La oposición al actual manejo de las plantaciones en Tasmania viene aumentando. La misma ha llegado a un punto límite en varias zonas. He aquí algunos ejemplos:
Recientemente se han dado una serie de ataques significativos a plantaciones, incluyendo incendios y arrancada de plantas. Hace poco fueron desarraigadas varias hectáreas de árboles en el norte y el sur del estado. Forestry Tasmania quedó tan preocupada que pidió al gobierno que llevara a cabo una investigación sobre los hechos. Por supuesto que la empresa intentó cargar la culpa sobre los "extremistas". Sin embargo la indagatoria no intentó profundizar más en el tema de la oposición de la comunidad, ya que ello hubiera sido contrario a los intereses de quienes desean promover a Tasmania como un sitio seguro para las inversiones.
La oposición a las plantaciones ha trascendido el sector ambientalista y ahora incluye un sector significativo de la comunidad rural, en especial productores lecheros y Consejos locales. El Consejo de Meander Valley ha cuestionado por dos veces con éxito el desarrollo de Reservas Privadas de Madera (Private Timber Reserves), forzando al gobierno a cambiar la legislación para el establecimiento de las mismas. El Consejo de Burnie City se las ha tenido que ver con la pérdida de su base de contribuyentes. La compañía forestal North Ltd, por ejemplo, ocupa un territorio equivalente al 40% del municipio de Burnie, por lo que paga aproximadamente 150.000 dólares australianos, en tanto el resto de los contribuyentes pagan en total casi 12 millones. Una historia recientemente publicada en "Stateline" habla en detalle de la oposición de los productores lecheros a las plantaciones debido a la pérdida de valor de sus propiedades debido a la proximidad de las plantaciones y al aislamiento social provocado por las murallas de árboles ubicadas en el medio de otrora prósperas comunidades rurales. En el norte del estado se conformó el grupo "Communities Over Plantations", cuyo nombre se traduciría como "Comunidades antes que plantaciones".
Se ha dado una considerable oposición a la tala practicada por Forestry Tasmania en los bosques del noreste del estado para dar lugar a plantaciones de coníferas, lo que fue severamente cuestionado. Causó especial preocupación que la empresa hubiera procurado ocultar el inapropiado manejo practicado del hábitat de especies amenazadas, contrariamente a lo establecido en el Manual de Manejo de Especies Amenazadas. Un buen ejemplo de este tipo de ocultamientos es el de la corta de un área cercana a Weldborough, donde habita una población regional del escarabajo Simson y del caracol de las tierras altas del Noreste. Las indicaciones de manejo eran contrarias a la corta, la quema y la instalación de plantaciones. Sin embargo esto precisamente fue lo que la oficina forestal permitió que se hiciera.
Esta oposición en el noreste habrá de continuar en forma indefinida, ya que las comunidades se encuentran en pie de guerra. En la zona ya se han iniciado otras campañas y recientemente Forestry Tasmania ha sido criticada públicamente en relación a la construcción de un camino, que significó la destrucción con bulldozers de un sendero histórico, con el objetivo de acceder a mayores áreas de plantación en un área que es hábitat de especies amenazadas.
Fuente: Tim Cadman, Native Forest Network.