El carácter destructivo de la bioeconomía y la lucha por el territorio en la comunidad Virgílio Serrão Sacramento, en Pará, Brasil

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Foto: MPA

El 6 de junio de 2024, el juez André Luiz Filo-Creão Garcia da Fonseca, de la Sala Agraria de Castanhal, estado de Pará, en la región norte de Brasil, emitió una orden de recuperación en favor de la empresa de monocultivo de palma aceitera Brasil Bio Fuels (BBF).  Su decisión supone el desalojo inmediato de 38 familias campesinas pertenecientes a la comunidad Virgílio Serrão Sacramento. En su sentencia, advirtió a las familias que si no abandonan voluntariamente el terreno, la Policía Militar de Pará deberá ejecutar la decisión mediante el uso de la fuerza. Por el momento, las familias están a la espera de una notificación formal de desalojo.

El asentamiento Virgílio Serrão Sacramento surgió a finales de 2015, después de que decenas de familias se unieran en el municipio de Mojú, al noreste del estado de Pará, en la región Amazónica, para recuperar una zona de aproximadamente 700 hectáreas de la que fueron expulsadas en el pasado por madereros y terratenientes. Las familias se movilizaron ante la amenaza de que BBF se apoderara de la zona como parte de su proyecto de expansión del monocultivo de palma aceitera en la región. Además, estaban conscientes de que las 700 hectáreas recuperadas son tierras públicas, pertenecientes al estado de Pará. Y, según establece la Constitución del país, esas tierras deben cumplir su función social, lo que significa beneficiar a las familias campesinas y no a compañías privadas como BBF. 

Pero eso no es lo que pasa en Pará. Poco después de recuperar el territorio en 2015, las familias solicitaron ante el ITERPA, el Instituto de Tierras de Pará, la regularización de las tierras. Sin embargo, durante años el ITERPA no ayudó a las familias, a pesar de comprometerse más de una vez a llevar a cabo un estudio sobre el área. Cuando BBF acudió a los tribunales en 2019 para reclamar la posesión del terreno, el ITERPA se lavó las manos bajo el argumento de que ya no podía hacer nada porque el caso estaba judicializado. En 2020, la empresa obtuvo la primera orden judicial a su favor, en la que se ordenaba el desalojo de las 38 familias de la zona. 

Sin embargo, según las familias, BBF actuó de mala fe, al presentar al juez títulos de propiedad improcedentes. La defensa de las familias interpuso un recurso y consiguió anular la medida cautelar de desalojo. Sin embargo, a mediados de 2023, BBF obtuvo de nuevo una medida cautelar a su favor. En ese momento, el caso pasó a la Comisión de Resolución de Conflictos por la Tierra del Poder Judicial del estado de Pará. Pero no se llegó a un acuerdo porque las familias campesinas, seguras de su legítimo derecho a las 700 hectáreas, no estaban dispuestas a ceder ni un centímetro de su territorio. Ante la falta de acuerdo, el caso volvió a estar en manos del juez, quien, como ya se ha dicho, decidió conceder las tierras a BBF para que lleve a cabo su proyecto de monocultivo de palma aceitera.

El Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) de Pará, que forma parte de La Vía Campesina, una organización internacional en defensa de las y los campesinos en todo el mundo, denunció en un comunicado que "no es justo ni moral favorecer a una empresa que viola derechos en detrimento de 38 familias que producen alimentos". 
Las familias de la comunidad cultivan sus huertos con una gran variedad de alimentos que no solo alimentan a sus familias, sino que también benefician a la población local. En los casi nueve años de ocupación, construyeron sus casas, crearon y recuperaron sus vínculos con el territorio. Desde 2020, y especialmente en el momento presente, sufren constantes amenazas de desalojo, como señala uno de los habitantes: “Mi hermano llora como un niño, tenía toda la zona preparada para plantar sandías cuando nos dieron esa noticia, llevo tres días sin poder dormir”. (1)


La elección del gobierno de Pará por la ‘bioeconomía’ y el agronegocio de la palma aceitera 

El gobierno de Pará, encabezado por el gobernador Helder Barbalho, ha elegido actuar para maximizar los beneficios privados de una empresa como BBF y de otras empresas del sector del aceite de palma en detrimento de las comunidades campesinas. Una decisión que no sorprende a nadie, ya que el gobernador habla todo el tiempo de la ‘bioeconomía’, en la que el aceite de palma se considera una de las ‘energías renovables’ estratégicas en las que se basa la ‘bioeconomía’ del estado brasileño.

La participación del gobernador de Pará en un evento celebrado en abril de 2023 en Londres, en compañía de Milton Seagall, director ejecutivo de Brasil Bio Fuels, es un ejemplo de sus esfuerzos para favorecer las actividades de la compañía. En su intervención en el evento, Barbalho expresó: "Animo a los asistentes a tener en cuenta esta nueva actividad económica [la bioeconomía] en nuestro país. La bioeconomía, basada en inversiones en innovación, tecnología e investigación, permitirá impulsar nuevos negocios. Ciertamente, si observamos las ventanas de oportunidad globales, nos damos cuenta de lo oportuna que es la bioeconomía como agenda, ya que permitirá poner en diálogo los negocios con el mundo, y, sobre todo, con su biodiversidad. 
Como Brasil es el país de mayor biodiversidad tropical del planeta, no podemos desperdiciar la oportunidad". (2)

