Uno esperaría que los miembros de la RSPO respetaran los principios y criterios de dicha organización al expandir sus operaciones en el continente africano, entre otras cosas para evitar que se repitan las experiencias negativas en materia de relaciones públicas encontradas en Indonesia y Malasia. Uno esperaría una especial prudencia de su parte en países como Liberia, donde los problemas de tenencia de la tierra, de larga data y aún no resueltos, y el trauma de la reciente y prolongada guerra civil, llevaron a un grupo de expertos de la ONU a recomendar al gobierno liberiano declarar una moratoria sobre nuevos arriendos hasta que esté concluida la clarificación de la tenencia de tierras.(1)
A pesar de ese contexto, Sime Darby (SD) firmó en 2009 un contrato de arriendo por 63 años con el gobierno de Liberia, sobre un total de 311.187 hectáreas. Al ventajoso precio de US$ 5 por año pagaderos al Estado de Liberia por cada hectárea plantada, la compañía obtuvo el derecho de plantar unas 220.000 hectáreas de palma aceitera durante un período de 20 años en las tierras incluidas en el arriendo. Ese contrato viola los principios y criterios de la RSPO al no reconocer los derechos territoriales consuetudinarios y por ofrecer una muy débil garantía de los derechos comunitarios. Tampoco reconoce la responsabilidad de la compañía de obtener el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades afectadas, y permite incluso el reasentamiento involuntario de poblaciones.(2) Según la ONG local SDI (FoE Liberia), el contrato también viola leyes liberianas y acuerdos internacionales.
Sin embargo, Sime Darby comenta que “firmó un contrato de concesión con el gobierno de Liberia que da derecho a la tierra”, y agrega que “ firmado un contrato legal con un gobierno democráticamente electo y no ningún indicio de que viole los derechos humanos”.(3)
La opinión de que todo está bien fue confirmada por la consultora BSi Group Singapore Pte Ltd, responsable ante la RSPO del procedimiento de certificación de las plantaciones de SD en Liberia. Una carta de los consultores, disponible en el sitio web de la RSPO, afirma que “el Plan de Desarrollo de Sime Darby está basado en las mejores prácticas aplicadas a sus operaciones de palma aceitera en Malasia e Indonesia, toma en consideración las recomendaciones de la SEIA [Evaluación de Impacto Social y Ambiental] y los estudios sobre HCV [Alto Valor de Conservación], coincide con los principios y criterios de la RSPO para nuevas plantaciones, y tiene en cuenta las preocupaciones y aspiraciones manifestadas por las partes afectadas”. La carta señala además que “la SEIA y el estudio HCV son exhaustivos, profesionales, y cumplen con los principios, criterios e indicadores de la RSPO aplicables a las nuevas plantaciones”.(4) El contrato entre Sime Darby y el gobierno liberiano es mencionado como “prueba de tenencia de la tierra”, sin ninguna reflexión crítica sobre la veracidad de dicha declaración en el complejo contexto liberiano sobre el tema. Así, la recomendación positiva que da la consultora sobre la certificación sólo sirve para fortalecer los planes de expansión de SD en Liberia.
No obstante, lo que cuentan las comunidades sobre su experiencia con ese contrato se refiere más a a malas prácticas que a las “mejores”, y a que sus “aspiraciones” como “partes afectadas” no fueron tenidas en cuenta en absoluto. En 2011, la compañía comenzó a realizar su primera plantación de palma aceitera en el distrito de Garwula, condado de Grand Cape Mount. En ese proceso fueron invadidas las tierras de labranza que utilizaban las comunidades locales, y la indemnización que se pagó por los cultivos perdidos fue tan baja que el resultado para la población fue el hambre, pues ya no tenía tierras para plantar alimentos y la indemnización era insuficiente para comprarlos. También se destruyeron zonas de bosque donde había sitios sagrados de gran valor para las comunidades.
