Cómo REDD jurisdiccional en Indonesia amenaza los bosques y beneficia a las ONG: el caso de Kalimantan Oriental

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Minería ilegal en Kutai occidental

Las grandes ONG conservacionistas han desempeñado un papel fundamental para convertir el programa REDD (Reducción de las emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques) en la política forestal dominante en todo el mundo. Este mecanismo se introdujo en 2007, y la primera ola de proyectos y programas REDD se implementó entre 2008 y 2013. Entre los promotores de los proyectos REDD se encuentran estas grandes ONG, que se benefician recibiendo millones de dólares para ‘proyectos piloto’ y ‘capacitaciones’, así como de la venta de créditos en el mercado de carbono.

La evidencia de las últimas dos décadas ha confirmado que las primeras advertencias sobre la compensación de carbono en general, y sobre REDD en particular, han resultado ser ciertas. Los proyectos REDD han fracasado completamente en su objetivo de reducir la deforestación y, por lo tanto, tampoco han logrado mitigar el cambio climático (2). Y, sin embargo, desde 2020, cuando entró en vigor el Acuerdo de París, está en marcha una segunda ola más grande de proyectos y programas de carbono forestal.

Los programas REDD subnacionales y nacionales han recibido menos atención que los proyectos REDD privados. Estos proyectos se denominan “REDD jurisdiccional” o “REDD gubernamental”, y abarcan toda una provincia o un país entero. El Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF, por su sigla en inglés), del Banco Mundial, es uno de los principales promotores de REDD jurisdiccional. Su objetivo es ayudar a los países del Sur global a prepararse para recibir pagos REDD a través de un Fondo de Preparación, y luego recompensarlos por reducir la deforestación con los llamados “pagos basados en resultados” a través de un Fondo de Carbono.

Desde su lanzamiento en 2008, el FCPF ha tenido dificultades para desembolsar los fondos y mostrar resultados. Además, en los lugares donde el FCPF ha desembolsado dinero, han surgido muchos problemas. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, el FCPF apoyó el Programa REDD+ PIREDD/Plateaux, en la provincia de Mai-Ndombe. Este programa dirigido por el WWF restringió el uso de la tierra por parte de las comunidades y provocó conflictos (3). También surgieron problemas en otro programa REDD jurisdiccional en la provincia de Zambezia, en Mozambique, donde el FCPF fracasó por completo en la consecución de su principal objetivo: detener la deforestación (4).

Y, sin embargo, grandes ONG conservacionistas como TNC se refieren al FCPF como un “éxito” (5). Sin duda una razón de peso es el papel clave que desempeñan en dichos programas. Ése es el caso del programa REDD jurisdiccional de Kalimantan Oriental apoyado por el FCPF, que es el foco de este artículo. Dicho programa fue aprobado en 2019 por el Banco Mundial y se ha ejecutado desde 2019 hasta 2024. Abarca toda la provincia de Kalimantan Oriental, Indonesia. Cuando en este artículo se menciona “documentación del programa”, se hace referencia al programa REDD jurisdiccional de Kalimantan Oriental (6).

El papel protagónico de las ONG representa un conflicto de intereses

Según la documentación del programa, el gobierno indonesio inicialmente pretendía implementar el programa REDD jurisdiccional del FCPF en Indonesia en siete distritos, ubicados en cuatro provincias diferentes con deforestación generalizada: Jambi, Sulawesi Central, Kalimantan Central y Kalimantan Oriental. Dos de estos siete distritos, Berau y Kutai Occidental, están ubicados en Kalimantan Oriental.

Desde 2008, TNC y WWF han participado en actividades relacionadas con REDD en Berau y Kutai Occidental. La documentación del programa afirma que TNC y WWF tienen un “papel clave” como “socios de implementación”, y afirma que la experiencia de estas dos organizaciones ofrece “oportunidades” para un programa más grande en el futuro. El Programa de Carbono Forestal de Berau, establecido por TNC, se menciona como “el primer programa REDD+ en Indonesia que abarca una jurisdicción política completa”, lo que le permite “generar guías para los programas nacionales REDD+”.

