Santo Tomé y Príncipe: promesas y peligros de la riqueza petrolera

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Santo Tomé y Príncipe, un archipiélago de 1001 km² de extensión, es un paraíso tropical situado en el golfo de Guinea -zona rica en petróleo- aproximadamente a 300 km de la costa occidental de África. Está compuesto por las islas de Santo Tomé y Príncipe, separadas 150 km entre sí. Las islas del archipiélago de Santo Tomé y Príncipe son de origen volcánico, con empinadas laderas revestidas de vegetación densa y variada favorecida por intensas precipitaciones. El país obtuvo su independencia de Portugal en 1975.

Santo Tomé y Príncipe es uno de los países más pobres de África, debido a la drástica caída de los ingresos obtenidos por la industria del cacao y el fin de las plantaciones de cacao, que eran el puntal de la economía de las islas. En este contexto el descubrimiento de petróleo en este pequeño país ha generado tanto esperanza como miedo en la antigua colonia portuguesa.

El petróleo fue encontrado en aguas del Golfo de Guinea. Al no existir un acuerdo bilateral sobre la delimitación exacta de las fronteras marítimas entre Nigeria y Santo Tomé, ambos países decidieron explotar la parte limitada del Golfo en forma conjunta.

En 2002, ambos gobiernos firmaron un acuerdo para iniciar las prospecciones e inversiones relacionadas con el petróleo. Establecieron un Zona de Desarrollo Conjunto en las aguas situadas entre el gigante y experimentado productor de petróleo y el pequeño estado de Santo Tomé. Los dos países explorarían y explotarían los recursos petroleros de la zona en conjunto, estando la mayor parte de la producción controlada por Nigeria (que ya es el mayor productor de petróleo de África). Nigeria, poseedor de la infraestructura para el desarrollo petrolero en el mar, recibiría el 60 por ciento de los ingresos y el 40 por ciento iría a Santo Tomé y Príncipe.

Sin embargo, aconsejado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el gobierno de Santo Tomé pidió renegociar el acuerdo poco antes de su firma, alegando que era desventajoso. Nigeria reaccionó cancelando totalmente el acuerdo. Finalmente al parecer las diferencias fueron renegociadas y se reestableció el acuerdo. Se afirma que "supuestamente el Presidente obtuvo beneficios de las renegociaciones de los contratos petroleros".

Se cree que las islas gemelas de Santo Tomé y Príncipe están asentadas sobre unos dos mil millones de barriles de petróleo crudo, y ya han atraído al atención de compañías petroleras multinacionales así como de poderosos países como EE.UU. y Nigeria. Los estadounidenses están considerando instalar una base militar en Santo Tomé, y se han realizado visitas de intercambio entre oficiales de ambos países.

Maria das Neves, primera ministra de Santo Tomé y Príncipe, declaró durante la apertura de una conferencia internacional sobre industrias extractivas en África: "En Santo Tomé seremos muy cuidadosos. No vamos a repetir los errores de otras naciones africanas, donde los recursos naturales se convirtieron en una maldición más que en una bendición para el país". "Seremos tan transparentes como sea posible en nuestras negociaciones para asegurar que el pueblo de Santo Tomé se beneficie directamente de la riqueza petrolera de su país", afirmó.

Raul, un comentarista político de Santo Tomé, agregó: "hemos visto cómo los ingresos derivados de los recursos naturales terminaron destruyendo a otros países africanos, así que preferimos permanecer pobres antes que ser sumergidos en la anarquía".

Una mirada a la vecina Nigeria basta para comprobar que en los países productores de petróleo, no son las comunidades las que se benefician de esta actividad. Por el contrario, los beneficiarios son pequeñas elites. Más aún, violación de derechos humanos, desplazamiento de comunidades, destrucción del ambiente, altos niveles de corrupción, desestabilización de la democracia, entre otras cosas, son las "riquezas" que este combustible fósil genera para la amplia mayoría de la población.

Desgraciadamente se confirmaron las advertencias planteadas en los párrafos anteriores. Poco después de ser escritas, tuvo lugar un golpe de estado en Santo Tome. Una junta militar tomó el poder en la isla. Los rebeldes instituyeron una "junta de salvación nacional", afirmando que los líderes depuestos no tenían soluciones para los problemas del país, y que los golpistas habían actuado en respuesta al "declive social y económico continuo del país". También denunciaron corrupción en el gobierno. Según declaraciones de expertos a la BBC World, se sospecha que el control del dinero procedente del petróleo es el motivo oculto del golpe.

Este golpe de estado sin derramamiento de sangre ha puesto en riesgo la ronda de licitación de 200 millones de dólares para los nueve bloques de petróleo ofrecidos por la Zona de Desarrollo Conjunta Santo Tome-Nigeria (JDZ, por su sigla en inglés) en mayo de este año. Los inversores, entre ellos Royal Dutch/Shell Company, ExxonMobil Corporation, ChevronTexaco Corporation, ConocoPhillips y Devon Energy Corporation, al parecer han decidido observar el curso de los acontecimientos en la isla antes de hacer compromisos en la ronda de licitación.

El 24 de julio y como resultado de esfuerzos diplomáticos concertados, se restauró el estado democrático. Pero ¿por cuánto tiempo? La advertencia de Maria das Neves de que el petróleo puede resultar "más una maldición que una bendición" y los temores de Raul sobre "ser sumergidos en la anarquía" ahora resultan mucho más claros (e inquietantes) que antes.

Artículo basado en información obtenida de: "Sao Tome and Principe: Oil raises hope and fear", por Lansana Fofana, Inter Press Service (IPS), 30 de junio de 2003 ; http://www.equators-line.com/English/ST_informacao.htm ; Afrol News, http://www.afrol.com ; BBC News, http://www.bbc.co.uk ; AllAfrica, http://allafrica.com/saotomeandprincipe/ .