La demanda ante la RSPO
En octubre de 2011, los habitantes de las ciudades y aldeas de Bomi y Grand Cape Mount presentaron una demanda formal a la RSPO, explicando cómo habían violado sus derechos. En su carta citan la Evaluación de Impacto Social y Ambiental de SD y describen el tipo de tenencia en las tierras afectadas por la expansión de SD como “tierras tribales”, “tierras familiares” y “tierras comunitarias”. Según los habitantes, ésas son tierras “que pertenecen”. Añaden que “por consiguiente, derecho legal al consentimiento previo, libre e informado, y el pleno poder de rechazar o aceptar propuestas de inversión en propiedad”, y terminan diciendo que “ ha emprendido una destrucción masiva de cultivos y sitios culturalmente significativos, como cementerios y lugares santos, usando maquinaria pesada para desmonte, y ha contaminado las fuentes de agua”.(6)
En su respuesta a la reclamación, la RSPO afirma que la compañía se ha “comprometido” a “detener inmediatamente toda actividad en el sitio mencionado”, y que está “abierta a discusiones bilaterales entre las partes interesadas”. La secretaría de la RSPO considera que se trata de “un buen paso adelante para descubrir los detalles de los problemas y avanzar así hacia un plan de soluciones amistosas”. Como en casos similares en Indonesia y Nigeria, en los que se presentaron reclamaciones contra miembros de la RSPO, la respuesta de dicha organización no dice nada sobre la naturaleza de esos importantes “detalles de los problemas”; tampoco esas respuestas se reflejan en las medidas propuestas por la RSPO en base a dichos “detalles” que, en el caso de SD en Liberia, son ese mismo contrato que dio acceso a Sime Darby a las tierras de las comunidades.(7)
Sime Darby ha dicho que “no explotará ninguna tierra sin la autorización expresa de las comunidades locales”. Sin embargo, SDI / FoE Liberia ha alertado que si no se renegocia el contrato de concesión entre Sime Darby y el gobierno – con los problemas fundamentales que contiene dicho contrato –, las comunidades seguirán siendo vulnerables en el futuro. No obstante, Sime Darby no ha tomado ninguna iniciativa para renegociar el contrato con el gobierno liberiano.
Simultáneamente, las “negociaciones” entre la compañía y las comunidades no han logrado resolver el problema de la invasión de la palma aceitera en tierras comunitarias. En una reunión con 150 representantes comunitarios en noviembre de 2012, un año después de la presentación de la demanda ante la RSPO, los representantes del distrito de Garwula que asistieron reiteraron que, en su caso, no había habido ninguna consulta antes de que Sime Darby se apoderara de su tierra, y que ellos no habían dado su consentimiento a las plantaciones de palma aceitera (ver http://wrm.org.uy/articles-
En una carta de junio de 2013 (8), unos veinte meses después de presentada la carta de reclamación a la RSPO, SD anuncia que “ha emprendido la plena consulta de todas las partes interesadas”, inclusive a lo que la compañía llama “ONGs responsables”, y agrega que “[está] trabajando para lograr que plantaciones se expandan en forma responsable y con el consentimiento de todas las partes interesadas”. La exclusión de una de las principales organizaciones liberianas que apoyan a las comunidades en su lucha por la justicia y los derechos territoriales, SDI / FoE Liberia, de las ONG que la empresa llama “responsables”, no augura nada bueno sobre la promesa de SD de resolver los conflictos que ha causado. Sin embargo, la declaración de la compañía coincide con la respuesta de la RSPO a las quejas sobre los proyectos de explotación de palma aceitera: dicha respuesta insiste en llegar a “soluciones” por medio de “diálogos amistosos” entre las “partes interesadas”, pero en la realidad esto se traduce en un proceso que permite a las compañías seguir expandiendo las plantaciones de palma aceitera incluso frente a la oposición explícita de las comunidades.
¿Qué revela la experiencia liberiana?
Hasta ahora, parece muy lejana la posibilidad de un diálogo real entre todas las partes sobre los problemas fundamentales que plantean las actividades de Sime Darby en Liberia. La RSPO no hace nada para lograr ese diálogo, puesto que permite a sus miembros actuar en contra de los principios y criterios sin que ello les acarree ninguna consecuencia. En el caso de SD, para intervenir con seriedad en respuesta a la violación de sus reglas, la RSPO podría requerir a la compañía que no firmara con los gobiernos locales contratos que infrinjan las normas de la organización. Además, es difícil imaginar un diálogo destinado a lograr “el consentimiento de todas las partes interesadas” cuando la compañía puede simplemente excluir de la categoría de “ONG responsables” a organizaciones como SDI, que tienen la función de dar a las comunidades información importante, que de otra forma no podrían obtener, sobre los problemas fundamentales y los impactos de las plantaciones de Sime Darby.