La documentación del programa también señala que un criterio importante para recibir fondos del FCPF es la necesidad de fondos adicionales de otros donantes. Mientras que los otros distritos –que formaban parte de la propuesta original– no lograron recaudar estos fondos adicionales, TNC aseguró US$ 50 millones para Berau, mientras que WWF y sus socios aseguraron “hasta US$ 82,5 millones” en Kutai occidental (7).

No se explicó por qué se tomó la decisión de canalizar todos los fondos del FCPF –US$ 110 millones– a Kalimantan oriental y no a las otras provincias. Pero sigue existiendo la fuerte impresión de que tanto TNC como WWF tuvieron una influencia significativa, lo que revela los conflictos de intereses en juego. Por ejemplo, ambas ONG prepararon el terreno con sus actividades en Berau y Kutai occidental; TNC fue uno de los miembros fundadores y donantes del FCPF y desarrolló la idea del FCPF junto con el Banco Mundial (8); y WWF participó en la elaboración de la documentación del programa, que debería haber sido responsabilidad del gobierno indonesio (9). Existen otros ejemplos de cómo estas ONG ejercieron su influencia, que revelan los arraigados conflictos de intereses (10).

En noviembre de 2022, el gobierno de Indonesia recibió el primer pago anticipado del Banco Mundial de US$ 20,9 millones, equivalentes a IDR 320.000 millones (11). Según una carta del gobierno provincial sobre la distribución del dinero, las “instituciones intermediarias” (ONGs, o lembaga perantara en indonesio) recibirán hasta IDR 3.190.914.000 en los llamados Pagos por desempeño e IDR 19.502.000.000 en Pagos de recompensa. Estos pagos ascienden a IDR 22.692.914.000, o US$ 1,482 millones, aproximadamente el 7 por ciento del pago inicial total de US$ 20,9 millones. Un tercio de este dinero se destina a “honorarios de gestión” y dos tercios a costos de “programas/actividades” (12). Si se toma en cuenta el monto total aprobado de US$ 110 millones, con base en este porcentaje las ONG podrían recibir hasta US$ 7,6 millones de fondos del FCPF.

Un programa lleno de contradicciones

Un programa centrado en quienes no provocan la deforestación:

La documentación del programa afirma que el Programa REDD jurisdiccional en Kalimantan Oriental está “diseñado para abordar las causas de la deforestación”, e identifica a las plantaciones industriales de palma aceitera (51%), la tala (22%) y la minería (10%) como las tres causas principales. Sin embargo, al igual que en el proyecto piloto de TNC en Berau, la mayor parte del presupuesto del Programa (el 53,2%) se centra en “ofrecer oportunidades de subsistencia alternativas” a las comunidades rurales, incluidas las comunidades indígenas. Esto se hace con el fin de abordar la “deforestación vinculada a la intrusión y la agricultura” [excluyendo la palma aceitera], en lugar de abordar las principales causas de la deforestación: la palma aceitera, la tala y la minería.

A pesar del declarado enfoque del programa en las “oportunidades de subsistencia alternativas”, esto no parece reflejarse en la realidad sobre el terreno. Tres comunidades del distrito de West Kutai, visitadas por el WRM, JATAM Kaltim y el Instituto Nugal en septiembre de 2024, reclamaron a través de sus representantes del gobierno local que todavía no han recibido el dinero que se les prometió para un proyecto que presentaron a la coordinación del programa, y que fue aprobado. Esto es casi dos años después de que el gobierno indonesio recibiera su primer pago del Banco Mundial. Según los habitantes, cada aldea debía recibir 201,64 millones de IDR, o alrededor de US$ 12.938, mencionados también en la carta antes referida del gobierno provincial (13).

