Advance Agro, una de las compañías de celulosa y papel más grandes de Tailandia, comercializa su tipo de papel "Doble A" como "amigable" con el medio ambiente. La publicidad de la compañía explica que la materia prima proviene de plantaciones y por lo tanto alivia la presión ejercida sobre las zonas de bosque que todavía existen.
La realidad es que las plantaciones de Advance Agro han desplazado comunidades y son la etapa final de la deforestación en el este de Tailandia. Kasem Petchanee, Presidente del Comité Coordinador de ONGs, de la región subnorte y central de Tailandia, explicó cómo comenzó la deforestación cuando compañías como la Forest Industry Organisation, de propiedad del estado, comenzaron sus actividades de madereo. "Hace cincuenta años esta región estaba cubierta de bosque fértil", afirmó.
Durante la guerra que libró en Indochina, la cantidad de tropas de Estados Unidos estacionadas en Tailandia llegó en 1969 al máximo de casi 50.000. Para comunicar sus bases en el noreste de Tailandia con el Puerto de Chon Buri, Estados Unidos construyó una red vial. La deforestación siguió a la construcción de las carreteras. En las décadas de 1970 y 1980, el gobierno tailandés construyó más carreteras para lograr acceso a los bosques de Camboya.
El Banco Mundial ha desempeñado un papel clave en la promoción de los cultivos comerciales en Tailandia. Entre las organizaciones creadas por recomendación del Banco está el Consejo Nacional para el Desarrollo Económico y Social de Tailandia (NESDB, por su sigla en inglés), que supervisa toda la planificación de las inversiones públicas. Desde su creación en 1959, el NESDB ha sido el principal promotor de los cultivos comerciales para la exportación.
Alentadas por las políticas del NESDB, las compañías comenzaron a plantar cultivos comerciales como mandioca y caña de azúcar en el este de Tailandia. Surgieron conflictos por la tierra en la medida en que las compañías usurparon bosques y tierras a los pobladores locales. Los pobladores fueron obligados a plantar cultivos comerciales y a vender sus cultivos a una compañía privada.
Se formaron y expandieron redes de influencia, donde participaron parlamentarios, compañías, oficiales del ejército y una mafia local. Los asesinatos estilo "mafia", la especulación con la tierra y la falta de tierras se volvieron comunes en el este de Tailandia.
En 1982, el Grupo Soon Hua Seng (SHS), uno de los líderes de la exportación de arroz y mandioca de Tailandia, comenzó a plantar eucaliptos en el este de Tailandia como alternativa a la mandioca. Hacia fines de 1987, SHS ya estaba plantando eucaliptos a escala comercial y fundó la compañía Advance Agro para producir celulosa y papel.
Actualmente el Grupo SGS posee 32.000 hectáreas de plantaciones propias y también cerca de 50.000 hectáreas de eucaliptos plantados por contrato en tierras de agricultores. En 1996, Advance Agro abrió su primera fábrica de celulosa y papel en la provincia de Prachinburi y ahora tiene una capacidad total de producción de 500.000 toneladas métricas de papel por año. El setenta por ciento del papel de Advance Agro se exporta, principalmente a China, Estados Unidos, Hong Kong y Japón.
El poblado de Laemkowchan tiene más de 100 años y está cerca de una de las fábricas de Advance Agro. En el pasado, sus pobladores cultivaban arroz, mandioca y calabaza. Cuando SHS comenzó a buscar tierras para plantar eucaliptos, muchos pobladores vendieron a la compañías las tierras que habían usado para plantar mandioca.
Pero descubrieron que las plantaciones de eucaliptos comenzaron a afectar también a sus arrozales. Suwan Kaewchan, miembro del Consejo de Administración del poblado de Laemkowchan explicó al investigador Noel Rajesh: "Cuando la compañía llegó y comenzó a plantar eucaliptos cerca de los campos de arroz, el agua comenzó a secarse y los pobladores descubrieron que no podían cultivar arroz. Uno tras otro comenzaron a vender sus tierras y a irse. Se fueron a trabajar como asalariados a otras regiones o con la compañía".
Los pobladores que conservaron sus tierras pero plantaron eucaliptos bajo contrato debieron enfrentarse a otro problema, según destacó Kasem Petchanee: "Después de la primera cosecha, el suelo queda tan degradado que deben invertir dinero para mejorar el suelo. Extraer los árboles es difícil. Los pobladores tienen que alquilar maquinaria cara para sacar los tocones y las raíces de los árboles. Las comunidades agrícolas se están endeudando con los bancos y los prestamistas. Cuando no pueden pagar, el banco se queda con sus tierras".
El agua residual de la fábrica de Advance Agro se vierte en las plantaciones de eucaliptos. Esta agua sucia queda depositada en canales entre las filas de eucaliptos. Los pobladores destacan que aunque el agua es tratada en la planta de celulosa, eso no significa que esté limpia. Recientemente el agua proveniente de la fábrica mató los cultivos de arroz de los pobladores.
Los pobladores informan que la ceniza de las chimeneas de la fábrica se deposita en sus casas y huertos, y han comenzado a sufrir problemas en la piel, como picazón. En ocasiones el aire tiene mal olor y los pobladores temen que la fábrica también esté emitiendo azufre.
La compañía ha creado una unidad ambiental, y los funcionarios de la compañía dicen a los pobladores que saben los problemas que están experimentando. Sin embargo, los pobladores no han recibido ningún tipo de compensación por ninguno de los problemas causados por la compañía.
Varias compañías internacionales se han visto beneficiadas por los contratos relacionados con las plantas de Advance Agro. Jaakko Poyry, la consultora en materia forestal y de ingeniería más grande del mundo, ganó contratos otorgados por Advance Agro para el diseño de ingeniería y para la gestión del proyecto y la construcción de la planta de Prachinburi. La compañía Mitsubishi Heavy Industries de Japón suministró la maquinaria para la planta papelera de Advance Agro.
La financiación de las plantas de Advance Agro fue organizada por Barclays de Zoete Wedd. Las principales fuentes de financiamiento fueron el Banco de Bangkok, el Banco de Agricultores Tailandeses (Thai Farmers' Bank), el Krung Thai Bank y Commonwealth Development Corporation del Reino Unido. La Corporación Financiera Internacional, el brazo prestamista privado del Banco Mundial, otorgó un préstamo de US$ 10 millones y la financiación posterior provino de créditos a la exportación.
Cuando en 1998 la compañía Stora Enso compró un 19,9 por ciento de acciones de Advance Agro, obtuvo los derechos exclusivos para la comercialización internacional de los productos de Advance Agro y un mercado seguro para las 12.000 toneladas métricas anuales de celulosa de fibra larga de sus fábricas europeas. Dos miembros de Stora Enso integran el directorio de Advance Agro.
Advance Agro es un buen ejemplo de como las compañías del norte y tailandesas se benefician de la industria de celulosa y papel, mientras las comunidades rurales son las que pagan los costos.
Por: Chris Lang, correo electrónico: http://chrislang.org