Con 11,5 millones de hectáreas en 2011, Indonesia posee la mayor superficie de plantaciones industriales de palma aceitera del mundo, seguida por Malasia con unos 4 millones de hectáreas. Este uso extensivo de la tierra, en rápida y continua expansión, ha provocado numerosos conflictos entre las comunidades y las compañías que operan las plantaciones. En particular, la deforestación devastadora causada por la expansión de las plantaciones de palma aceitera en Indonesia y Malasia ha llevado a que en los países “consumidores” de Europa y en los Estados Unidos las compañías sean objeto de una campaña publicitaria negativa fuerte y sostenida.
La RSPO comenzó en 2001, como respuesta a dichos conflictos y a la destrucción ambiental asociada. Doce años más tarde, los numerosos conflictos no resueltos entre comunidades, trabajadores y compañías certificadas por la RSPO fueron uno de los principales temas tratados en 2013 durante la asamblea general de la RSPO que tuvo lugar en Indonesia.
Según la ONG SawitWatch, con sede en Bogor, en 2010 había al menos 663 comunidades en conflicto con más de 172 compañías de palma aceitera en toda Indonesia, y como resultado se efectuaron 106 encarcelamientos. El Instituto Nacional de Tierras (Badan Pertanahan Nasional) de Indonesia registró en 2009 cerca de 3.500 conflictos en curso relacionados con las plantaciones de palma aceitera (para más información ver el estudio del WRM sobre las plantaciones industriales de árboles en el mundo:http://wrm.org.uy/books-and-
La mayoría de las compañías que integran la RSPO tienen actividades en Indonesia y/o Malasia. El boletín del WRM habló con Jefri Saragih, director ejectivo de SawitWatch, sobre la experiencia de más de 10 años de la organización con la RSPO, para averiguar más sobre los impactos de las plantaciones de palma aceitera en Indonesia, los conflictos con las comunidades y su experiencia con la RSPO.
Pregunta: ¿Cuáles son en Indonesia los principales impactos que han sufrido las comunidades debido a la gran expansión de las plantaciones industriales de palma aceitera durante las últimas décadas?
Jefri Saragih: La enorme expansión de las plantaciones de palma aceitera a gran escala ha producido numerosos impactos. Las OSC suelen dividirlos en dos temas: impactos ambientales (deforestación, destrucción de turberas, contaminación del aire y del agua, degradación de los suelos, etc.) e impactos sociales (apropiación de tierras, violación de los derechos humanos, criminalización, planes de asociación, soberanía alimentaria, trabajo forzado e infantil, etc.), si bien ambos temas siempre están relacionados entre sí.
Como ONG social nos hemos enfocado en los impactos sociales. Desde el inicio hemos trabajado con las comunidades afectadas por el desarrollo de las plantaciones a gran escala. Descubrimos varios casos de apropiación de tierras, en los que las comunidades locales e indígenas fueron obligadas a abandonar sus campos y los perdieron. Las comunidades se ven forzadas a abandonar sus tierras bajo amenaza o por medio del fraude, dado que las compañías suelen aprovecharse de la falta de documentación, es decir de la ausencia de títulos de propiedad. Varias compañías recurren también a los militares para obligar a las comunidades a dejar sus tierras. La expansión también ha afectado la soberanía alimentaria de las comunidades cuando éstas pierden los campos productores de víveres, los cuales son convertidos en plantaciones de palma aceitera. El trabajo es también un problema que el gobierno, las compañías plantadoras y la RSPO no han manejado bien. Entre los problemas laborales figuran el trabajo infantil, el trabajo forzado, la falta de garantía de un salario mínimo, el trabajo contratado por día, las promesas no cumplidas, las malas condiciones de vida, etc.
Pregunta: ¿Puede usted identificar impactos diferenciados sobre los hombres y las mujeres?
Jefri Saragih: En lo que respecta al trabajo, las esposas de los trabajadores están obligadas a ayudar a sus maridos debido al alto rendimiento que éstos deben lograr en escaso tiempo. En cuanto a la tierra, las mujeres no tienen derechos sobre las tierras familiares. Los títulos de propiedad están a nombre de los maridos. Por consiguiente, cuando el marido muere, la mujer suele perder la tierra.
Pregunta: ¿La RSPO ha sido capaz de revertir los impactos negativos de las plantaciones de palma aceitera en Indonesia? Por favor explíquelo.
Jefri Saragih: Habiendo más de 50 casos sin resolver, es justo decir que la RSPO ha sido incapaz de remediar los numerosos impactos negativos que han causado las grandes plantaciones de palma aceitera. Desde el punto de vista social, vemos que todavía hay más de 40 casos presentados a la Secretaría de la RSPO que no han sido resueltos. A éstos se suman muchos otros casos de conflictos con las comunidades en los que están implicados miembros de la RSPO, pero no se han presentado demandas.
Desde el punto de vista ambiental, vemos que la humareda que se extendió recientemente sobre Riau fue causada por incendios en las plantaciones de miembros de la RSPO. Además, hay muchos otros casos referentes a deforestación, etc.
Pregunta: ¿Cuál ha sido la experiencia de las comunidades de Indonesia cuando hicieron uso del mecanismo de reclamación de la RSPO?
Jefri Saragih: Según nuestra experiencia de asistencia a las comunidades, sólo se resolvieron unas pocas reclamaciones. La RSPO tiene un papel importante en el proceso de resolución de conflictos. Esto significa que debería ser capaz de averiguar cuál es la situación real, pero todavía no lo ha logrado. Hemos estado insistiendo para que la Secretaría de la RSPO venga a verificar y clarificar la información que recibió. Lamentablemente, no ha podido cumplir con esa tarea en todos los casos que le han sido presentados.
Las comunidades están desconformes con la falta de progreso de la RSPO en la resolución de sus conflictos. Si bien el hecho de que SawitWatch sea miembro de la RSPO ha permitido que algunos representantes de las comunidades se reunieran con las compañías durante las asambleas anuales de la Mesa Redonda, la mayoría de las comunidades no han podido comunicarse directamente con la Secretaría de la RSPO.
Pregunta: En los últimos años, compañías e inversores activos en Indonesia han puesto en práctica grandes proyectos de plantación de palma aceitera en África, y también están entrando en Latinoamérica. En esas nuevas áreas de expansión, hacen a las comunidades muchas de las promesas que hicieron en Indonesia, sobre generación de empleo, progreso y desarrollo. En base a su experiencia en Indonesia, ¿cuál sería su mensaje para esas comunidades africanas y latinoamericanas?
Jefri Saragih: Las comunidades posiblemente afectadas deberían ser más cuidadosas en su trato con las compañías aceiteras. Deben mejorar sus conocimientos referentes al consentimiento libre, previo e informado, y a sus derechos, por ejemplo los derechos territoriales. Las ONG y los activistas locales también tienen un papel importante, tanto en la asistencia a las comunidades como en la realización de actividades de defensa comunitaria. Deberían lograr entablar un diálogo con el gobierno para proteger los derechos de la comunidad a su tierra y sus medios de vida.