El gobierno del Estado de Sarawak ha arrendado provisoriamente a Woodijaya Sdn Bhd, filial de Rimbunan Hijau Sdn Bhd, el Lote 197 Teraja LD y el Lote 1200 Puyut LD, los cuales suman 4.658 hectáreas. Esa concesión por 60 años, que ha sido otorgada por el Departamento de Topografía y Agrimensura del Estado, invade tierras pertenecientes a los Malays de Marudi y a los Ibans de Lubuk Amam.
Los líderes de ambas comunidades informaron a SAM que la compañía había ingresado en sus tierras tradicionales en 2010, sin haberlos informado ni haber obtenido su consentimiento. Desde 2010, las comunidades han soportado constantes presiones debido a la presencia de extranjeros en sus tierras, y han sufrido los impactos de la plantación a gran escala en monocultivo, con la degradación del suelo y la contaminación del agua. Las comunidades dependen del río para obtener agua potable y para otras actividades cotidianas. Este proyecto también ha provocado una pérdida de sus medios de vida, puesto que dependen de los bosques y el río para su subsistencia.
Desde la invasión, las comunidades han estado protestando contra este plan. En mayo de 2010 crearon un Comité de Acción dirigido por Othman Jais, Wasli Othman, Abang Lee y Suhaili Lie. Presentaron reiteradamente denuncias y protestas en la Oficina del Distrito ubicada en Marudi, pero sin ningún resultado. También escribieron al entonces Primer Ministro de Sarawak, Abdul Taib Mahmud, quien era también Ministro Estatal de Planificación de Recursos y Medio Ambiente, pidiéndole que cancelara la concesión otorgada a la compañía y reconociera sus territorios y derechos nativos tradicionales. El comité también organizó una serie de encuentros con autoridades locales y representantes de la compañía. Tampoco nada de esto tuvo resultados.
El 8 de mayo de 2012, luego de haber intentado sin éxito hacer salir a la compañía de su territorio tradicional, presentaron una demanda civil contra Woodijaya a la Alta Corte de Sabah y Sarawak, en Miri. Como resultado de dicha demanda, Woodijaya ha retirado toda su maquinaria de las tierras tradicionales que les pertenecen y, hasta ahora, no ha vuelto a ingresar a la zona sin autorización. El caso aún está pendiente en la corte.
Muchos otros casos similares a éste están pendientes en la corte como resultado de la resistencia de las comunidades a los proyectos de plantación en gran escala.
Theivanai Amarthalingam, Sahabat Alam Malaysia (Amigos de la Tierra Malasia), correo electrónico:theiva.lingam@gmail.com