Los representantes del gobierno local presentaron otros reclamos. Uno se relaciona con cómo las personas del equipo del programa REDD llegaron a la comunidad para hacer preguntas y volar un dron, sin explicar su objetivo ni compartir el resultado de su encuesta. Los representantes locales también han cuestionado por qué cada comunidad de Kutai Occidental recibe la misma cantidad de dinero, a pesar de que la aldea más pequeña de Kutai Occidental tiene una superficie de 815 hectáreas, mientras que la más grande cubre 56.957 hectáreas. Esto debería traducirse en costos diferenciales cuando se trata de monitoreo de los bosques. Sin embargo, el tamaño de las aldeas parece ser irrelevante para la coordinación del programa, que decidió que las 82 aldeas incluidas en el programa REDD en Kutai Occidental recibirán exactamente la misma cantidad. La comunidad también reclamó que no se les ha informado ni consultado sobre el programa REDD ni sobre lo que realmente es REDD. Sólo el líder de la comunidad fue invitado a una reunión de intercambio de información, que tuvo lugar fuera del territorio de la aldea.

Hay uno de los reclamos de los representantes locales que se destaca en particular. Aunque el Banco Mundial declara en la documentación que “las comunidades podrán seleccionar los beneficios a los que prefieren acceder, que reflejarán sus prioridades”, dos aldeas vieron rechazadas sus propuestas comunitarias. Su propuesta solicitaba la compra de un automóvil para patrullar su zona de bosque, que consideraban era una prioridad. El argumento fue que no se pueden permitir los automóviles porque contribuyen al calentamiento global. Esta es una respuesta bastante hipócrita, por decirlo suavemente, para un programa que se basa en la lógica de generar créditos de carbono para que las industrias contaminantes responsables del caos climático puedan seguir destruyendo el clima. Mientras tanto, el programa REDD penaliza a las comunidades, las cuales no son responsables de la crisis climática.

Un programa que ignora una de las principales causas de la deforestación, la minería

1.434 permisos de minería a partir de 2020, que abarcan más de 5 millones de hectáreas, o el 41% del territorio de la provincia (14). Las empresas mineras, la mayoría de las cuales son empresas de carbón, son algunas de las principales causas de la deforestación, y de otras violaciones sociales y ambientales en Kalimantan Oriental. En la documentación del programa, el Banco Mundial expresa su preocupación por el hecho de que el gobernador de Kalimantan Oriental, que asumió el cargo en 2009, “hizo campaña sobre una plataforma de apoyo a las industrias mineras”.

Sin embargo, “las empresas mineras no están incluidas” en el programa REDD. "No implementarán ninguna actividad de reducción de emisiones” con una nota a pie de página en la documentación del programa, justificando la exclusión de la minería por una decisión del gobernador de 2018 que “suspende los nuevos permisos de minería de carbón y agrega requisitos adicionales para las empresas que deseen extender sus permisos”.

En primer lugar, el argumento de que no se concederán nuevos permisos de explotación minera simplemente no es cierto. Por ejemplo, PT Adaro Energy, la segunda mayor empresa de carbón de Indonesia, se benefició de una nueva concesión en 2024 (15). Además, la decisión del gobernador de 2018 no contribuye a prevenir la deforestación en las concesiones que se otorgaron antes de 2018, pero que aún están en desarrollo. Lo que es peor, ignorar al sector minero también subestima el fenómeno generalizado de la minería ilegal en Kalimantan Oriental, que está causando incluso más destrucción y riesgos que la destrucción legalizada.

El megaproyecto de la nueva capital de Indonesia: una deforestación “manejable” para el Banco Mundial

Otra gran contradicción se ejemplifica con la construcción de la nueva capital de Indonesia (IKN), un megaproyecto lanzado en 2020 en Kalimantan Oriental. Si bien por un lado el Banco Mundial admite que “es probable que afecte a las emisiones en la provincia”, debido a la deforestación, también afirma que los impactos de la IKN “parecen ser manejables”, argumentando que tiene el “potencial” de “reverdecer” y “reforestar” la zona. El proyecto IKN, de US$ 30.000 millones, ha sido especialmente promovido por el expresidente Jokowi, quien quiere convertirlo en su principal legado.

