El Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques celebrará su primera reunión en junio en Nueva York. El mandato de este organismo es asegurar el seguimiento del proceso iniciado por el Panel Intergubernamental sobre Bosques (IPF) en 1995, continuado por el Foro Intergubernamental sobre Bosques (IFF) desde 1997 hasta 2000.
Creemos que los procesos previos, especialmente el IPF y sus propuestas para la acción, han producido análisis más que suficiente sobre las causas de la deforestación y la degradación de los bosques, y han propuesto gran cantidad de ideas para abordar el problema. Lo que se necesita ahora es voluntad política que conduzca a acciones concretas.
Aunque no hay señales claras para ser optimistas (ver el artículo "Foro de ONU sobre bosques: ¿sólo palabras?” en el Boletín N° 41 del WRM), debemos dar al menos el beneficio de la duda a este nuevo organismo y desear que pueda dar lugar a cambios que mejoren la situación. Idealmente, en esta primera reunión del UNFF, desearíamos ver cambios importantes como por ejemplo:
- delegados con un mandato claro de sus gobiernos para la instrumentación de medidas que detengan la destrucción de los bosques en el Norte y el Sur.
- Delegados de gobiernos del Norte que (en los casos pertinentes) reconozcan su responsabilidad en la degradación actual de los bosques en sus propios países y se comprometan a instrumentar todas las medidas necesarias para abordar el problema.
- Delegados de gobiernos del Norte que reconozcan su responsabilidad en la degradación de los bosques del Sur, y se comprometan a apoyar a los gobiernos del Sur en sus esfuerzos por frenar la deforestación.
- Delegados de gobiernos del Sur que reconozcan su responsabilidad por la degradación de los bosques en sus propios países (y cuando resulte pertinente, en otros países), y se comprometan a instrumentar todas las medidas necesarias y posibles para abordar el problema.
- Delegados de instituciones multilaterales que reconozcan su responsabilidad en la degradación de los bosques del Sur y se comprometan a apoyar a los gobiernos del Sur en sus esfuerzos por frenar la deforestación.
- Delegados centrándose en el papel vital que los pueblos que habitan los bosques o que dependen de los mismos deben jugar en la conservación de los bosques y sobre como asegurar su participación activa y que puedan beneficiarse de todas las medidas tendientes a la conservación de los bosques.
- Delegados que reconozcan que las plantaciones de árboles nunca pueden sustituir a los bosques y que éstas se deben tratar como un tema aparte del mandato principal del UNFF, que es la conservación de los bosques.
- Delegados que destaquen que el consumo de productos de áreas boscosas (madera, petróleo, recursos minerales, cultivos agrícolas y cría de ganado a gran escala, cultivo de camarones, etc.) ya no es sustentable, y que debe reducirse drásticamente para posibilitar la conservación y rehabilitación de los bosques.
Esos son algunos de los cambios más importantes que quisiéramos ver. Pero incluso si eso fuera pedir demasiado, al menos quisiéramos ver una actitud diferente de la que ha prevalecido especialmente durante el proceso del IFF, donde los delegados parecían estar perdidos en una negociación sin salida. Desearíamos ver una actitud entusiasta y de cooperación para que las cosas cambien para mejor. Sinceramente esperamos que eso suceda.