Barbalho se jacta de que Pará sea el primer estado de Brasil en tener un "plan de bioeconomía" (3). También afirma que este Plan se "construyó desde la escucha a los pueblos tradicionales y ancestrales". Pero en realidad fue elaborado por la ONG The Nature Conservancy (TNC). El diario The Washington Post denominó a TNC, que tiene su sede en Estados Unidos, como “el grupo ambientalista más rico del mundo”. Es decir, se asemeja mucho más a una empresa que a una ONG. Además, TNC tiene sólidos vínculos con las élites del capital financiero internacional, con representación en su consejo directivo (4). De hecho, el Plan de Bioeconomía fue diseñado sobre todo como una forma de atraer nuevos negocios, algo que también señaló Barbalho en su intervención durante el evento celebrado en Londres: “Hemos identificado, a partir de 43 tipos de productos [de la bioeconomía], la posibilidad de apalancar US$ 120.000 millones en negocios”. 

El monocultivo de palma aceitera es una de las principales actividades entre esos "negocios". En un vídeo divulgado en la página web de BBF, Barbalho sostiene que el estado de Pará tiene "vocación" para el monocultivo de palma aceitera para la producción de "biocombustible" y que la palma aceitera es una producción "limpia", "baja en carbono", y se enorgullece al decir que Pará ya es “el mayor productor [de palma aceitera] de Brasil”. (5)

La cara de la ‘bioeconomía’ del monocultivo de palma aceitera: destrucción y violencia

Si ese es el futuro que el gobernador pretende presentar al mundo como anfitrión de la Conferencia sobre el Clima COP30, que se celebrará en Belém en 2025, entonces deberá enseñar a sus invitados los kilómetros de monótonas filas de palma aceitera, en medio de constantes aplicaciones de agrotóxicos que destruyen todo lo que no sea palma aceitera y contaminan el agua. Transitarán por un modelo que promueve injusticias y violaciones.

Esas monótonas filas de palma aceitera ocultan las historias de vida de comunidades como Virgílio Serrão Sacramento que buscan dar vida a la tierra, lo que les permite subsistir de forma digna. Otras familias indígenas y quilombolas de una región cercana, el Valle de Acará, se enfrentan a los mismos ataques de la expansión de los monocultivos de palma aceitera por parte de BBF y otras empresas como Agropalma. También se enfrentan a la misma negativa del Estado respecto a la regularización de sus tierras.

El único territorio indígena demarcado oficialmente por el Estado brasileño en el Valle del Acará, el Territorio Indígena Turê-Mariquita del pueblo Tembé, con sus 147 hectáreas, es el menor territorio indígena demarcado oficialmente en Brasil. Cansados de esperar una respuesta concreta por parte del Estado brasileño, pueblos indígenas y comunidades quilombolas han llevado a cabo desde 2021 varias acciones de recuperación de tierras. Se han organizado en el Movimiento IRQ (Indígena, Ribereño y Quilombola), luchando juntos por la demarcación de sus tierras. 

Desde que empezaron a realizar esas acciones, las comunidades se enfrentan a prácticas violentas por parte de diversos grupos fuertemente armados, como la policía de Pará, guardias de seguridad, paramilitares de empresas privadas y bandas criminales. Se incrementó de forma alarmante la persecución, las amenazas de muerte, humillaciones e incluso el racismo por parte de algunos sectores de la población local contra los pueblos Tembé y Turiwara y las comunidades quilombolas, a los que se acusa de obstaculizar el desarrollo. Las sucesivas quejas y denuncias policiales presentadas por las comunidades ante los organismos competentes no han surtido efecto. (6)

Ante todo ello, queremos expresar nuestro total repudio a la decisión del juez André Luiz Filo-Creão Garcia da Fonseca en el caso y a la total inacción del gobierno del estado, que no ha cumplido con su obligación de defender los derechos del pueblo de Pará, en este caso, las 38 familias del asentamiento Virgílio Serrão Sacramento.

Toda esa trama demuestra claramente que la 'bioeconomía', de la que tanto se habla, no es 'sostenible' ni 'limpia'. Lo que hace es destruir los territorios de las comunidades, como lo hacen desde hace tiempo las industrias que promueven el extractivismo basado en los combustibles fósiles.
 

Secretariado Internacional del WRM

    (1) Denuncia: 38 familias de agricultores familiares del MPA en Pará están siendo desalojadas por el estado de Pará y la compañía BBF, MPA, junio de 2024. (en portugués) 
    (2) En una conferencia en Londres, el gobernador de Pará anuncia la concesión de áreas forestales para generar bonos de carbono, Globo, abril de 2023. (en portugués) 
    (3) Helder Barbalho habla sobre la Zona Franca de Bioeconomía en Pará con el ganador del Premio Nobel, Secretaría de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Gobierno de Pará, septiembre de 2023.
    (4) Boletín WRM, REDD y la Economía Verde agravan las opresiones y la deforestación en Pará, Brasil, julio 2023.
    (5) https://www.grupobbf.com.br/noticias/estados-da-regiao-norte-apostam-em-energias-renovaveis-para-atender-a-populacao/  
    (6) Boletín WRM, La lucha por la tierra en la Amazonía brasileña contra las empresas mineras y de palma aceitera, febrero 2024.