El Banco Mundial en primer lugar y la guerra civil entre los Hutu y los Tutsi luego, han llevado a los pigmeos Batwa a padecer años de sufrimiento y a una cuasi extinción, sin que los medios masivos de comunicación hayan informado de esto al resto del mundo.
En 1967 el Banco Mundial y el Fondo Europeo comenzaron la implementación de un proyecto de cría de ganado y producción de papa en los bosques ocupados por los Batwa. Ellos fueron expulsados de sus bosques sin explicación ni compensación alguna. En 1982 el Banco Mundial consideró que sólo 5.000 hectáreas de dichos bosques debían ser protegidos, en tanto el resto debía ser reconvertido a la ganadería, las plantaciones de pino y para objetivos de carácter militar. A lo largo de todo el proceso los Batwa fueron completamente ignorados por los "expertos" del Banco. Como consecuencia, se vieron privados de sus medios de vida y el área ocupada por el bosque de Gishwati se redujo a apenas 3.800 hectáreas.
El ya de por sí grave problema que los Batwa estaban enfrentando se agravó drásticamente entre 1990 y 1994 debido a la guerra de los Hutu contra los Tutsi, dado que fueron atacados de ambos lados. Previo a 1994 la población Batwa era estimada en unas 30.000 personas, de las cuales 10.000 -la tercera parte- murieron durante una guerra de la que no participaban. A pesar de ello, nunca fueron mencionados por los medios de prensa cuando divulgaban noticias sobre esta guerra. Los bosques de Rwanda igualmente sufrieron, estimándose que alrededor de 15.000 hectáreas fueron destruidas, al tiempo que 35.000 resultaron seriamente degradadas.
Un anciano Batwa de 61 años expresó: "Fuimos expulsados de nuestra selva, que era nuestro padre, ya que nos suministraba el alimento mediante la recolección y la caza . . . El estado nos echó de la selva y tuvimos que instalarnos en los bordes, donde nos morimos de hambre. Ninguno de los proyectos de desarrollo que se realizaron en los bosques de Gishwanti ha hecho nada por los Batwa y ninguno de nosotros se ha beneficiado ni siquiera con un puesto de trabajo".
En todos estos años el Banco Mundial ha venido reconociendo los errores cometidos en el pasado y ha desarrollado una serie de políticas para la protección de los bosques y los derechos de su gente. Si bien este tipo de iniciativas pueden considerarse como positivas, han de resultar inútiles en el caso de los Batwa, a menos que el Banco se comprometa a reparar los errores cometidos y a trabajar sobre una solución para su situación, teniendo en cuenta que sus dificultades comenzaron a partir de un proyecto del propio Banco. Tal vez no sea una obligación de carácter burocrático, pero indudablemente lo es desde el punto de vista moral.
Artículo basado en información obtenida de: "Etude Sur L’Impact Affectant sur Les Peuples Autocthones par le Projet No. 1039-RW Financé par la Banque Mondiale dans la Prefecture de Gisenyi-Rwanda" por Kalimba Zephyrin. Versión en borrador. Workshop on Indigenous Peoples, Forests and the World Bank: Policies and Practice, Washington D.C., 9-10 May 2000. Enviado por Marcus Colchester.