Lo que el Banco Mundial considera “manejable” muestra el total desconocimiento de esta institución multilateral tanto sobre la escala de este megaproyecto (que aumentó su superficie de 180.000 a 256.000 hectáreas tras su lanzamiento en 2020), así como sobre las violaciones sociales y ambientales contra el pueblo indígena Balik –cuyo territorio se superpone con el sitio de construcción de la capital–. Además, habrá otros impactos indirectos más devastadores relacionados con la construcción de la nueva capital, que el Banco Mundial ignora (16).

Un programa que pretende tener “resultados” incluso con la deforestación en aumento

Para que los programas REDD jurisdiccional establezcan una meta de reducción de la deforestación, primero fijan una base de referencia; esto implica definir un período de años sobre el cual se calcula la tasa anual promedio de deforestación y degradación de los bosques. En el caso del programa REDD apoyado por el Banco Mundial en Kalimantan Oriental, este período es 2007-2016. Durante este período se perdieron 700.800 hectáreas de cubierta forestal, es decir, aproximadamente el 5,5% de toda la provincia. El siguiente paso es establecer un objetivo de reducción de emisiones para el período del programa (2019-2024), basado en la tasa promedio de deforestación del período de referencia. En el caso del programa REDD de Kalimantan Oriental, el objetivo de reducción de emisiones establecido es del 27%. Este modus operandi plantea al menos dos preguntas: ¿Cuál es el razonamiento detrás de la elección de un período de referencia en lugar de otro? ¿Y quién toma estas decisiones?

En la documentación del programa, el primer período de referencia elegido fue 2006-2015. Sin embargo, en el documento final del proyecto de 2019, este período se cambió a 2007-2016. Esta modificación aparentemente pequeña significó un cambio significativo porque el nuevo período de referencia incluía el año 2016. Éste fue un año pico en la pérdida de bosques en Indonesia y Kalimantan Oriental; los incendios forestales masivos afectaron a Indonesia en 2015, pero solo se contabilizaron en su totalidad en las cifras de 2016, debido a la falta de datos de imágenes de la destrucción de 2015 (ver gráfico 1 a continuación).

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Kalimantan 2001-2023
Gráfico 1: Pérdida de cobertura forestal en Kalimantan Oriental 2001-2023. En naranja se muestra el nivel de referencia, el período en el que el programa REDD jurisdiccional de Kalimantan Oriental definió su base de referencia, en comparación con las reducciones de emisiones estimadas o el nivel de deforestación reducida durante el período del programa (2019-2024). (Cifras de Global Forest Watch)

Si bien los desarrolladores del programa no ofrecieron ninguna justificación para cambiar el período de referencia, es obvio que la nueva base de referencia facilita que el programa REDD logre “resultados”. En gran medida debido a que el índice de deforestación en Kalimantan Oriental se redujo en los años posteriores a 2016, debido a las políticas estatales como reacción a los incendios forestales de 2015 que causaron graves impactos. Según la documentación del programa REDD, esto se debió a una moratoria nacional a la tala de bosques primarios para dar lugar a plantaciones y actividades de extracción maderera.

Otra consecuencia de la base de referencia ‘generosa’ es que, aunque la deforestación aumentó en la provincia, casi duplicándose de 79.200 hectáreas en 2022 a 161.000 hectáreas en 2023, el gobierno provincial todavía puede afirmar que ha logrado "resultados", como muestra el gráfico anterior. Este aumento de la deforestación se debió a la expansión de las plantaciones de palma aceitera, entre otras actividades. (17)

Quienes definen la base de referencia y los objetivos del programa son los mismos actores que están más interesados en garantizar “resultados” y, por lo tanto, sus propios pagos del programa. Entre estos actores figuran el Banco Mundial, el gobierno de Kalimantan Oriental, TNC y WWF.

