Algunos ribereños Batwa, exasperados por la pobreza generada por su desalojo para establecer el Parque Nacional de Kahuzi Biega, decidieron regresar a sus bosques ancestrales. Desde entonces se enfrentan con los "eco guardias", lo que en ocasiones resulta en la pérdida de vidas humanas.
Más de cuatro décadas después de la expulsión de los Batwa de sus bosques ancestrales, lo que hoy se considera el Parque Nacional de Kahuzi Biega (PNKB), un grupo de Batwa exasperados por la extrema pobreza y las promesas no concretadas del gobierno, decidieron regresar al Parque a pesar de las restricciones legales en vigor en la República Democrática del Congo. Desde entonces, estos pobladores ribereños autóctonos Batwa se enfrentan regularmente con los "eco guardias", lo que a veces resulta en la pérdida de vidas humanas.
La creación del Parque Nacional de Kahuzi Biega (PNKB), al este de la República Democrática del Congo (RDC), en 1971, dejó a miles de Batwa en una situación muy precaria. Los pobladores autóctonos Batwa fueron destruidos culturalmente por la pérdida de sus bosques. A pesar de ello, en 1980 el parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La usurpación de las tierras ancestrales de los autóctonos Batwa sin medidas compensatorias tuvo y sigue teniendo efectos particularmente devastadores sobre las mujeres Batwa, quienes tenían como tareas principales la alimentación y el cuidado de sus familias. Desde entonces, las mujeres autóctonas Batwa están despojadas de sus medios de subsistencia y confinadas a condiciones de vida muy precarias, quedando así expuestas a la explotación y a la violencia.
Esta pobreza extrema a veces lleva a los ribereños autóctonos Batwa a entrar al Parque, a pesar de las restricciones legales vigentes, para obtener recursos vitales que son necesarios para sus medios de subsistencia, tales como la miel o plantas medicinales. En efecto, la Ley N° 14/003 de 11 de febrero de 2014 relativa a la conservación de la naturaleza, fortaleció el régimen represivo con el objetivo de garantizar la protección de las especies, los ecosistemas y los hábitats naturales. El artículo 10 de la mencionada Ley establece que «(…) se protegen las especies de fauna y flora silvestres en todas las etapas de su ciclo biológico». Sin embargo, la misma Ley permite ciertas excepciones a las medidas de conservación, principalmente en el interés de la salud y la seguridad pública, así como de la seguridad alimentaria de las poblaciones ribereñas de las Áreas Protegidas. Lamentablemente, dichas excepciones resultan difíciles de implementar ya que no existen medidas de aplicación.
Los desalojos dentro del PNKB han ocurrido a lo largo de dos décadas: los años 1960 y 1970. Alrededor de seis mil Batwa fueron expulsados por la fuerza de sus tierras ancestrales. Entre 1970 y 1985 los Batwa fueron expulsados respectivamente de las colinas de Chatondo, Katasomwa, Munango, Kabona, Kakumbukumbu y Bukulula… espacios que hasta la fecha se erigen en una parte de elevada altitud del Parque Nacional de Kahuzi-Biega. Estas colinas están ubicadas entre los territorios de Kabare, Kalehe y Shabunda en la provincia de Sud-Kivu, en el este de la RDC.
Según el censo realizado en 2017 por el Instituto Nacional de Estadística y la asociación sin fines de lucro Centro de Acompañamiento de los Autóctonos Pigmeos y Minoritarios Vulnerables (CAMV - Centre d’accompagnement des Autochtones pygmées et Minoritaires Vulnérables) en Sud -Kivu, hay aproximadamente 9.608 autóctonos Batwa que ocupan 101 aldeas que bordean la parte de gran altitud del PNKB, precisamente en los territorios de Kabare y Kalehe, en la provincia de Sud Kivu.
