La restauración de los bosques se ha convertido en una necesidad en muchas partes del mundo, especialmente en aquellos lugares donde las comunidades locales están sufriendo los impactos sociales y ambientales producidos por la deforestación. El éxito de esta actividad depende de la participación de las propias comunidades, en base a su conocimiento tradicional sobre la conservación y uso de recursos. El ejemplo siguiente sirve para ilustrarlo.
La región de Shinyanga está ubicada en el centro de Tanzania, al sur del Lago Victoria, y está ocupada principalmente por el pueblo agrícola pastoril Sukuma. Este pueblo ha proporcionado una herramienta clave para la restauración de bosques, con su sistema de manejo de recursos naturales indígena llamado "ngitili", que favorece la conservación de tierras de praderas y barbecho promoviendo la regeneración de la vegetación, especialmente para apacentamiento y forraje. Los Sukuma han debido enfrentar condiciones de lluvias erráticas y mal distribuidas, con gran variabilidad entre estaciones, y por este motivo desarrollaron una respuesta a la escasez grave de forraje causada por las largas y frecuentes sequías.
La región de Shinyanga solía contar con extensos bosques densamente poblados por árboles y arbustos y una buena cobertura de sotobosque de pastos. Pero la tala masiva de bosques para erradicar la mosca tsetsé entre 1940 y 1965, y los impactos de la agricultura intensiva que lleva a la eliminación de bosques para la expansión agrícola, la productividad de la tierra en rápida disminución, y la escasez de mano de obra para el pastoreo, favorecieron el surgimiento de los ngitilis comunales (con un tamaño promedio de 50 hectáreas) que junto a ngitilis individuales abarcan actualmente más de 70.000 hectáreas de bosque restaurado.
El sistema tradicional ngitili del pueblo Sukuma brinda un buen punto de partida para la restauración de bosques mediante los esfuerzos de las comunidades locales. Los objetivos del sistema ngitili fueron ampliados para abarcar otros productos y servicios del bosque relacionados con la madera requeridos por la comunidad, conservando al mismo tiempo el objetivo original de proporcionar forraje para la estación seca. Actualmente se comparten las experiencias tradicionales y científicas en el manejo de los ngitilis para facilitar la restauración de bosques y mejorar el sustento de la comunidad.
Las áreas de ngtilis han favorecido la conservación del suelo y la reducción de la erosión, contribuyendo en consecuencia a mejorar la producción agrícola y ganadera. Importantes árboles indígenas de regeneración natural son conservados y manejados en tierras de cultivo y de pastoreo. Para asegurar la protección y el respeto de los ngitili, se aplica una ley tradicional conocida como mchenya, bajo la supervisión del comité de seguridad del poblado.
Este ejemplo demuestra que la restauración de bosques no es un tema técnico sino que requiere la participación de la comunidad y la adaptación de los sistemas de conocimiento tradicional. La revitalización de los ngitili ha contribuido de esta forma a mejorar la seguridad del sustento a través de la restauración de los bosques, que ahora proporcionan una gama más amplia de bienes y servicios a la población local.
Artículo basado en información obtenida de: "The Potential of Ngitili for Forest Landcape Restoration in Shinyanga Region - A Tanzania Case Study", por B. Kaale (Tanzania Specialist Organization on Community Natural Resources and Biodiversity Conservation, Dar-es-Salaam, Tanzania), W. Mlenge, (HASHI - Hifadhi Ardhi Shinyanga, Shinyanga, Tanzania); E. Barrow (Forest Conservation and Social Policy, IUCN Eastern Africa Regional Office).