamentales así como provocaciones de las empresas, tal como les ha pasado a ustedes en su lucha.
En primer lugar queremos expresar nuestro apoyo y solidaridad con la lucha que vienen llevando a cabo para recuperar la tierra y el bosque. En especial sabemos de las importantes acciones realizadas recientemente en septiembre, mediante las cuales recuperaron con éxito la zona minera y el molino de piedra.
Nos impresiona la resistencia que han demostrado, porque ya llevan 26 años comprometidos en esta lucha. En este proceso de recuperar sus vidas, medios de vida y sustento, tierras y hogares, han perdido a cuatro camaradas. Nos inspiran los rituales y ceremonias que celebraron durante las acciones de ocupación. Estas ceremonias demuestran un profundo cuidado y respeto por la zona y hablan de la importancia que tienen estos lugares para el bienestar presente y futuro de sus comunidades.
Los apoyamos y nos unimos en el reclamo a las autoridades tailandesas a que defiendan los intereses colectivos de las comunidades, no los intereses privados y de lucro de las empresas mineras. Deben atender vuestras demandas y clausurar las actividades mineras de la zona. Deben garantizar la seguridad y el bienestar de todos y todas las involucradas en las recientes acciones, en particular quienes han recibido amenazas de muerte. Y no deben olvidar el pedido de justicia por los activistas comunitarios que fueron asesinados en el pasado. También apoyamos este reclamo.
Aunque muchos de nosotros y nosotras estamos lejos de Tailandia, tengan la certeza de que estamos conectados con vuestra lucha. Nos comprometemos a seguir monitoreando de cerca la situación y a dar visibilidad a vuestra lucha a través de nuestras propias redes de comunicación. Su lucha no solo es importante para asegurar el futuro de sus comunidades sino que también constituye un aliciente para las luchas de otros países y regiones. Ustedes son un ejemplo para el mundo de lo que es un movimiento fuerte.
No están solos. Les deseamos que conquisten pronto la victoria de esta importante lucha que ya es un ejemplo fuerte e inspirador para otras luchas en Tailandia, y para quienes estamos en otros países del mundo.
En solidaridad,