En 2014, el CAMV, con apoyo de la ONG Forest Peoples Programme, inició un diálogo con el Instituto Congoleño de Conservación de la Naturaleza (Institut Congolais de Conservation de la Nature, ICCN) bajo el Mecanismo Whakatane. (1) El interés de ese diálogo era que el ICCN/PNKB reconociera la contribución de los Batwa a la conservación y que no se los considerara competencia para el Área Protegida sino mas bien aliados en la gestión sostenible del parque. El compromiso del CAMV tiene como objetivo conciliar los imperativos de la conservación de la biodiversidad con las necesidades de las comunidades ribereñas Batwa.
Entre 2014 y 2019 se dieron muchos otros intentos sucesivos de resolución de conflictos entre el PNKB y los Batwa. (2) En 2014 el Diálogo de Whakatane y en 2018 el Diálogo de Miti-Centre buscaron encontrar una solución duradera al problema de falta de tierras. Lamentablemente todas estas iniciativas fueron letra muerta en ausencia de una comisión de seguimiento para la puesta en práctica efectiva de las recomendaciones. Los autóctonos Batwa denuncian la indiferencia del gobierno congoleño ante sus reivindicaciones. El mayor donante del parque es el Banco de desarrollo alemán KfW. Sólo en 2016 aproximadamente dos millones de dólares provenían del KfW. (3)
El regreso de los Batwa al PNKB
Contra todo lo esperado, en octubre de 2018 unas 40 familias Batwa de la aldea de Buhobera, en el territorio de Kalehe, decidieron regresar al PNKB. Progresivamente se unieron muchos otros Batwa de Kabare y Bunyakiri. Los Batwa utilizaron a los Bantúes como mano de obra para los trabajos de fabricación de carbón de madera y aserrado de tablas. En el estado actual, teniendo en cuenta la extrema pobreza de los Batwa y la perpetua búsqueda de supervivencia, no es sorprendente observar tales abusos. «El regreso al parque puede haber parecido una oportunidad del momento que había que aprovechar al máximo», declaró un dirigente autónomo Twa de Kabare.
A partir de la ocupación de los autóctonos Batwa en el Parque Nacional de Kahuzi Biega, los altercados violentos y a veces mortales entre autóctonos Batwa y los guardaparques se han acentuado. Se han tomado muchas medidas para calmar esta crisis. En varias ocasiones el PNKB usó la fuerza (incendio de casillas, uso de armas de fuego, arrestos, amenazas) para disuadir a los Batwa de quedarse en el Parque, pero todo fue en vano. Por el contrario, estos intentos de disuasión, en su mayoría, conducen a enfrentamientos muchas veces mortales.
Hasta la actualidad, ya se cuentan cerca de diez muertes y numerosos heridos, tanto del lado de los Batwa como del de los guardaparques. Algunos dirigentes Batwa languidecen actualmente en prisión, mientras otros están bajo orden de detención. A ese respecto cabe destacar el ejemplo del jefe Twa Kasula, de la aldea de Muyange, en la agrupación de Miti, en Sud-Kivu. El 24 de febrero de 2020, este jefe Twa y otros siete Batwa, entre los que se cuentan dos mujeres, fueron condenados a penas severas, de entre uno y 15 años de prisión, así como al pago de multas. El tribunal militar de la guarnición de Bukavu los condenó por porte ilegal de armas y destrucción de la flora del Parque Nacional de Kahuzi Biega, su territorio ancestral. Muchos observadores afirmaron que este proceso no respetó las condiciones de un proceso justo: los jueces instruyeron los ocho casos en un solo día, y ese mismo día se dictó sentencia. Pero además, como los Batwa no tuvieron posibilidad de elegir abogado, el tribunal designó un abogado de oficio, un día antes del proceso. En esas condiciones, el abogado de oficio no tuvo suficiente tiempo para preparar la defensa de los ocho Batwa. (4)
Además, se acusa a algunas organizaciones locales que acompañan a los Batwa de convencerlos de quedarse definitivamente en el Parque. Debido a ello, estas organizaciones sufren amenazas por parte de los servicios de seguridad.
