La organización conservacionista holandesa African Parks Foundation (APF) pasará a hacerse cargo del Parque Nacional Omo en el sur de Etiopía, con lo que 50.000 habitantes tribales corren peligro de ser expulsados o perder el acceso a los recursos vitales para su subsistencia.
Hace poco se legalizaron (registraron) los límites del Parque Nacional Omo, preparando el camino para un contrato de manejo entre African Parks Foundation y los gobiernos federal y regional de Etiopía. Para llevar a cabo este registro, funcionarios de la administración de parques etíopes convencieron a los habitantes tribales de firmar la entrega de su tierra, sin compensación, mediante documentos que no podían leer.
Un integrante tribal Mursi informó “haber visto a la policía apresar a tres personas Mursi y obligarlas a firmar el papel con sus impresiones digitales”.
La demarcación del Parque Omo convertirá a los pueblos Omo en intrusos ilegales en su propia tierra. African Parks Foundation estaba al tanto de la forma en que se obtuvo el “consentimiento” de los habitantes locales en relación con los límites del parque. En repetidas ocasiones se le solicitó que incluyera una cláusula de “no desalojo” en su contrato con el gobierno, pero sin embargo siguió adelante y en noviembre de 2005 firmó un contrato que no hace mención de los pueblos tribales.
Varios funcionarios etíopes han dicho que pretenden desalojar a los pobladores tribales, y African Parks Foundation dice que no puede interferir con los planes de un “gobierno soberano”.
No es la primera vez que se expulsa a personas de un parque que ha pasado a manos de African Parks Foundation. En febrero de 2004, APF firmó un acuerdo de manejo del Parque Nacional Nech Sar, cerca de Arba Minch. En noviembre de 2004, funcionarios de la administración de parques de Etiopía y la policía local incendiaron 463 casas pertenecientes a pobladores Guji, para obligarlos a abandonar su tierra en Nech Sar.
"Casi siempre salen las noticias en la radio, incluso cuando una sola casa es incendiada por delincuentes. Oímos informes sobre delitos de todo tipo. En nuestro caso, perdimos 463 casas pero las noticias no lo mencionaron para nada”, dijo un integrante de la tribu Guji.
En 2004, 10.000 personas de las tribus Guji y Kore tuvieron que salir de Nech Sar y fueron reasentadas para cumplir con el acuerdo contractual entre el gobierno y APF, que establecía que todas las personas serían retiradas antes de que APF se hiciera cargo de la administración.
“No queríamos participar en el reasentamiento, por eso incluí en el contrato una cláusula que decía que no nos haríamos cargo del parque hasta que no se hubiera completado el reasentamiento”, dijo Paul van Vlissingen.
African Parks Foundation fue fundada por Paul van Vlissingen, presidente del gigante minorista Makro Retail y de Calor Gas, una empresa de distribución de gas de petróleo líquido. Rob Walton, presidente de la junta de Wal-Mart, pertenece a la junta directiva de African Parks Foundation. La Fundación Walton ha donado importantes cantidades de dinero a African Parks y es una de sus dos mayores fuentes de financiación junto con el Departamento de Estado de EEUU.
African Parks Foundation administra parques en Zambia, Malawi, Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Sudán y Etiopía, y según se informa está procurando administrar más. Los ingresos obtenidos con estos parques se acumulan a sus proyectos y se destinan a abrir más parques. “Los parques nacionales deben convertirse en empresas virtuales”, ha declarado Paul van Vlissingenhas, y esta filosofía corporativa para su organización tiene sentido si no olvidamos que el magnate de los negocios Rob Walton está en la junta.
El impacto ambiental de este plan podría ser desastroso si se hace salir a las personas que durante siglos han gestionado esta tierra y su vida silvestre. Los pueblos tribales han dado forma a este paisaje a lo largo de miles de años de agricultura y pastoreo. El cambio más radical para el ecosistema sería la remoción de los humanos, junto a quienes han evolucionado los patrones de conducta de los animales salvajes a lo largo de los milenios. Pueblos hambrientos e indignados alrededor del parque perjudicarían el éxito de éste y la biodiversidad.
Si se expulsa a los pueblos tribales de la zona, aumenta el riesgo de conflictos violentos tanto con el gobierno como con cualquier tribu en cuyas tierras se los haga asentarse. En la zona no existen las tierras ociosas; muy poca tierra para demasiadas personas provocará el surgimiento de disputas.
"El gobierno de Etiopía tendría que estar muy preocupado por las perspectivas de aumento de la violencia en caso de seguir adelante con su política evidente de desalojos de la zona de Omo Š", declaró David Turton, antropólogo británico con más de 30 años de experiencia de trabajo con los Mursi, una de las tribus que vive en los límites del Parque Nacional Omo. “Cualquier intento de invadir el territorio Mursi hará aumentar la presión sobre los recursos existente en la zona inferior de Omo”.
Si usted desea apoyar la lucha para que esto no ocurra, sírvase visitar http://www.wrm.org.uy/countries/Ethiopia/actionalert2006.html (información en inglés)
Por Global Justice Ecology Project, correo-e: info@globalecology.org, http://www.globaljusticeecology.org