REDD jurisdiccional también promueve el comercio de carbono

Las organizaciones ambientales y sociales tienden a criticar los proyectos REDD privados mucho más que los programas REDD jurisdiccionales, también en Indonesia (18). Una razón probablemente sea la percepción errónea de que el comercio de carbono, la principal crítica a los proyectos REDD privados, no está involucrado en los programas REDD jurisdiccionales. Sin embargo, los programas REDD jurisdiccionales siguen la misma lógica de centrarse en el carbono, la contabilidad del carbono y el comercio de carbono, al igual que cualquier otro proyecto REDD. Y al igual que otros proyectos REDD, estos programas también utilizan la misma manipulación en la que los propios proponentes del proyecto definen escenarios de referencia y ‘resultados’.

En el caso del FCPF, la mayor parte del dinero ha venido de gobiernos, como Noruega, Alemania y el Reino Unido. Pero desde el inicio de este proyecto también ha habido dinero procedente de entidades privadas, como TNC y la compañía petrolera BP, que a cambio esperan recibir créditos de carbono (19).

En los últimos años, el comercio de carbono parece desempeñar un papel cada vez más importante en el funcionamiento del FCPF. Desde 2018, el FCPF ha participado en el programa de compensación CORSIA, del sector de la aviación. Según el Banco Mundial, se espera que este programa “compense más de 2 mil millones de toneladas de CO2”. En 2023, el FCPF pasó a ser elegible para suministrar créditos de carbono a CORSIA. A fines de 2023, el FCPF comenzó a ofrecer créditos de carbono para la venta en el mercado de carbono (20). En la última actualización del programa del FCPF de Kalimantan Oriental en el sitio web del Banco Mundial, el programa está clasificado como “elegible para CORSIA”, lo que significa que el programa REDD de Kalimantan Oriental permitirá el crecimiento de la industria de la aviación, al tiempo que afirma que no es dañino para el clima.

Consideraciones finales

Este artículo señala una serie de contradicciones del programa REDD jurisdiccional en Kalimantan Oriental, basado en el supuesto erróneo de que REDD en realidad trata de reducir la deforestación. El objetivo de REDD no es detener la deforestación sino crear más oportunidades comerciales para las industrias extractivas y las ONG conservacionistas orientadas a los negocios, como TNC y WWF, al tiempo que aumenta las amenazas a los bosques y a las comunidades que dependen de ellos.

Partiendo de esa premisa, lo que está escrito en la mayor parte de la documentación del programa tiene mucho más sentido. Por ejemplo, el Banco Mundial describe a Kalimantan Oriental como una provincia “rica en recursos naturales, como madera, petróleo, gas y suelos productivos”. Desde esa perspectiva, tiene todo el sentido excluir al sector minero del ámbito de este programa y restar importancia a las principales causas de la deforestación –la tala y la palma aceitera–, promoviendo sistemas de certificación que sólo han contribuido a expandir estos monocultivos destructivos. (21)

Entender REDD como una política que amenaza a los bosques también ayuda a entender mejor por qué se presta atención a las actividades de personas que no son una amenaza: las comunidades que dependen de los bosques. El Banco Mundial las describe como “pobres” en Kalimantan Oriental, en contraste con los recursos naturales “ricos”. Según el Banco Mundial, la población rural, como las comunidades Dayak, es particularmente pobre. Y el FCPF está creando nuevas amenazas para sus medios de vida. Con ONGs como TNC y WWF involucradas como “socios implementadores”, el enfoque está puesto en crear más áreas protegidas, sin gente. No importa que el Banco Mundial y su programa REDD favorable a las empresas no impidan la amenaza de una mayor expansión de la minería, la tala y la palma aceitera.

Para ofrecer una imagen de lo que realmente se puede esperar del programa REDD en Kalimantan Oriental, citemos una vez más, de la documentación del programa, esta vez de un pasaje con una claridad poco común en medio de la visión borrosa del Banco Mundial: “La expansión de la agricultura, la tala, la extracción de minerales, la urbanización y el avance de viviendas han provocado no sólo un aumento de la conversión de tierras sino también la degradación de los bosques, reduciendo los beneficios ambientales, lo que exacerba aún más la pobreza”.