Está claro que si este regreso hubiera sido autorizado y planificado de acuerdo con la hoja de ruta de 2014 (que preveía el establecimiento de zonas piloto dentro del Parque donde los Batwa podrían administrar la biodiversidad de forma sostenible), habría sido posible garantizar tanto los derechos de las comunidades como la protección de la biodiversidad.
Los frecuentes enfrentamientos entre guardaparques y Batwa, que se han acentuado a partir del regreso de los Batwa al PNKB, deben interpelar a todas las partes en este conflicto, tanto a nivel nacional como internacional. Deben tomarse medidas urgentes para desalentar a quienes destruyen el PNKB y sobre todo para que no vuelvan a reproducirse las instancias de violencia de las que hoy somos testigo. Deben implementarse mecanismos adecuados y sostenibles para proteger y promover los derechos de los Batwa, así como para proteger la biodiversidad del PNKB.
Pacifique Mukumba, mukumbapaci@yahoo.ca
Director ejecutivo de la asociación sin fines de lucro Centro de Acompañamiento de los Autóctonos Pigmeos y Minoritarios Vulnerables (CAMV - Centre d’Accompagnement des autochtones Pygmées et Minoritaires Vulnérables), RD. Congo
Doctorando de la Universidad de Burundi, centro de investigación Sociedad, Poderes, Espacios y Medio Ambiente (Pouvoirs, Espaces et Environnement, SPEE)
(1) El objetivo del Mecanismo de Whakatane es evaluar la situación en distintas áreas protegidas del mundo y, donde los pueblos se vean afectados en forma negativa, proponer soluciones y ponerlas en práctica. Además, defiende y apoya las alianzas fructíferas entre los pueblos y las áreas protegidas.
(2) -2014: Recomendaciones del diálogo mantenido en Sud- Kivu entre los Pigmeos ribereños del PNKB y el Parque Nacional de Kahuzi Biega del 25 de setiembre al 4 de octubre de 2014;
-2018: Conclusiones del encuentro de intercambio celebrado en Miti-centre (territorio de Kabare en la provincia de Sud-Kivu) el 2 de febrero de 2018 sobre la problemática relativa a las tensiones intercomunitarias que enfrentan las comunidades Shi y Twa (Pigmeos) así como a la administración del Parque Nacional de Kahuzi-Biega en el eje Miti-Katana en territorio de Kabare, provincia du Sud-Kivu;
-2019: Declaración de Bukavu resultante del diálogo de alto nivel sobre el proceso de la protección duradera del Parque Nacional de Kahuzi-Biega y la cohabitación pacífica entre el Parque, los pueblos autóctonos y las otras comunidades ribereñas.
(3) Conservation Watch, Fortress Conservation in Kahuzi-Biéga National Park : Evictions and extrajudicial killings, setiembre de 2018
(4) FPP, The Kizula trial : punishment without justice, febrero de 2020 ; FPP, actualización: Batwa communities and Kahuzi-Biega National Park, febrero 2020; Taz, Der Feind in Grun (solamente en alemán), marzo de 2020
Referencias:
- Barume. A.K. (2003). En voie de disparition? Moreton-in-Marsh, Reino Unido 143 p
- Couillard. V, Gilbert. J, Kenrick. J, Kidd. J. (2009). Les droits fonciers et les peuples des forêts d’Afrique. Perspectives historiques, juridiques et anthropologiques. Aperçu général: analyse et contexte. Programa para los Pueblos de los Bosques, Reino Unido.
- ERND. (2017). L’expulsion des populations Pygmées du Parc National de Kahuzi-Biega: faits, conséquences et perspectives. Informe del estudio.
- Nelson, J. & Hossack, L., Eds. (2003). From Principles to Practice: Indigenous Peoples and Protected Areas in Africa. Moreton-in-Marsh: Programa para los Pueblos de los Bosques
- Mecanismo de Whakatane (2018)