Si bien la tala ha sido la más importante causa directa de deforestación en el archipiélago de Las Filipinas -cuya superficie actual de selva tropical es apenas un 3% de la original- la minería es también relevante en cuanto a efectos depredatorios. Se estima que el 40% del territorio del país ha sido otorgado por el gobierno en régimen de concesión a compañías mineras multinacionales. Como en tantas otras partes del mundo, la minería en gran escala ha producido no sólo impactos ambientales sino también sociales sobre las comunidades locales y los pueblos indígenas de Filipinas (ver Boletín 11 del WRM).
Se ha denunciado recientemente que miembros del pueblo indígena Subanen han padecido violencia a manos de la policía y de funcionarios de la compañía minera canadiense TVI Pacific. El incidente acaeció el día 6 de setiembre ppdo., cuando un grupo de alrededor de 50 Subanen bloquearon la carretera de acceso a su territorio ancestral en las montañas de Zamboanga del Norte. Acto seguido fueron atacados por grupos armados y golpeados con palos y con culatas de escopetas.
A pesar de la violencia sufrida los Subanen han continuado bloqueando la carretera, con el fin de evitar que TVI llevara sus equipos de perforación al territorio de 500 hectáreas sobre el que ellos vienen reclamando derechos ancestrales desde 1922. La mina propuesta por TVI generará una profunda cantera en la montaña cubierta de bosque, y el mineral extraído será procesado con cianuro. Los indígenas, que están siendo apoyados por grupos religiosos y de la sociedad civil, residentes locales -incluso pequeños mineros- y la ONG Survival International, con sede en el Reino Unido, están dispuestos a continuar con estas acciones, dado que han estado sufriendo un continuo proceso de despojo de sus tierras ancestrales -que otrora se extendieran a lo largo de toda la península de Zamboanga- a manos de colonos y madereros.
Hechos de violencia directa e indirecta contra pobladores locales por parte de TVI vienen siendo denunciados desde 1996. Asimismo, la compañía ha sido acusada de violar el Código Minero de 1995, de acuerdo con el cual todas las empresas deben obtener el consentimiento informado de los pueblos indígenas afectados antes de iniciar cualquier nuevo proyecto minero, y también la Ley de Derechos de los Pueblos Indígenas de 1997, que establece el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y el respeto a sus derechos. Ninguna de estas normas ha sido cumplida.
El éxito de la resistencia del pueblo indígena Subanen es considerado muy importante desde el punto de vista estratégico, dado que se teme que si la compañía se las arregla para seguir operando en la zona, similares prácticas abusivas podrán darse en otros lugares del país. TVI ha hecho solicitudes de tierra por una superficie total de 1.180.000 hectáreas en 20 diferentes lugares de Filipinas.
Fuente: Drillbits & Tailings, Volumen 4, Nro. 17, 23/10/99.