Instituto Nugal, JATAM Kaltim y el Secretariado Internacional del WRM

Por razones de seguridad, se preservan los nombres de las personas que dieron sus testimonios para este artículo así como los nombres de sus comunidades.

(1) Ver, por ejemplo, en https://www.ykan.or.id/content/dam/tnc/nature/en/documents/ykan/laporan-kuartal-dan-tahunan-ykan/YKAN-Annual-Report_EN_.pdf  y también en https://www.undp.org/indonesia/press-releases/south-south-exchange-sse-2024-indonesia-leads-example-redd-knowledge-exchange
(2) Las noticias sobre “créditos falsos” y prácticas fraudulentas son cada vez más frecuentes. Además, los proyectos imponen restricciones a las vidas de las comunidades que dependen de los bosques que los cuales ya se ocupaban.
(3) https://www.wrm.org.uy/es/15-anos-REDD-proyecto-PIREDD-Plateaux-RDC-conflictos-mecanismo-reclamacion 
(4) https://reddmonitor.substack.com/p/world-bank-funded-zambezia-integration
(5) https://www.ykan.or.id/content/dam/tnc/nature/en/documents/ykan/laporan-kuartal-dan-tahunan-ykan/YKAN-Annual-Report_EN_.pdf 
(6) La documentación del programa consiste en un conjunto confuso de documentos que tienen un contenido similar, incluida la primera ‘propuesta de preparación para REDD', presentada al FCPF en 2009 y aprobada en 2011; el primer borrador del programa REDD jurisdiccional de Indonesia presentado en 2014 (https://www.forestcarbonpartnership.org/system/files/documents/Indonesia%20ER-PIN%20September_12_resubmitted_edit_final.pdf); y la propuesta final basada en este borrador inicial que se centra en Kalimantan Oriental: el Programa de Reducción de Emisiones Jurisdiccional de Kalimantan Oriental (EK-JERP), https://documents1.worldbank.org/curated/en/934171621490185436/text/Indonesia-East-Kalimantan-Project-for-Emission-Reductions-Results.txt que fue aprobado en 2019 y cubría toda la provincia. El EK-JERP afirma que logrará 22 millones de toneladas de “reducción verificada de emisiones de CO2” entre 2019 y 2024. A cambio, el Banco Mundial se ha comprometido a pagar una cantidad de hasta 110 millones de dólares, a un precio fijo de 5 dólares por tonelada de CO2, sobre la base de un plan de distribución de beneficios formulado por los gobiernos de Indonesia y Kalimantan Oriental
(7) TNC logró recaudar fondos de los gobiernos de Alemania (KfW/GIZ/FORCLIME), Australia, Noruega, EE. UU. (un plan de canje de deuda por naturaleza) y de organizaciones benéficas como Ann Ray Charitable Trust y Grantham Foundation
(8) https://www.forestcarbonpartnership.org/history 
(9) https://wwf.panda.org/es/?226019/Local-actions-lay-the-groundwork-for-REDD-implementation-in-Kutai-Barat-Indonesia
(10) Por ejemplo, según la Documentación del Programa, el Consejo Regional sobre Cambio Climático (Dewan Daerah Perubahan Iklim), es un “socio clave” en la implementación del programa REDD, y agrega que tiene “una experiencia significativa” en la “gestión de los fondos de donantes para el desarrollo”. Este Consejo fue creado en 2011 y está formado estrictamente por representantes gubernamentales, sin embargo podría contar con un “apoyo sustancial” de TNC (ver aquí). Posiblemente un resultado del “apoyo sustancial” sea que el Consejo abrió la puerta a la participación de las ONG en 2017 y, por lo tanto, aumentó la influencia de las ONG en el programa. Otro ejemplo es la firma de acuerdos y memorandos de entendimiento entre las ONG y el gobierno provincial, como lo hizo WWF en 2018 en torno a la actividad de medición del carbono, una actividad clave en cualquier programa REDD. Según WWF, se trata del “primer modelo de cooperación de datos en línea para calcular, monitorear e informar sobre el carbono en Indonesia”