Las próximas plantaciones de palma aceitera de Sime Darby se harán en 20.000 hectáreas ubicadas en el condado de Gbarpolu. Un estudio reciente de la universidad de Reading (Reino Unido), financiado por el Departamento del Desarrollo Internacional del Reino Unido y la Iniciativa Derechos y Recursos, analizó los posibles impactos ambientales y sociales de ese proyecto de SD. La investigación mostró que los planes de plantación para ese condado tendrán probablemente grandes – y negativos – efectos sobre la sociedad y el medio ambiente. Sime Darby respondió agresivamente, declarando que la investigación “carece de credibilidad y de rigor”. Ante una ficha de información de SDI y Amigos de la Tierra Internacional publicada coincidentemente con el lanzamiento del informe de la universidad de Reading, Sime Darby acusó a SDI de realizar acusaciones infundadas. En un informe sobre los impactos de Sime Darby en Liberia, SDI explica las consecuencias de contratos como los firmados con dicha empresa en lo referente a la apropiación de tierras:
“ es un desastre nacional en perspectiva. La concesión de grandes extensiones de tierras fértiles a empresas extranjeras durante varias décadas es peligrosa porque, a medida que esas compañías amplían sus plantaciones quedan cada vez menos tierras de labranza en las zonas rurales. También empobrecerá aún más a la gente, puesto que las actividades generadoras de ingresos y las posibilidades de ganar dinero se verán limitadas.”(9)
Mientras la RSPO y SD se nieguen a ahondar en los detalles y orígenes de los conflictos causados por Sime Darby que las ONG y las comunidades han denunciado a la RSPO, incluso presentando una demanda formal, cualquier “plan de soluciones” que proponga la RSPO estará condenado al fracaso.
Reciente victoria comunitaria en Liberia contra Equatorial Palm Oil(10)Desde 2012, los aldeanos del condado de Grand Bassa han estado acusando a la compañía británica de palma aceitera Equatorial Palm Oil (EPO) de deforestar y plantar palmas sin pedirles autorización. EPO argumenta que obtuvo esas tierras legalmente, refiriéndose a a las concesiones (que ocupan el 30% del territorio del país), que el gobierno le ha estado cediendo en los últimos años. En setiembre de 2013, los aldeanos afectados presentaron una demanda ante la RSPO. En el sitio web de la RSPO se señala que “se están realizando investigaciones” sobre el tema.
Las comunidades, cansadas de esperar una solución por medio de los procedimientos de reclamación de la RSPO, se organizaron y marcharon con 200 personas hacia Buchanan, capital del Estado, a comienzos de 2014. Fueron violentamente detenidas por un grupo de policías y agentes de seguridad de la compañía. Arrestaron a diecisiete aldeanos. Luego de esta medida y de las protestas comunitarias, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, prometió a la población, durante un encuentro en la capital del país, Monrovia, realizado en marzo de 2014, que el gobierno de Liberia no permitiría a la compañía que realizara plantaciones de palma aceitera en sus tierras. Silas Sikor, de SDI, calificó esta promesa de “victoria para los derechos comunitarios en Liberia”. Este ejemplo muestra hasta qué punto es importante que las comunidades se organicen, emprendan acciones y resistan cuando se trata de defender los territorios y bosques de los que dependen.
(1) Informe final del Grupo de Expertos de la ONU sobre Liberia, presentado de acuerdo con la resolución 1961, párrafo 6(f), del Consejo de Seguridad, 7 de diciembre de 2011 (UN Doc. S/2011/757)http://www.
(2) SDI/FOE-Liberia. Factsheet about Sime Darby in Liberia, 2013..
(3) http://www.simedarby.com/Open_
Publication_%E2%80%98Sime_
(4) http://www.rspo.org/_v2/file/
20Plantings%20Assessment%20_
202011.pdf.
(5) http://www.rspo.org/_v2/file/
Management.pdf.
(6) http://www.forestpeoples.org/
(7) http://www.forestpeoples.org/
(8) http://www.simedarby.com/Open_
Publication_%E2%80%98Sime_
(9) http://wrm.org.uy/books-and-
(10) Basado en el artículo de Mark Olden, de FERN, disponible en http://farmlandgrab.org/post/