Ha estallado un conflicto en relación con 400.000 hectáreas de bosques en el estado de Orissa en la India. Actores del mismo son los campesinos que han regenerado esos bosques a partir de tierras degradadas y los funcionarios del gobierno, que consideran que esas tierras pertenecen al estado. Del total del área protegida, 60% corresponde a reservas forestales, en tanto el resto se reparte entre bosques protegidos y bosques de las aldeas.
El manejo sustentable de los bosques por parte de las comunidades locales de la zona comenzó en la década de 1960. Actualmente, dos millones de personas pertenecientes a las 10.000 aldeas diseminadas en la región, están luchando por obtener de parte del gobierno sus legítimos derechos sobre dichos bosques. Los campesinos han formado la organización Orissa Jungle Manch (OJM), un foro a nivel del estado, cuyo propósito es forzar al gobierno a reconocer sus derechos territoriales. Las próximas elecciones de la Asamblea Nacional constituyen una buena oportunidad para que los campesinos manifiesten sus reclamos, por lo cual la OJM está presionando a los partidos políticos a efectos de que incluyan en sus plataformas el tema de los derechos comunitarios. Como parte de su estrategia, la OJM ha decidido hacer circular entre los líderes políticos a todo nivel -desde comunitario hasta estadual- una cartilla que contiene sus seis demandas, junto a una nota explicando de qué se trata este movimiento. Dichas demandas son:
- Deberá reconocerse a las comunidades sus derechos a la protección y el manejo de los bosques. Ello significa que no podrán designarse funcionarios del Departamento Forestal para actuar en las instituciones actualmente encargadas de la protección de los bosques
- Deberán reconocerse a las comunidades sus derechos a la recolección, así como al mercadeo y la venta de productos forestales no madereros.
- Derecho al uso doméstico de madera proveniente de los bosques protegidos, sin necesidad de permiso por parte de los funcionarios forestales
- Derecho a la extracción de leña de los bosques de las aldeas y a la venta del excedente
- Deberá reconocerse a las comunidades que viven en áreas de reserva o protegidas -como parques y santuarios- sus derechos al manejo comunitario y todos los derechos mencionados anteriormente
- El gobierno deberá hacer un relevamiento de todas las áreas de bosque y asignar zonas a ser protegidas por las propias comunidades.
Ni los movimientos populares para la conservación de los bosques, ni los conflictos sobre la propiedad y el manejo de los recursos naturales son algo nuevo en la India. La lucha de las comunidades locales por los bosques en Orissa data de 1937. Por ejemplo, en Dhenkanal, una de las zonas pioneras en el movimiento comunitario por los bosques en Orissa, tuvo lugar un "prajalemi" (revolución popular) por todos los derechos sobre los recursos forestales y la abolición del impuesto sobre los bosques, seguida de una "kandhalemi" (revolución tribal) con iguales demandas. El movimiento se extendió a otros principados, como Nayagarh, Daspalla y algunas zonas de Sambalpur. Como consecuencia de ello, el rey de entonces decretó una igual distribución de la producción de los bosques entre el gobierno y la comunidad, a la vez que sugirió que se estableciera el manejo conjunto de los recursos. La situación de los pueblos indígenas que viven dentro de los límites y en las proximidades del Parque Nacional Rajiv Gandhi (ver Boletín 20 del WRM), así como la lucha desarrollada por las comunidades pesqueras tradicionales del Lago Chilika en Orissa (ver Boletín 24 del WRM), que recientemente lograron que el gobierno elevara un proyecto de ley que concede derechos absolutos sobre la pesca a las comunidades, constituyen dos ejemplos de conflictos que se vienen dando en la India en relación con los recursos naturales.
Cuando Joginath Sahoo, un maestro de 30 años de edad, que trabaja en una escuela de la aldea de Kesharpur en el distrito Nayagarh de Orissa, entra en su salón de clase sus alumnos lo saludan diciendo: "Gachha bina. (Sin árboles) . . ." y él les retribuye el saludo agregando: "jeevana nahi (no hay vida)". Para asegurar la vida de las comunidades locales, los bosques deben estar bajo su directo control.
Setiembre de 1999.