En el año 2000 los empresarios forestales chilenos anunciaron el lanzamiento de su propio sello de certificación forestal, CERTFOR. Este sello se creó bajo los auspicios de la Fundación Chile, el Instituto Forestal (Infor) y con el apoyo financiero de CORFO (Corporación de Fomento de la Producción). Habiendo intentado incorporarse al FSC --en aras de buscar legitimidad internacional-- y frente a la negativa recibida, CERTFOR acudió a otro sistema internacional de certificación: el PEFC. Fue así que en octubre del 2004, el sistema de certificación Chileno CERTFOR, fue homologado internacionalmente por PEFC.
Las empresas certificadoras acreditadas para realizar las auditorias son QMI Toronto y SGS. Resulta sorprendente que esta última está también acreditada en el sistema FSC y que ha sido reiteradamente cuestionada por su certificación de plantaciones bajo ese sistema. ¿Se le habrán mezclado los manuales de procedimiento?
Hasta el momento CERTFOR ha certificado siete operaciones forestales en Chile, que abarcan un total de nada menos que 1.600.000 hectáreas certificadas. Entre las mismas se encuentran las gigantescas plantaciones de los dos grupos más poderosos de Chile: el Grupo Arauco y el Grupo Mininco.
El sistema cuenta con 9 principios acompañados de una serie de criterios e indicadores. Más allá de estos principios e indicadores, es importante destacar que CERTFOR es capaz de certificar de una sola vez todas las plantaciones de un grupo empresarial. Tal es el caso de Bosques Arauco, empresa a la cual en un solo certificado se le otorgó el sello para 280.000 hectáreas distribuidas en 950 predios. Lo mismo sucedió para el caso de Forestal Celco y Forestal Cholguán (también del Grupo Arauco) a las que se les otorgó el sello para 446.100 hectáreas distribuidas en 2150 predios. Demás está decir que los certificadores recorrieron apenas una pequeña fracción de todos esos predios, lo que ya está mostrando a las claras la poca seriedad del sistema.
Entre sus principios, el sello CERTFOR no dice una sola palabra en relación al uso de árboles transgénicos, por lo que no sería extraño que en el futuro también certificara plantaciones transgénicas. Tal vacío tiene una explicación muy sencilla: Fundación Chile –una de las creadoras de este sello- es una de las organizaciones que ha estado más activamente involucradas en ingeniería genética de árboles.
Más allá de la teoría, la propia práctica aporta elementos más que suficientes para señalar que ninguna de estas plantaciones debieran haber sido jamás certificadas … ¡por nadie!
En primer lugar, el modelo forestal chileno, fue impulsado durante la dictadura de Pinochet, y se expandió sobre los territorios que históricamente han pertenecido a pueblos indígenas de Chile: el Pueblo Mapuche.
Están harto documentados los impactos provocados por la fuerte expansión de las empresas forestales en el sur de Chile: la destrucción del bosque nativo, la pérdida de los recursos hídricos y contaminación de los mismos por el uso de agroquímicos, erosión descontrolada, destrucción de la biodiversidad, disminución e incluso desaparición de la fauna silvestre y de la vegetación, problemas de salud en las poblaciones locales por el uso de agrotóxicos, por citar solo algunos.
Pero fundamentalmente en Chile, el “desarrollo forestal” ha provocado severos impactos al Pueblo Mapuche. No es casual, que el incremento en el empobrecimiento de la población mapuche coincide con la concentración de plantaciones forestales. Las localidades forestales con alto índice de demografía mapuche entre la VIII y IX regiones, a pesar de los millones de dólares por utilidades que perciben las compañías, son lugares donde se concentran los mayores niveles de indigencia y pobreza.
El avance del modelo forestal chileno está provocando el etnocidio del Pueblo Mapuche, argumento suficientemente importante como para no poder certificar nunca a una empresa forestal chilena que actúa en esos territorios. Sin embargo los certificadores de CERTFOR no parecen estar siquiera enterados del problema.
Los principales focos de conflictos por reivindicaciones territoriales que mantienen las comunidades Mapuche son con empresas forestales, principalmente con Forestal Mininco y con las empresas que agrupa Bosques Arauco, generando centenares de detenidos, procesados y condenados; decenas de heridos; cientos de movilizados, como saldo y resultado de múltiples movilizaciones tendientes a la recuperación de tierras y también con el fin de frenar la expansión y las graves consecuencias que se denuncian en contra de las empresas forestales.
Incluso más, el pueblo Mapuche tuvo que lamentar la muerte de dos jóvenes que en movilizaciones por la recuperación de sus tierras, que fueron brutalmente asesinados por la guardia de la forestal Mininco. ¿Cómo pudo entonces CERTFOR darle un sello a Forestal Mininco para sus 540.766 hectáreas?
En síntesis, el sello CERTFOR es una burla a los consumidores y una afrenta a las comunidades Mapuche que sufren los graves impactos de estas plantaciones. Nos permitimos entonces hacer una pequeña sugerencia: que sustituyan el pino de su logo por una calavera con un par de tibias cruzadas. No quedaría tan bonito, pero reflejaría mejor la realidad.
Artículo elaborado en base a: CERTFOR, http://www.CERTFOR.org; Defensores del Bosque Chileno, http://www.elbosquechileno.cl/41fsc.html; “Modelo forestal chileno y Movimiento autónomo Mapuche: Las posiciones irreconciliables de un conflicto territorial” por Alfredo Seguel, http://www.wrm.org.uy/paises/Chile/modelo_forestal_chileno.html; Boletines anteriores del WRM, disponibles en http://www.wrm.org.uy/paises/Chile.html