(11) https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2022/11/08/indonesia-receives-first-payment-for-reducing-emissions-in-east-kalimantan 
(12) Gobierno Provincial de Kalimantan Oriental, nr. 500-4/15008/EK del 10/10/2023 sobre ´Pembayaran Alokasi Insentif RBP FCPF-CF Untuk Kelompok Masyarakat´.
(13) Ibid
(14) https://news.mongabay.com/2020/01/indonesia-capital-relocation-borneo-kalimantan-tycoons-coal-mining-pulpwood/ https://news.mongabay.com/2020/01/indonesia-capital-relocation-borneo-kalimantan-tycoons-coal-mining-pulpwood/ 
(15) PT Pari Coal, propiedad de Adaro International Pte Ltd, PT Mitra Megah Indoprima y PT Alam Tri Abadi. El gobierno nacional otorgó a PT Pari Coal una concesión de 24.971 hectáreas por 30 años el 1 de febrero de 2024. La ubicación se encuentra en parte en la frontera entre Kalimantan central y oriental, en Barito del Norte y en la regencia de Mahakam Ulu. El carbón de Adaro se transportará por una carretera especial que pasa por la aldea de Geleo Asa en el distrito de Kutai occidental; también se está construyendo un puerto para facilitar el transporte por el río Mahakam.
(16) Esto incluye dos proyectos de represas hidroeléctricas: uno de ellos es una planta de 1.375 MW que afectará directamente a los ríos Mentarang y Tumbuh; este proyecto ya está en construcción y ya ha eliminado a comunidades que son en parte indígenas; el segundo es una represa de 9.000 MW en el río Kayan, cuya construcción aún no ha comenzado. De completarse, ambos proyectos empeorarían aún más el caos climático, debido a los gases de efecto invernadero que se emitirían al sumergirse el bosque. Además de proporcionar electricidad a la nueva capital, la electricidad generada también alimentaría otro proyecto devastador en la región que está impactando a otras comunidades: el Parque Industrial Verde en Kalimantan del Norte. Asimismo, se está desmantelando la zona costera de Sulawesi occidental y central para dragar rocas que se utilizarán como materiales de construcción para diversos proyectos de infraestructura de IKN. Y lo que el gobierno indonesio promete como una ciudad ‘inteligente’, significa una ciudad impulsada por el transporte eléctrico. Esto alimenta la demanda de minerales como el níquel, que ha estado causando graves violaciones sociales y ambientales y protestas en el este de Indonesia, por ejemplo en la isla de Halmahera. 
(17) Sawit Watch, una organización que monitorea las plantaciones industriales de palma aceitera y su expansión en Indonesia, en los últimos años ha observado una tendencia de expansión de la palma aceitera. Además, no está de acuerdo con las cifras oficiales sobre la superficie cubierta por plantaciones industriales de palma aceitera en Kalimantan Oriental, que el Ministerio de Agricultura estima en 1.287 millones de hectáreas. Sawit Watch estima que la superficie de las plantaciones de palma aceitera en Kalimantan Oriental es de 3 millones de hectáreas (Informe y proyección, Plantación de palma de Indonesia 2023, Sawit Watc)
(18) https://www.aman.or.id/filemanager/files/surat_terbuka_perdagangan_karbon_2023_231013_120638.pdf
(19) https://www.forestcarbonpartnership.org/donor-participants
(20) https://www.forestcarbonpartnership.org/sites/default/files/documents/_web_world_bank_2023_fcpf_annual_report_r01.pdf
(21) https://www.wrm.org.uy/other-information/sign-on-statement-rspo-failing-to-eliminate-violence-and-destruction-from-the-industrial-palm-oil-sector