Mozambique: un alerta contra la promoción de monocultivos de árboles

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En 1997 se instrumentó el Protocolo de Kyoto en la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático para limitar las emisiones de carbono causantes del calentamiento global. Desde entonces la situación ha empeorado por la aceleración de los impactos del cambio climático, pero de lo que más se habla en las conferencias es de “las oportunidades” de la catástrofe, léase negocios.

En la última conferencia que se llevó a cabo en Nairobi, Kenia, a mediados de noviembre, una de las “oportunidades” sobre las que se puso mayor énfasis se refirió a la posibilidad de que los países empobrecidos de África, Asia y América Latina obtuvieran ganancias a través de los “proyectos MDL” (lo que ellos llaman Mecanismo de Desarrollo Limpio y nosotros Mecanismo de Dudosa Limpieza) – dentro de los cuales figuran los denominados de Forestación y Reforestación para sumideros de carbono – (ver Boletín del WRM Nº 37) así como del establecimiento de cultivos para biocombustibles (ver Boletín del WRM Nº 112). En ninguno de los dos casos se reducen las emisiones que provocan el calentamiento de la atmósfera, sino que se hacen triquiñuelas para ganar dinero mientras siguen sin resolverse las verdaderas causas del cambio climático.

Muchos gobiernos de países empobrecidos, cautivos de la deuda y la dependencia, tienden a ver con buenos ojos estas “oportunidades”. Tal es el caso de Mozambique, que el 20 de noviembre recibió en Maputo a una delegación de Naciones Unidas recién llegada de la conferencia de Nairobi, a raíz de lo cual las autoridades mozambiqueñas anunciaron, con gran entusiasmo, los beneficios que tendría el país de aceptar estos proyectos.

Ese mismo día la organización sudafricana GeaSphere, con una larga trayectoria de lucha contra los monocultivos de árboles, organizó un evento en el que participaron delegados de organizaciones locales para debatir sobre los impactos de las plantaciones forestales en gran escala. Durante el evento, el Coordinador de dicha organización, Philip Owen, un representante de la organización SCAPEI, Nhlanhla Msweli y una representante de WRM, Ana Filippini, dieron detalles sobre los impactos sociales, económicos y ambientales identificados ya en muchas comunidades por causa del establecimiento de monocultivos a gran escala.

Los participantes, informados además sobre los planes del gobierno de Mozambique de promulgar una ley de promoción de plantaciones, resolvieron establecer un grupo de coordinación con la representante de GeaSphere en Mozambique, Vera Ribeiro, y dar un mensaje de alerta a la población mozambiqueña para que no acepte las propuestas de promoción de monocultivos.

Para tener éxito en ese objetivo será fundamental la coordinación regional con otras organizaciones. Las experiencias de Sudáfrica y Swazilandia pueden aportar de manera fundamental a la toma de conciencia en Mozambique sobre el impacto de los monocultivos forestales.