La cuenca del Congo contiene la segunda área más extensa del mundo de bosques húmedos tropicales, después de la cuenca amazónica. Reconocido por su gran biodiversidad, este bosque también alberga pueblos de diversas culturas que dependen de los recursos del bosque para su sustento. La República del Congo (Congo Brazzaville) es uno de los países situados en la cuenca del Congo, y posee aproximadamente 21,5 millones de hectáreas de bosque. El país acaba de salir de una cruenta guerra civil, en la que la explotación de madera se redujo drásticamente, y en la medida en que aumenta la estabilidad de la región, aumenta también la explotación de los recursos naturales. Las empresas madereras están ansiosas por reasumir o comenzar la explotación de los bosques de Congo Brazzaville, tan ricos en recursos. Se reiniciaron las operaciones madereras en el sur del país, mientras los remotos bosques primarios del norte (que mayoritariamente no habían sido adjudicados en concesión antes de la guerra civil) comienzan ahora a ser adjudicados para la explotación maderera.
Las operaciones de madereo alterarían aún más las vidas de los pobladores locales, particularmente de los Pigmeos, que dependen del bosque para su sustento. En la medida en que se abre el norte a las operaciones madereras, aumentará la caza comercial de animales para abastecer a las comunidades de trabajadores, lo que contribuirá al empobrecimiento del bosque, ahora abierto por las carreteras. Esto tendrá consecuencias directas para los grupos de Pigmeos que usan áreas del bosque para actividades de subsistencia. En general es difícil para los Pigmeos obtener una remuneración razonable en los poblados madereros, y deben además enfrentar la discriminación de los Bant�es. A menos que se hagan esfuerzos para hacer participar al pueblo Pigmeo en el manejo de sus bosques y para que puedan compartir las ganancias generadas, las futuras generaciones probablemente sentiran se les ha estafado su patrimonio.
La expansión de la industria de la madera también se ve facilitada por las políticas adoptadas por el gobierno, tendientes a liberalizar la economía. Con el apoyo del FMI, la República del Congo liberalizará el sector de recursos naturales para maximizar las ganancias, y a esos efectos se aprobó una nueva ley forestal en el año 2000. Henri Djombo, Ministro de Bosques, estimó que la producción de troncos en el país se duplicaráo triplicará en el próximo trienio.
Como resultado de las políticas del gobierno para liberalizar la economía, se adjudicaron nuevas concesiones para operaciones de madereo a gran escala en las regiones norteñas de Sangha y Likouala. La empresa Industrielle des Bois (CIB) de propiedad alemana es el mayor operador maderero del país (1,15 millones de hectáreas), pero hay otras compañías que también se están moviendo para asegurar su posición en esta floreciente industria, particularmente en las regiones del norte que no habían sido explotadas hasta ahora. A continuación se presenta una lista de las empresas más importantes que operan en el norte del Congo (a marzo 2001), incluyendo las superficies en concesión que tiene cada una (en hectáreas):
Bois et Placages de Lopola (BPL): 199.900 hectáreas
Congolaise Industrielle des bois (CIB): 1.150.516 has
Cristal: 213.200 has
ESBO: 163.466 has
Industrie de Transformation des bois de Likoula (ITBL): 422.195 has
Likouala Timber: 525.500 has
Mokabi SA: 370.500 has
Société Congolaise Arabe Libyenne (SOCALIB): 448.000 has
Société Industrielle Forestière de Ouesso (IFO): 1.131.600 has
Thanry-Congo: 461.295 has..
Las empresas también están invirtiendo en aumentar las actividades madereras en el sur. Por ejemplo, la empresa portuguesa FORALAC informó recientemente una inversión de ocho mil millones de francos CFA (US$ 11,4 millones) y la creación de 500 puestos de trabajo en sus concesiones. Además de las compañías europeas establecidas, ahora también compañías orientales están invirtiendo en la República del Congo. Por ejemplo, la empresa china Man Fai Tai comprórecientemente maquinaria y equipos de madereo a la empresa malaya Innovest. El 18 de enero de 2002, Innovest anunció la firma de un acuerdo con Man Fai Tai Congo Ltd S.A.R.L para vender maquinaria y equipos comprados en 1997 para las concesiones de madereo en la República Democrática del Congo (ex-Zaire) y en la República del Congo. Man Fai Tai tiene tres concesiones madereras en el sur de Congo Brazzaville.
Como consecuencia de la expansión de las actividades forestales, Congo Brazzaville emerge como un importante proveedor de madera tropical para Europa; y Alemania, por ejemplo, aumentó sus importaciones de madera desde este país. Entre las especies que se exportan desde Congo Brazzaville se incluyen Sapelli y Sipo. El comienzo del madereo en el norte también impulsó la construcción de nuevas carreteras que comunican con Camerún y la República Centroafricana, y toda la madera de las regiones del norte se exporta vía Bouala en Camerún, lo que hace difícil determinar con exactitud la cantidad de madera que se exporta desde Congo Brazzaville.
En una reunión realizada en París en marzo de 2002, Henri Djombo, Ministro de Bosques del Congo, reconoció la existencia de madereo ilegal en África tropical. Además declaró que para luchar contra el madereo ilegal y promover prácticas sustentables en los bosques, se debe alentar la democratización, y se debe disponer de financiación para abordar el problema. Citó a su país como un ejemplo de cómo la falta de acceso a recursos es determinante en un control gubernamental débil sobre el sector forestal. Djombo explicóque el gobierno de Congo Brazzaville cuenta con solamente 300 funcionarios y guardabosques, cuando el trabajo requeriría no menos de 2000.
En conclusión, la situación está cambiando rápidamente en Congo Brazzaville, y la exportación de madera está aumentando después de la caída ocasionada por la guerra civil. El gobierno trabaja activamente en pos de una estrategia económica orientada a la exportación, y pretende duplicar o incluso triplicar la producción de madera. Al mismo tiempo que se adjudican concesiones y las empresas comienzan sus operaciones, el Ministro responsable de los bosques reconoce la existencia de madereo ilegal, y que el gobierno no cuenta con los recursos humanos necesarios para supervisar en forma efectiva a la industria.
Por: Forests Monitor