En una investigación realizada recientemente sobre las plantaciones de palma aceitera en Indonesia se estudian las pasadas y futuras tendencias del sector, se muestran sus efectos sobre la economía del país, las comunidades locales y los bosques, a la vez que se proponen recomendaciones al respecto.
El rápido crecimiento experimentado por el sector entre 1967 y 1997 (las áreas plantadas se incrementaron 20 veces y la producción de aceite crudo de palma aumentó a un promedio anual del 12%) puede ser considerado un éxito desde el punto de vista de la economía convencional. Sin embargo, la autora enfatiza que "el rápido crecimiento del sub-sector de la palma oleaginosa ha desplazado a las comunidades locales, ha generado conflictos desde el punto de vista social, ha contribuido a la devastación provocada por los incendios forestales registrados en 1997 y 1998 y constituye una amenaza significativa para la cobertura forestal existente en Indonesia".
Debido a la crisis económica que se inició en 1997 se dio un enlentecimiento en el ritmo de plantaciones y en la producción de aceite de palma. La investigación menciona una serie de causas internas y externas que explican esta caída, tales como el descontento social imperante y la consecuente retirada y estancamiento de la inversión extranjera, dificultades en el acceso al crédito, un aumento en los costos de producción, la disminución del precio del aceite crudo de palma a nivel mundial, y la sequía e incendios promovidos por el fenómeno de El Niño entre los años 1997 y 1998. No obstante, dado que algunos de dichos factores dejaron de actuar y otros aparecieron -por ejemplo: disponibilidad de suelos totalmente deforestados debido a los incendios que siguieron a los vinculados con El Niño, un pronóstico de alza en la demanda global de aceita de palma, y la cooperación establecida entre los productores de Indonesia y Malasia para hacer subir el precio del aceite de palma y acceder nuevamente a su nicho en el mercado mundial- hay signos de que a partir de 1999 la producción de aceite de palma en Indonesia retomará el ritmo de crecimiento anterior. Muchas compañías incrementaron sus metas de área plantada para 1999 y se esperaba que la producción de aceite crudo aumentara en alrededor de un 12%.
No es seguro que el nuevo gobierno Wahid-Soekarnoputri mantenga la misma política de promoción de estas plantaciones que implementaron los regímenes de Suharto y Habibie. Sin embargo, teniendo en cuenta que la obtención de ingresos externos para la economía nacional constituye una prioridad para el gobierno y que la mayor parte del aceite de palma es exportado, existe una alta probabilidad de que esto suceda. En ese caso, "al menos que se den cambios fundamentales en la forma en que se otorgan las concesiones sobre terrenos forestales en Indonesia, una ulterior expansión del subsector de la palma aceitera seguirá constituyendo una significativa amenaza para la cubierta forestal de Indonesia" enfatiza la autora. Además, ésta realiza varias recomendaciones para mitigar los impactos sociales y ambientales negativos de un desarrollo de ese tipo. Una regionalización en el otorgamiento de concesiones que tenga en cuenta la presente situación de los bosques en el país, la consideración de los impactos ambientales provocados por las actividades de las empresas estatales, y la necesidad de consultar a las comunidades locales previo a la implementación de todo proyecto son algunos de los puntos que merecen ser destacados.
La versión completa del documento aludido está disponible en inglés .
Artículo basado en información de: Casson, Anne, "The Hesitant Boom: Indonesia’s oil palm sub-sector in an era of economic crisis and political change", Programme on the Underlying Causes of Deforestation, Centre for International Forestry Research, Bogor, February 2000.