Justo frente al sitio de la conferencia sobre cambio climático que se realizó en Poznan, Amigos de la Tierra realizó una protesta contra el Banco Mundial por su financiamiento de las plantas de energía eléctrica que funcionan a base de carbón. El Banco estaba representado por personajes en zancos, vestidos de negro, que peleaban contra osos polares arrojándoles trozos de carbón. “Éste es un ejemplo típico de que las ONG europeas no entienden nada sobre cambio climático”, dijo una persona detrás de mí. Resultó ser alguien que trabajaba para el Banco Asiático de Desarrollo(BAD), en su unidad sobre cambio climático. Me dijo que el cambio climático se va a decidir en India y China, donde debemos desarrollar “formas limpias de quemar combustibles fósiles”. Hablaba del método llamado captura y almacenamiento de carbono, y admitió que esa tecnología aún no existe.
Yo comenté que el Banco Mundial y el BAD siguen financiando centrales eléctricas a carbón, con lo cual sugería que son los bancos, y no las ONG, quienes “no entienden nada”. Él mencionó que, el año pasado, el BAD había aprobado un préstamo de 900 millones de dólares para una central de ese tipo en Vietnam. “Es probable que yo sea más crítico del BAD que usted mismo”, añadió.
Los bosques y su papel en la lucha contra la crisis climática han sido un tema importante en las discusiones de Poznan. Los bancos, corporaciones, financistas, gobiernos y agencias de la ONU que, de pronto, manifiestan tanto entusiasmo ante la posibilidad de que los bosques salven al planeta, han sido los protagonistas de la destrucción de esos mismos bosques que ahora pretenden que desean preservar.
A comienzos de este año, el Grupo de Trabajo sobre Medio Ambiente de la Sub-región del Gran Mekong produjo un video financiado por el BAD. Titulado “Bosques para el Futuro”, este video explica que no es sólo la quema de combustibles fósiles lo que libera carbono a la atmósfera: “Valiosos bosques están siendo talados para obtener madera y hacer papel, para el pastoreo y la agricultura y para plantaciones destinadas a satisfacer la creciente demanda de energía”. Por si existiera alguna duda sobre las credenciales ecológicas del BAD, un comunicado de prensa nos dice que “Los bosques actúan como pulmones del planeta y pueden almacenar el carbono que hoy se libera a la atmósfera”.
Pero los préstamos del BAD han tenido un fuerte impacto sobre los bosques de la región del Mekong, que disminuyeron en 68.000
quilómetros cuadrados entre 1990 y 2000. El BAD financió carreteras que abrieron zonas de bosque y facilitaron la exportación de madera. Por ejemplo, la Ruta 9, que va desde el puerto de Dong Ha en Vietnam hasta Savanakhet en Laos, es una de las que utilizan las empresas forestales vietnamitas para exportar madera de Laos, a menudo ilegalmente. Esta ruta pasa cerca de dos Áreas Nacionales de Conservación de Biodiversidad. Antes de aprobar la financiación del proyecto, el BAD admitió que la carretera iba a “exacerbar el comercio ilegal de fauna y la exportación ilegal de madera”.
Las plantaciones son otra causa de deforestación financiada por el BAD. En Laos, el Banco reconoce que su Proyecto de
Plantaciones Industriales de Árboles creó e intensificó la pobreza. El proyecto implicó el reemplazo de bosques que eran importantes para la subsistencia de las comunidades locales por plantaciones de eucaliptos. Los informes presentados por el Banco reconocen que “El establecimiento de plantaciones no ha sido siempre compatible con el cuidado del medio ambiente” y que, en el marco del proyecto, se transformó “un bosque saludable” en plantaciones de árboles.
Sin embargo, el Banco planeó llevar a cabo otro proyecto de plantación de árboles en Laos, el cual fue finalmente cancelado cuando el tema de las plantaciones industriales en dicho país se volvió más controvertido y el BAD era consciente de que estaba siendo observado atentamente por las ONG nacionales e internacionales.
En Vietnam, el BAD dio un préstamo de 33 millones de dólares para un proyecto de rehabilitación de bosques degradados. Como
suele suceder, en las declaraciones del BAD y del gobierno sobre los bosques siempre son los agricultores los culpables del
desmonte, mientras que el papel de las empresas madereras y de los proyectos de desarrollo destructores se ve minimizado o
totalmente ignorado. Según un documento del BAD, el objetivo explícito del proyecto era “disminuir la práctica del cultivo itinerante que pone en peligro los bosques”.
El BAD es uno de los principales financiadores del programa vietnamita de “reforestación” de 5 millones de hectáreas, que incluye un millón de hectáreas de plantaciones industriales de árboles para alimentar la industria celulósica y papelera. Otro proyecto financiado por el BAD, “Bosques para mejorar los medios de vida en la Meseta Central”, incluye 30.000 hectáreas de “plantaciones de alto rendimiento”, es decir, de monocultivos industriales.
Como parte de una Zona Especial de Exportación en la frontera de Laos y Vietnam, el BAD está considerando el financiamiento de una planta procesadora de madera en Lao Bao. Ésta compraría en Laos y Vietnam madera de plantaciones de eucalipto y de acacia, para producir “muebles para armar, astillas y materiales de construcción”. Un documento del banco sobre el proyecto señala que existe “actualmente cierta preocupación sobre el aumento de las áreas dedicadas al monocultivo de árboles en Vietnam”. Por supuesto, no se menciona la participación del banco en la promoción de dichos monocultivos.
Parece poco probable que, de las negociaciones de Poznan sobre el clima, resulte algo bueno para la gente, los bosques o el clima mismo. La ONU no hace distinción alguna entre bosques y plantaciones, por lo cual la destrucción de los primeros para hacer lugar a las segundas podría quedar incluida en los programas de Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación de los Bosques. Obviamente, el BAD no se opondrá.
Por Chris Lang, http://chrislang.org