Chile: los “expertos” y la realidad

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Durante el “Encuentro Intersesional de Expertos sobre el Papel de los Bosques Plantados para el Desarrollo Sustentable” realizado en Santiago de Chile, del 6 al 10 de abril ppdo., se oyeron varias voces, provenientes de los gobiernos y las compañías plantadoras, argumentando en favor de las plantaciones forestales (Ver “Nuestra opinión” en este número). A este respecto el representante de CORMA (Corporación Maderera de Chile) Sr. Fernando Raga realizó una presentación destacando el papel de los “bosques plantados” como “una respuesta efectiva y ecoeficiente a las necesidades humanas por volúmenes sustentables de madera, puesto que son establecidos sobre superficies relativamente pequeñas de terreno”. El ponente sostuvo asimismo que las plantaciones forestales “contribuyen a la conservación de vastas extensiones de bosques naturales, los cuales satisfacen la necesidad de conservación de los suelos y de la biodiversidad, la recreación y otros servicios”. La armonización entre monocultivos forestales y bosques naturales, que parece ser la nueva estrategia adoptada en el discurso de los promotores de las plantaciones, puede ser considerada interesante e incluso atractiva. Sin embargo esta visión no guarda relación con lo que está sucediendo en la realidad.

Mientras en la capital se desarrollaba este encuentro, en la región sur de Chile continuaba el conflicto provocado por la expansión de las plantaciones, que invadieron territorios tradicionalmente pertenecientes a los mapuches: ocupaciones de fincas por grupos de indígenas conformados por hombres, mujeres y niños; enfrentamientos entre ocupantes y fuerzas policiales que defienden los intereses de las compañías plantadoras; malestar y preocupación entre los campesinos, temerosos de nuevas ocupaciones; una manifestación pacífica de un grupo de mapuches en la Catedral Metropolitana de Santiago durante una celebración de la Pascua, procurando llamar la atención de la iglesia Católica sobe la tragedia que está padeciendo este pueblo; la huelga de hambre de siete indígenas mapuches en la sede de la Central de Trabajadores de Concepción, en apoyo a las reivindicaciones de su pueblo; detenciones arbitrarias; violación de los derechos humanos y acusaciones de subversión contra los activistas mapuches. No obstante, los “expertos”, así como las autoridades chilenas -incluida la CONADI (Corporación Nacional Indígena)- optaron por ignorar esa realidad.

En una carta abierta fechada el 11 de abril de 1999 Arnaud Fuentes, investigador de la Universidad de Perpigan, Francia, quien visitó la sureña IX Región de Chile como parte del estudio que viene realizando acerca del proceso histórico de expropiaciones de tierras en detrimento del pueblo mapuche, denuncia los abusos cometidos por la policía contra los mapuches de Temulemu y contra él mismo, durante su estadía de un mes y medio en la zona. El área, que actualmente es escenario de duros conflictos entre las comunidades indígenas y Forestal Mininco, perteneció a los mapuches hasta 1979. Una ley promovida por la dictadura militar despojó a las comunidades de sus tierras y allanó el camino para su apropiación por parte de la compañía. Seguidamente a las manifestaciones del Sr. Fuentes, las autoridades de la IX Región comenzaron los trámites para su expulsión del país, acusándolo de subversión. A pesar de las presiones, la Corte de Justicia no dio lugar al pedido y falló en favor del acusado.

Los conflictos provocados por los monocultivos forestales en Chile no son nuevos. Tampoco lo es la tragedia de la nación mapuche, ahora asociada a la expansión de aquellos. Los bosques templados de Chile han sufrido una severa reducción en su superficie a manos de las compañías plantadoras. Su biodiversidad está siendo progresivamente sustituida por desiertos verdes de árboles. La proclamada armonización entre plantaciones y bosques naturales no sucede en la realidad, ni en la zona templada ni en la tropical. Lo que verdaderamente pasa -tal como lo manifestaron los miembros del Grupo de Trabajo de ONGs sobre Bosques presentes en el encuentro de expertos de Santiago- es que las plantaciones forestales de gran escala constituyen una importante causa directa de deforestación en muchos países del Sur. Además, el argumento de que las plantaciones ocupan “superficies relativamente pequeñas de terreno” resulta falso, por un lado porque el área total de las plantaciones ha venido aumentando rápidamente, y por otro porque el problema no radica en cuántas hectáreas plantadas existen a nivel global, sino en qué medida las plantaciones afectan a la gente y al ambiente a nivel local y regional, más allá de su superficie en números absolutos o en términos porcentuales.

El caso chileno ejemplifica -entre muchas otras cosas- el papel de los “expertos” rentados en justificar “científicamente” lo que, en realidad, necesita justificarse en beneficio de los intereses corporativos de la profesión forestal o, lo que es más importante, de las grandes empresas forestadoras. Todo argumento en contra de las plantaciones -su impacto sobre la gente, el agua, la biodiversidad, los suelos- será refutado como “no comprobado científicamente”, por más que esté apoyado en la evidencia empírica. Afortunadamente también en Chile hay otros expertos, cuya actividad está dirigida a la protección de ambiente y a defender los derechos de las poblaciones locales. En este sentido queremos destacar, entre otros, el trabajo de Rodrigo Catalán y Ruperto Ramos, cuya contribución al Taller Latinoamericano sobre Causas Subyacentes de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (disponible en la página web del WRM) muestra a las claras los impactos sociales y ambientales negativos de las plantaciones en Chile. Ello prueba que, a pesar de los ingentes esfuerzos de los expertos del establishment, es difícil seguir ocultando la realidad, y que el pueblo chileno está tomando conciencia de las mentiras que se les han estado diciendo con el fin de apoyar un modelo forestal social y ambientalmente insustentable.

Fuentes: “Plantations and sustainable development: the case of Chile”, Fernando Raga, CORMA, March 1999; “How to see the forest through the trees”, A contribution of the NGO Forest Working Group, Santiago de Chile, 6-10 April 1999; Mapulink, 13/4/99; Jorge Calbucura, 1/4/99, 3/4/99, 7/4/99.