Los bosques de Colombia están sufriendo un severo proceso de destrucción. La guerra civil que está devastando el país puede ser considerada una de las principales causas de ese fenómeno. Debido al prevaleciente estado de violencia en Colombia, comunidades rurales enteras se han visto obligadas a dejar sus hogares y tierras. Además de sus efectos desde el punto de vista social y cultural, los desplazamientos forzosos también generan condiciones para ulteriores impactos negativos sobre los bosques.
La región del Pacífico del país, conocida por su abundancia de recursos naturales y su riqueza cultural, así como por el constante proceso de depredación que la ha afectado desde tiempos de la Colonia (ver Boletín 27 del WRM) es víctima de este tipo de actividades. Las Comunidades Afrocolombianas Forzosamente Desplazadas de la Cuenca del Cacarica en el Chocó, provisionalmente asentadas en Turbo, Bocas del Atrato y Bahía Cupica, han denunciado la deforestación ilegal e indiscriminada de sus territorios por parte de la empresa YIREH. La misma aparentemente está operando en conexión con la compañía maderera "Maderas de El Darién".
En tanto las comunidades se resisten a regresar a sus tierras hasta que el gobierno colombiano satisfaga las condiciones para lo que ellas denominan un "Retorno con Dignidad", la mencionada compañía está sacando ventaja de su ausencia para practicar cortas en los territorios legalmente reconocidos a las comunidades de acuerdo con la Ley nro. 70 para las Comunidades Etnicas Negras. Lo que es más, las comunidades han denunciado acciones de hostilidad por parte de los paramilitares, que están tratando de intimidarlos para que cesen en su oposición a tales actividades de corta. Es importante mencionar que los límites de la cuenca del Cacarica bordean el Parque Nacional Los Katios, que alberga uno de los niveles de biodiversidad por kilómetro cuadrado más altos del mundo.
Del 19 al 21 de agosto ppdo. una comisión integrada por representantes de las comunidades, ONGs nacionales e internacionales, parlamentarios y delegados del gobierno, se dirigieron a la zona de conflicto para investigar el actual proceso de deforestación. He aquí un fragmento del testimonio de las comunidades, publicado en el boletín "Humanos del Mundo":
"Fuimos testigos, junto a representantes del gobierno y de instituciones del estado, del horrendo escenario de deforestación que Maderas de El Darién está generando en la región del Cacarica. Frente a nuestros propios ojos pasaron dos botes -pertenecientes a la empresa- remolcando más de 300 rolos obtenidos de árboles pertenecientes a especies en peligro del catival. Oímos el ruido de maquinaria de alta tecnología que no se hunde en suelos pantanosos; vimos como seguían abriendo canales para sacar nuestro patrimonio; nos pusimos tristes al comprobar la ocupación del local de nuestro escuela, que ahora se transformó en campamento de los madereros. No estamos mintiendo: las grandes compañías están transformando nuestro territorio en un cementerio para la naturaleza; ya no caminamos entre los árboles, sino con el sol pegándonos en la frente. Esto es un ecocidio".
De acuerdo con testimonios obtenidos de trabajadores de la empresa, CODECHOCO -la entidad gubernamental a cargo de otorgar las concesiones de corta en la región- está advertida de esta deforestación ilegal, pero no ha hecho nada para frenarla. Esta omisión y negligencia están ayudando a que la destrucción masiva de la selva continúe.
Se ha iniciado una acción a nivel internacional para frenar esta destrucción. Ud. puede dirigirse a las siguientes autoridades colombianas, expresando su preocupación por esta acelerada deforestación y por el sufrimiento que padecen las comunidades de la Cuenca del Cacarica, y demandando que se ponga fin de inmediato a todos los contratos de madereo en el área:
Sr. Presidente
Dr Andrés Pastrana Arango
Sr. Ministro de Medio Ambiente
Dr. Juan Mayr
Fuente: Colombia Support Network, 12/10/00.